La Universitat de València y la Fundación MAPFRE organizan en La Nau una exposición con toda la trayectoria fotográfica de Humberto Rivas
VALÈNCIA. Humberto Rivas revolucionó el concepto de la fotografía en España. El fotógrafo argentino, que a mitad de la década de los setenta llegó a Barcelona, supuso la renovación del lenguaje fotográfico en el país. Gracias a La Universitat de València y la Fundación MAPFRE, las obras más importantes de toda su trayectoria artística se podrán disfrutar en el Centre Cultural de La Nau desde el 22 de mayo hasta el 15 de septiembre. Para todo aquel que desee admirar esta galería, la entrada es gratuita.
La exposición Humberto Rivas 1937-2009 reúne una selección de más de 180 obras, lo que supone la más completa revisión de su trabajo. Para poder colocar el trabajo de toda su vida, se han utilizado la Sala Acadèmia y la Sala Estudi General. La exhibición se ha presentado esta mañana en una rueda de prensa celebrada en La Nau con la participación de Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y Deporte de la Universitat de València; Carlos Gollonet, conservador jefe de fotografía de la Fundación MAPFRE y Pep Benlloch, comisario de la exposición.
Benchoch afirma que “la exposición pretende reivindicar la figura de un artista fundamental de la fotografía española y poner de manifiesto la importancia de la renovación del lenguaje fotográfica que su obra ha supuesto”.
Humberto dejó sus huellas en la ciudad de València. En su paso por la universidad, realizó trabajos que plasmaron a la capital del Turia en su labor artística. Esta es la razón por la que es una obra muy especial para la Universitat. Antonio Ariño ha resaltado esta doble importancia dentro de la exposición: "por una parte, muestra los trabajos que realizó Humberto Rivas para la institución; y además abre una nueva línea de colaboración con la fundación MAPFRE". Esta referencia a València se puede observar en las fotografías que muestran la biblioteca de la Universitat, el Claustre del Centre Cultural de La Nau o el Campus de Tarongers.
El vicerector también recuerda que "precisamente la fotografía es uno de los ámbitos en los que se sustenta la línea de programación de exposiciones de la Universitat".
La selección, con más de 180 obras y material de archivo, aborda el trabajo de este fotógrafo a lo largo de toda su trayectoria, que comprende desde sus primeras obras en Argentina, hasta el año 2005. ¿Cómo se expone toda la vida artística de Humberto? La colección se divide en cuatro bloques fundamentales.
En primer lugar, la primera parte se centra en su trabajo en Argentina. En la carpeta norte, se encontraron las fotografías que el autor hizo cuando viajó por el norte del país, siendo su etapa incipiente.
El segundo bloque se centra en las primeras fotos que realizó en Barcelona. El artista, realiza imágenes sobretodo a retratos con fondo negro y a estructuras arquitectónicas desgastadas por el tiempo, mayoritariamente comercios cerrados o esquinas que representan las "intersecciones en el camino de la vida". Hasta este momento, todos sus trabajos son en blanco y negro.
Sus imágenes de la ciudad se caracterizan por ser lugares desiertos, sin presencia humana, siendo el creador de una nueva forma de documentar. Sus fotografías buscan plasmar la huella del tiempo y de la memoria con un estilo sobrio y sencillo que invita al diálogo y la reflexión con el espectador.
En la tercera parte, la obra se transforma con la introducción del color. Pese a que Rivas adecuaba la cámara a propósito para que a penas hubiera cambio entre las tonalidades de los colores, lo cierto es que el cambio a color es toda una innovación.
Por último, el final de la exposición se reserva a su proyecto de vida. En este lugar se pueden observar las composiciones más vanguardistas del artista, cambiando los retratos por fotografías a personas con un encuadre más amplio-de cintura o rodilla para arriba-, y crea la serie de crucifixiones. Estas son unas imágenes independientes que tras la composición física, recomponen a una persona.
Con la llegada de Rivas (1937-2009) se produjo una renovación del medio, contribuyendo a su consideración como un lenguaje artístico de pleno de derecho. Rivas siempre tuvo una visión de futuro para su obra: cada vez que seleccionaba una de las fotografías hecha con su cámara tenía la costumbre de positivar inmediatamente varias imágenes, lo que permite contar actualmente y en la exposición con copias originales de época hechas por el artista.
La galería cuenta con préstamos de copias de época en su mayoría procedentes del Archivo Humberto Rivas (Barcelona), así como de las principales colecciones y museos que albergan obra suya en sus fondos: MNAC-Museu Nacional d’Art de Catalunya; IVAM-Instituto Valenciano de Arte Moderno, Fundació Per Amor a l´Art, MNCARS-Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; Fundación Foto Colectania y Fundación MAPFRE.
¿Qué tiene de diferente esta exposición? Al ser una composición que cuenta con las obras de diferentes museos o material guardado por familiares, tiene imágenes inéditas como Violeta La Burra que nunca antes se había expuesto.
Humberto Rivas se inició como dibujante y como pintor de la mano de Rubén Corrado, director de la agencia de publicidad en la que Rivas entró a trabajar en 1956, y amante de la pintura. También por esos años tuvo Rivas su primer contacto con el cine, pero no sería hasta 1973 cuando filmara su único cortometraje.
Al tiempo que se dedicaba a la pintura practicaba la fotografía. Entre 1956 y 1960 formó parte del Grupo Forum desde donde, partiendo de la aplicación de las ideas del fotógrafo alemán Otto Steinert y sus ideas sobre la fotografía subjetiva, se insistió en la importancia de la fotografía como medio de expresión, más allá de lo documental.
En 1997 el Ayuntamiento de Barcelona le concedió el Premio de Artes Plásticas Ciudad de Barcelona, en 1998 obtuvo el Premio Nacional de Fotografía, otorgado por el Ministerio de Cultura español y en 1999 recibió en Argentina el Premio Konex. En 2009 el Ayuntamiento de Barcelona le otorgó la Medalla de Oro al Mérito Artístico.
Sus fotografías ofrecen además un trabajo extremadamente descriptivo, pero a la vez extremadamente analítico y sin embargo, muy misterioso, donde no hay lugar para la anécdota o el incidente. Para Rivas la poesía era el arte más cercano a la fotografía; así, su obra se une con el sentimiento de soledad produciendo un desconcierto que seduce al espectador.
