La Mutant, año cero

VALÈNCIA. Volver a empezar, otra vez. No sabemos si con zapatos y libros nuevos, pero La Mutant vuelve, de nuevo, a la casilla de salida. Empieza una nueva etapa política, bajo la mirada de la nueva concejala de Acció Cultural Maite Ibáñez, y cultural, con la gestión de Marta Banyuls, que hace apenas unos días fue nombrada coordinadora artística del teatro municipal. Esta última ha sido seleccionada a través de un concurso que, cuenta Ibáñez, pudo haber sido rehecho, cancelado para optar por la elección directa o, como ha sido el caso, asumido por el nuevo equipo. Así lo explicó en la presentación de la programación de octubre-enero del espacio, un calendario evidentemente marcado por la falta de liderazgo en el centro en los últimos meses y que se nutre principalmente de propuestas externas, como puede ser el festival de música Truenorrayo o la colaboración con festivales de cine como DocsValència o La Cabina, una programación que también mira a un futuro que, ahora sí, estará marcado por el proyecto de Banyuls –‘La Mutant poliédrica’-, con el que quiere acercar el teatro a las artes vivas de “corte contemporáneo” y que ambiciona ser un “referente” nacional e internacional.

Así, La Mutant revive su año cero después de varios cursos de inestabilidad. Tras su prolongado cierre a causa de las lluvias de diciembre de 2016, fue Olga Álvarez, hasta ahora coordinadora del Teatre el Musical (TEM), quien asumió de manera accidental el rol de coordinación, una plaza que ya hace demasiado está vacía. Es por esto que se inició un concurso que, de igual manera, retrasó su resolución más de lo inicialmente anunciado. Casi un año, de hecho, ha pasado desde que se aprobara por Junta de Gobierno el proceso, puesto en marcha por la entonces edil María Oliver (València en Comú). Ahora comienza un camino que plantea este cuatrimestre como un tiempo de transición, en el que el centro se nutre en gran medida de eventos externos para completar una programación que, ya de cara a 2020, llevará el sello de Banyuls. Esta futura programación, además, será consensuada con un futuro consejo de programación, anunciado por Ibáñez hace una semana, una comisión que, de acuerdo con Banyuls, será “una colaboración para evitar caer en personalismos”.

“Mi proyecto abarcaba presupuestariamente más de lo que dispongo. Una persona hace un proyecto a lo grande y luego está la realidad, que hay que acoplarla un poquito a los recursos que tienes, que no son desdeñables”, explicó Banyuls durante la presentación de la programación, un proyecto que le ha valido el puesto de coordinadora artística y que llega bajo el lema ‘La Mutant poliédrica, ¿las diferentes caras de la creación?’. En él, la gestora apunta a una Mutant que entienda las artes escénicas no como “compartimentos estancos” y que potencie la producción, coproducción y formación, así como el impulso de las mismas en otros teatros a través de giras es “una fuente de ingresos y un camino para dar a conocer La Mutant internacionalmente”. En este sentido, también plantea un proyecto de aproximación al barrio y que no solo entienda el escenario como espacio de exhibición, sino que esta se extienda al vestíbulo o los patios.

Los festivales sí, pero, ¿cómo?

Pero esto es el futuro. Ahora toca lidiar con el presente… y el pasado. Fue la propia Ibáñez quien hizo referencia explícita a la situación en la que se encontraba el auditorio hace pocos meses. “Lo más importante es que La Mutant tuviera programación”, explicó la edil sobre el presente de un espacio que “desgraciadamente” ha tenido “paréntesis demasiado largos”. Esperan ahora que esos paréntesis sean cosa del pasado y, para ello, se dan la mano con varias de las propuestas vinculadas históricamente al centro, pues acogerán nuevas ediciones de festivales como Truenorrayo o MUV! Circuito Música Urbana. Esta relación también ha de solventarse pues, no en pocas ocasiones varios de los eventos vinculados al centro han hecho públicas sus quejas por la inestabilidad de su relación, con acuerdos cerrados incluso a pocos días de la misma celebración del festival en cuestión. Preguntada por Culturplaza, la edil admitió que está en su agenda generar un calendario “con la suficiente antelación” para mejorar la coordinación. “Aspiro a trabajar con tranquilidad, a un corto o medio plazo sin dejar espacio a la improvisación”, apuntó por su parte Banyuls.

Será Truenorrayo el primer festival que pise La Mutant esta temporada, el 24, 25 y 26 de octubre, con una programación que suma a Antifan, Texxcoco, Paul Vallvé, Las Odio o Lisasinson, así como la proyección del documental Una banda de chicas, dirigido por la argentina Marilina Giménez, que cuenta las peripecias y violencias que soportan las mujeres lesbianas y trans que hacen música. Completa la jornada la tertulia ‘Traducción y género’, donde se abordará la relación entre este oficio y el feminismo. También Circuito Bucles recalará en la sala con las master class de Verónica Pulido (26 de octubre), Héctor Plaza  y Agnès Sales (27 de octubre) y la clase de la compañía La Taimada (28 de octubre) o el espectáculo Bailes colaterales, del coreógrafo y bailaor flamenco José Manuel Álvarez, que ha trabajado, entre otros, con la cantante Rosalía. De igual forma, La Mutant volverá a ser el escenario de MUV! Circuito de Música Urbana.

En el ámbito de las artes cinematográficas, La Mutant será una de las sedes de Docs València, el festival de documentales del Ayuntamiento de València, con la proyección de The Wind (Michal Bielawski) el 7 de noviembre o el corto Woman (Raúl de la Fuente), el 16 de noviembre. Por otra parte, el cineasta, escritor y guionista mexicano Guillermo Arriaga impartirá una clase magistral en el contexto del VLC Pitch Forum. De igual forma, colaborará con el festival de mediometrajes La Cabina. También será La Mutant escenario de distintas entregas de premios y eventos como los XIV Premis Ovidi; los IV Premis d’Innovació Social i Urbana de la ciutat de València; o los Premis Tresdeu, entre otras colaboraciones.

Artes escénicas

Entre las propuestas escénicas, La Mutant abre curso este fin de semana con El tratamiento, de Teatro Kamikaze (Premio Nacional de Teatro en 2017), una comedia escrita y dirigida por Pablo Ramón sobre el mundo del cine, una reflexión sobre el paso del tiempo y la voluntad de conjurarlo mediante la ficción. En noviembre el teatro propone Control Freak, una pieza que aúna comedia, teatro y circo con la música de Bach, Nina Simone o los Beatles como marco. En diciembre la compañía Perros Daneses nos trae La capilla de los niños, en la que el guionista y director Javier Sahuquillo recrea el caso Alcàsser, mientras que la Compañía José y sus hermanas se pregunta quiénes somos y cómo vivimos tras 40 años de dictadura con Los bancos regalan sandwicheras y chorizos.