VALENCIA, (EP). Tres de cada cuatro españoles padecen gripe o resfriado al menos una vez al año y, cuando esto sucede, la mitad admite que los síntomas les impiden continuar con su actividad cotidiana aunque sólo un 3,4 por ciento falta al trabajo, según datos de una encuesta elaborada por Cinfa con el aval de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
El estudio, llevado a cabo el año pasado, se basó en un cuestionario online a más de 3.000 personas de 18 a 64 años y confirma que el resfriado y la gripe constituyen dos de las enfermedades infecciosas más comunes en los hogares españoles. De hecho, uno de cada cinco españoles (20,6%) asegura padecerlas tres o más veces al año.
En estas fechas invernales y en los cambios estacionales es cuando la población afirma resfriarse o tener gripe con mayor frecuencia (40,6 y 26,8%, respectivamente), y las principales causas son los cambios bruscos de temperatura (57,5%), por contagio en el entorno familiar (32,9%) o laboral (20,7%) y por tener las defensas del organismo bajas (23,1%).
"En los meses de frío la capacidad defensiva de la mucosa de las vías respiratorias desciende, se dan las condiciones de humedad y baja temperatura propicias para la supervivencia de estos virus y, por último, pasamos más tiempo en espacios cerrados, lo que favorece su propagación", según ha explicado Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Médico de Cinfa.
Los síntomas más frecuentes que presentaban los encuestados son mucosidad nasal (93,8%), nariz tapada (92,2%), estornudos (85,2%), cansancio (81,1%) y dolor de garganta (78,7%) y de cabeza (71,5%). Sin embargo, los más molestos e invalidantes son, principalmente, las náuseas y los vómitos, la nariz tapada y la sinusitis.
Además, el estudio muestra que cada vez hay mayor concienciación a la hora de diferenciar ambas enfermedades, según aseguran hasta 9 de cada 10 encuestados (92,2%), capaces de distinguir entre los síntomas de una u otra.
En este sentido el 69,9 por ciento de los encuestados considera acertadamente que la fiebre alta es el síntoma clave que diferencia una gripe de un resfriado. A este, le siguen otros síntomas distintivos como el dolor muscular (38,9%), la sensación de cansancio (31,4%) y los escalofríos (17,6%), que se padecen solamente en un proceso gripal.
"La principal diferencia que podemos detectar es que los resfriados cursan sin producir fiebre alta, mientras que en los procesos gripales es normal la aparición de episodios febriles, que llegan incluso a oscilar entre los 38ºC y 40ºC, y que pueden dar origen a situaciones de mayor gravedad", ha aclarado González Zorzano.