VALÈNCIA. La diputada del PSPV-PSOE y vicepresidenta segunda de Les Corts, Gabriela Bravo, dijo este martes adiós a la actividad política con su renuncia al acta de diputada para anunciar su regreso al Ministerio Fiscal.
"Después de una década en política, me marcho agradecida. Ahora, regreso al Ministerio Fiscal, donde, como siempre, defenderé el interés general y los derechos de los más vulnerables. Con el compromiso intacto de seguir luchando por los valores democráticos", señaló, en una carta publicada en sus redes sociales.
De esta manera, la que fuera consellera de Justicia, Interior y Administración Pública con los gobiernos del Botànic (2015-2023) comunicaba de esta manera el cierre de "una etapa ilusionante que se inició hace casi diez años". Además, recalcó que la decisión nace de "la profunda convicción" de que su "compromiso con la sociedad valenciana" será "más útil desde otro ámbito al que también me debo: la justicia".
La decisión de Bravo, un año y medio después de ser designada como vicepresidenta segunda de Les Corts, abría casi de inmediato un nuevo frente de tensión entre PP y PSPV. Los socialistas reclaman que la plaza vacante en la Mesa siga siendo para un diputado de su grupo parlamentario, mientras que los populares evitaron confirmar este extremo y hablaron de negociar "con todos los grupos".
Dentro de la cortesía parlamentaria, lo lógico indicaría que el segundo partido más votado, el PSPV, tuviera un representante en la Mesa. En este sentido, el PP de Carlos Mazón se mostró partidario de la pluralidad en este sentido al inicio de la legislatura. De hecho, fueron los populares los que facilitaron la entrada en la Mesa de Les Corts de Compromís cuando, precisamente el PSPV, trató de ocupar dos puestos en el órgano y dejar fuera a la coalición valencianista, que había sido su socio en el Consell durante ocho años.
No obstante, ese clima de entendimiento parlamentario en el reparto de puestos entre los partidos no es precisamente el que se respira en el hemiciclo últimamente, con broncas y cruces de acusaciones tras la Dana que han dado lugar a sesiones incluso sonrojantes. De hecho, algunos dirigentes del PSPV ya anticipaban que el PP pondría problemas para ceder el puesto o incluso tratarían de ocuparlo en negociación con Vox.
Es más, desde la formación socialista aseguraban este martes que del reglamento establecido en 1983 se desprende que la plaza que quede libre la debe ocupar el mismo grupo. "Las vacantes que haya en la Mesa durante la legislatura se cubrirán por elección del Pleno en la forma establecida en los artículos anteriores, adaptados en las previsiones a la realidad de las vacantes que sea necesario cubrir", reza el artículo al que se acoge. Una redacción que da cierto pie a la interpretación pero cuyo sentido los socialistas tienen claro: " La configuración inicial, con una única votación para las dos vicepresidencias y las dos secretarías, garantiza una pluralidad en la representación de la Mesa. Si con cada vacante, el grupo mayoritario pudiera colonizar esas segundas plazas, se podría acabar la legislatura con una mesa monocolor. Eso es absurdo y por eso se puso esa redacción", explican fuentes del PSPV.
En la otra orilla, la portavoz adjunta del PP, Laura Chulià, se mostraba mucho más posibilista respecto a la citada vacante. "Hay que volver a llegar a un consenso entre todos los grupos. La voluntad del PP siempre es dialogar, hablar con todo el mundo y llegar al mayor consenso y acuerdo posible", comentó, para dejar abierta la puerta a otras posibilidades.
"A partir de ahora se abre de nuevo esa votación, siguiendo los criterios marcados en el reglamento, en la que tendrán que volver a ser llamados todos los diputados para, de alguna manera, volver a recomponer la Mesa de Les Corts (...). Volvemos a la casilla de salida, volvemos a comenzar y hay que volver a llegar a un consenso entre todos grupos", recalcó.
Una postura que encontró rápida respuesta por parte de la formación socialista. "La vacante, y quiero ser claro en esto, corresponde al Partido Socialista. Hay numerosos antecedentes sobre esto y siempre se ha respetado. Por tanto, hay muy poco que negociar con el Partido Popular", sentenció el portavoz socialista, José Muñoz.