La mesa para negociar el plan de envases con la patronal arranca el martes sin Julià Álvaro

VALENCIA. La mesa de negociación entre la Conselleria de Medio Ambiente y la patronal autonómica Cierval sobre el plan de envases retornables (SDDR) arranca el próximo martes sin Julià Álvaro, número dos del departamento que dirige Elena Cebrián y principal defensor de la implantación de este proyecto a pesar del fuerte rechazo que ha suscitado entre las empresas y federaciones implicadas.

La constitución de esta mesa, reclamada sin éxito durante semanas por parte de Cierval, persigue reconducir las deterioradas relaciones entre Medio Ambiente, que no estaba dispuesta a renunciar al proyecto bajo ninguna circunstancia, y las patronales afectadas, que reclamaron al presidente Ximo Puig que interviniera para abortar el SDDR.

Antes de verse forzado a flexibilizar su postura, el secretario autonómico rechazó la propuesta de Cierval para negociar medidas de mejora en la gestión de los envases. Con el volantazo de Medio Ambiente, que ha pasado de considerar "irrenunciable" el SDDR a aceptar sentarse a renegociarlo, el secretario autonómico aseguró no sentirse desautorizado, sino "reforzado".

Así las cosas, el principal representante de la Conselleria de Medio Ambiente en la ronda de contactos que se inicia el martes será el director general de Cambio Climático, Joan Piquer, junto a dos técnicos de su departamento. Por parte de la patronal, participarán en la negociación la directora del área Técnica de la CEV, Elisa del Río, el presidente de la asociación de supermercados Asucova, Pedro Reig y Riccardo Cianfanelli, presidente de la Asociación de Empresas de Bebidas Refrescantes Analcohólicas, Envasadores y Distribuidoras de Aguas.

El propio Julià Álvaro justifica su ausencia en esa negociación en el hecho de que, hasta ahora, no ha participado en todas y cada una de las cerca de ochenta reuniones que Medio Ambiente asegura haber mantenido con colectivos implicados en el proyecto.

De hecho, el secretario autonómico se ha reunido esta misma semana con responsables de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y de Ecoembes, el gestor del sistema actual de recogida de residuos con quien la Conselleria está enfrentado desde que lanzó su propuesta para implantar el SDDR en la Comunitat a partir de 2018.

Más de un millón de envases al día no se reciclan

Respecto al encuentro con Ecoembes, el secretario autonómico manifestó que la Conselleria y el actual gestor del sistema manejan cifras muy dispares sobre la tasa actual de reciclaje. Mientras la compañía asegura que sus tasas de reciclaje en la Comunitat superan el 80%, Medio Ambiente sostiene que están por debajo del 30%.

En lo que sí coinciden, no obstante, es en la cantidad de envases que no se recupera correctamente en el circuito actual de recogida selectiva. De los 4,5 millones de envases que se generan diariamente en la Comunitat -sin contar los de vidrio- 3,5 millones se recogen en contenedores y un millón acaba en vertederos o en las calles.

Según Julià Álvaro, si a ello se suman los envases de vidrio, el cómputo anual de residuos que no se recicla alcanza los 500 millones de envases.

Por su parte, Ecoembes manifestó al respecto que ha propuesto a la Conselleria de Medio Ambiente un plan de acción para reducir ese millón de envases diario que no se recicla en la actualidad, un proyecto que ya trasladó con anterioridad pero que "desde 2015 ha estado desatendido". "Parece que se vayan sumar a nuestro plan", subrayaron.

La compañía destacó, además, que las cifras que se manifestaban a la opinión pública para justificar el SDDR por parte de la Generalitat "no eran las correctas". 

Al respecto, fuentes de la Conselleria de Economía trasladaron que no se trata de la reactivación del plan, sino de que se cumplan los compromisos previstos en el convenio suscrito con Ecoembes, que finaliza en 2018, en particular en lo relacionado con la contenerización.

Según recordaron fuentes de Medio Ambiente, la Comunitat estaba al término de 2015 a la cola de España en contenerización (litros por habitante), una realidad que, insistieron, se le ha venido trasladando a Ecoembes en los últimos meses para que pusiera remedio.