VALÈNCIA. Estos dos últimos años han sido, quizá, los más difíciles para las artes escénicas. Teatros que no han podido funcionar a pleno pulmón, espectáculos de calle limitados y programaciones cambiantes a causa de una crisis sanitaria que todavía está muy presente para las industrias culturales. Quizá por ello el reparto de premios sabe más dulce en un tiempo falto de buenas noticias. Y de buenas noticias va la cosa hoy porque el comité organizador de los Premios Max de las artes escénicas ha desvelado a los nominados de su XXIV edición, que repartirá sus ‘manzanas’ el próximo 4 de octubre en el Teatro Arriaga de Bilbao.
Entre los nominados, una protagonista ‘marca València’: La Mort i la Donzella. La producción del Institut Valencià de Cultura (IVC) se ha convertido en la única embajadora de las artes escénicas locales, aunque lo ha hecho a lo grande, cosechando nominaciones en hasta en cuatro categorías: mejor espectáculo de danza; mejor coreografía (Asun Noales); Mejor diseño de espacio escénico (Luis Crespo) y mejor diseño de iluminación (Juanjo Llorens). La pieza se adentra en el sublime ‘Cuarteto de cuerda n.º 14 en re menor’ de Franz Schubert, aunque con una perspectiva única, un relato que carga contra el muro que separa la vida y la muerte.
“La mort i la donzella desvela el misterio que hay tras ese muro. En la pieza atravesamos esa puerta angosta por la que nunca queremos pasar, pero que lleva a la determinación de que la muerte forma parte de la vida”, explicaba la propia Noales el pasado mes de noviembre a Culturplaza. De esta forma la obra, desde una revisión contemporánea de esta composición romántica, plantea el tránsito prematuro de un estado a otro “partiendo de un cuerpo orgánico donde la vida persiste en sus latidos, pero se convierte en un frágil suspiro, en un tenue hálito de caricia, amenazado por una ráfaga apremiante de naufragio y ceniza”.
La nominación le ha pillado a Asun Noales ensayando, como no podía ser de otra manera, y por sorpresa. “Es un regalo. Da un subidón impresionante porque nunca te lo esperas. Son una premios muy importantes”, relata, visiblemente emocionada, a Culturplaza. La coreógrafa, además, destaca el valor de recibir estas nominaciones trabajando desde la “periferia” y en un año en el que gran parte del jurado ha tenido que ver la pieza a través de una pantalla. Pero es que La Mort i la Donzella traspasa fronteras. “Es un regalo a tantos años trabajando, con tanto cariño, respeto y dedicación, tanto a nivel profesional como personal”. Lo es, especialmente, en este año de pandemia, en el que se levantó la obra. Los ensayos de la misma fueron, de hecho, el momento de reencontrarse tras el duro confinamiento, un “emocionante” momento el que el equipo volvió a tocarse y a crear.
La pieza, que se estrenó el pasado año en el Gran Teatro de Elche para después recalar en el Rialto, tendrá una nueva vida y será más pronto que tarde. Y es que en apenas unas semanas el Teatre Principal abre temporada y lo hace con la pieza de Noales, una nueva oportunidad para revisitar o descubrir una obra, ahora sí, con el sello de los Max. Y es que el premio es una garantía, al menos, por lo que respecta a la difusión, que no es poco. “De lo que no se habla no existe. Es muy importante a nivel promocional. Supone que el trabajo no quede solo en la Comunitat, sino que pueda salir a nivel nacional e internacional. Es un reconocimiento al trabajo bien hecho”, relata Noales.
La mort i la donzella se convierte así en la única representación valenciana en la próxima edición de los Max, rascando además nominaciones en categorías importantes como la de mejor espectáculo de danza, en la que competirá por la manzana con las producciones Around the World y Leira. Por su parte, en la categoría de mejor espectáculo de teatro, lucharán por el premio El bar que se tragó a todos los españoles; NISE, la tragedia de Inés Castro y Prostitución. En la categoría de mejor coreografía comparte nominación con Asun Noales el equipo formado por Chloé Brûlé, Marco Vargas, Yinka Esi Graves, Gero Domínguez, por Los Cuerpos Celestes; y Mattia Russo y Antonio de Rosa por Giselle, que por cierto se pudo ver en la pasada edición de Dansa València.
Al premio por mejor diseño de espacio escénico opta Luis Crespo por La Mort i la Donzella, un habitual en los trabajos de Noales, así como Laura Clos, por Història d'un senglar (o alguna cosa de Ricard), y Alejandro Andújar por El bar que se tragó a todos los españoles. El último galardón al que opta la producción valenciana es a Mejor diseño de iluminación, con Juanjo Llorens, categoría en la que también están nominados Luis Perdiguero por El lago y Jesús Díaz Cortés por Puños de harina.
Además de las 20 categorías a concurso, se conceden 3 premios especiales: el Premio Max de Honor 2021, que ha sido otorgado por el Colegio de Gran Derecho de la SGAE y unanimidad a la actriz Gemma Cuervo por todo su desempeño en el campo de las artes escénicas; el Premio Max Aficionado o de Carácter Social, que reconoció la labor de más de 50 años de la escuela amateur de Teatro Estudio de San Sebastián, y el Premio Max del Público, que se concederá al espectáculo que obtenga mayor número de votos del público a través de una aplicación online.
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