VALÈNCIA. La música vuelve a sonar en el Centre del Carme (CCCC). Aunque, eso sí, con matices. Fue el pasado mes de diciembre cuando, tal y como avanzó este diario, la Conselleria de Cultura puso freno a los conciertos en el centro cultural, cancelando in extremis la nueva sesión del ciclo Conciertos desde la cama. La decisión sorprendía a muchos, pues en los últimos años el CCCC se ha convertido en uno de los escenarios habituales de la música en València, acogiendo distintas fiestas, conciertos y festivales, como parte del proyecto del ya cesado gerente José Luis Pérez Pont. La suspensión tenía un motivo muy claro: "No consta a día de hoy en el consistorio valenciano licencia de actividad en la calle Museo 2, donde se ubica el CCCC".
Así se comunicó desde el gobierno autonómico, que tras detectar esta cuestión optaba por suspender los siguientes recitales programados. La cuestión iba más allá y desde Cultura informaban que en uno de los conciertos celebrados anteriormente se había llegado a personar la Policía Local, que levantó un acta de denuncia en la que consta, entre otras cosas, que no se presentó el título habilitante para la actividad excepcional y la correspondiente autorización de la Conselleria. De igual forma, tal y como recoge el acta, no se observan "medidas adecuadas de seguridad para la actividad", mencionando desde el control de aforo hasta la señalética de las salidas de emergencias, una situación que desde la Vicepresidencia primera y Conselleria de Cultura se tildó de "grave e irregular".
Semanas después, la música busca la manera de encontrar su espacio en el CCCC. En este sentido, estos días el centro está celebrando un curso para la profesionalización de intérpretes en la música antigua con el programa Cancionero Musical de Palacio, que gira en torno a la música en la época de los Reyes Católicos, un proyecto organizado por la Fundació Cultural Capella de Ministrers (FCCdM) que se enmarca en la séptima edición de la Acadèmia CdM. Además del curso, este jueves –a las 19.30 horas- tendrá lugar un en la Sala Refectori un concierto en el que los jóvenes cantantes e intérpretes becados ofrecerán este repertorio junto a Capella de Ministrers. El recital también viajará al Museo de Bellas Artes de Castellón, el viernes 26, y en el Centro Cultural Las Cigarreras de Alicante, el sábado 27.
La música vuelve al museo, sí, pero con matices. Preguntados por los avances en esta cuestión, desde la Conselleria de Cultura señalan que todavía se está tramitando la correspondiente licencia de actividad extraordinaria para espectáculos para que se puedan celebrar conciertos en el claustro del museo, un proceso que no se prevé breve. Entonces, ¿cuál es la diferencia? En este caso, inciden, se celebra en un recinto cerrado con tres vías de evacuación y se trata de una actividad musical sin amplificación, lo que sería clave para que las citas suspendidas no se hayan reubicado en el interior del antiguo convento y esta sí se pueda celebrar. Además, se trata de una actividad con aforo reducido, inciden desde Cultura, a diferencia de las canceladas en diciembre, eventos en los que, además, se “servía también alcohol, eran multitudinarios y además solo había una salida de emergencia”.
Aunque de una manera distinta a la de los últimos años, la música seguirá encontrando un hueco en el CCCC, en este caso de la mano de Capella de Ministrers. El programa de la Academia CdM centra su programa de trabajo en este año en el Cancionero Musical de Palacio, un tesoro del principio del siglo XVI que contiene al menos 450 composiciones recopiladas en la corte de los Reyes Católicos a lo largo del siglo XV y principios del XVI. La mayoría de ellas se atribuyen al compositor, poeta y autor teatral Juan del Encina (1468-1530). Entre los géneros predominantes en el Cancionero se encuentran los villancicos, los romances y estrambotes, canciones populares que abordan aspectos de la vida cotidiana, con una marcada preferencia por el amor o el desamor, en una recopilación que supone un testimonio de excepción de una época a través de la poesía y la música.
Este proyecto, tal y como explican en un comunicado, pretende paliar la carencia de estudios y difusión de un repertorio singular en torno al patrimonio musical desde la Edad Media al siglo XVIII e impulsar la labor pedagógica, así como incrementar la experiencia de los músicos, el perfeccionamiento de este singular repertorio y facilitar su integración en el mundo profesional. La actividad tiene una vertiente fundamentalmente práctica con un método pedagógico innovador, ya que se desmarca del academicismo establecido en las actuales enseñanzas musicales y pretende dotar de nuevas competencias y experiencias musicales a todos los participantes. Esta propuesta viajará próximamente al Festival de Música Antigua de Granada; el Festival Mencía de Mendoza de Ayora; el Early Music Morella; y en el Festival Renaixement de València.
La asociación señala el "escandaloso vacío" en su programación y el freno a la colección de arte contemporáneo