VALÈNCIA. El Consorcio Valencia 2007, gestor de la Marina de València, rebajará el canon que pagan los negocios de hostelería y naútica de forma proporcional a su bajada de actividad durante el estado de alarma. Una decisión tomada en la jornada de este miércoles en el marco de la comisión delegada, que se celebró de forma telemática. Formada por Generalitat, Ayuntamiento de València y Gobierno, desde el ente dirigido por Vicent Llorens han decidido dar respuesta a la realidad empresarial que el espacio vive a causa del coronavirus.
En este sentido, la comisión delegada acordó la suspensión del canon en los negocios de hostelería sin actividad desde el 11 de marzo hasta el 11 de mayo. No obstante, estas rebajas se han adaptado en función de si el negocio continuaba prestando algún tipo de servicio o no, adecuando el pago a la situación que la realidad económica. Y es que cabe recordar que la gastronomía es un área clave en el espacio de la dársena.
Desde el Veles e Vents con La Sucursal o La Marítima al Marina Beach han tenido que bajar la persiana de sus locales, como en el resto del país, lo que ha supuesto una reducción significativa o total de sus ingresos. Ahora, a partir del 11 de mayo, si la Comunitat Valenciana pasa a la fase 1 de desescalada, ya podrá hacerse uso de las terrazas con una ocupación del 50%, lo que podría dar un respiro a los hosteleros.
Esta medida también se ha extendido a los deportes náuticos, quienes también se vieron obligados a dejar de prestar servicio por la declaración del estado de alarma. A éstos se unen las industrias náuticas y deportivas, negocios que tuvieron que rebajar al mínimo su actividad e incluso paralizarla al no considerarse actividad esencial por el Gobierno tras una norma que debía cumplirse entre el 29 de marzo y el 9 de abril.
Desde la Marina de València también tienen pendiente otra comisión delegada para revisar los cánones de las bases de la America's Cup, donde la mayoría de proyectos establecidos son referentes a innovación. Una decisión que han decidido tomar por separado al ser modelos de diferente idiosincrasia a la hostelería o la industria, donde a priori la contabilización de la actividad es clara. En este sentido, la intención es valorar las diferentes situaciones.