La Nau reflexiona sobre el papel del diseño y la cerámica en el movimiento 'slow food'

VALÈNCIA. Entre las actividades incluidas dentro exposición 40 anys de disseny de producte seriat, organizada por el Vicerrectorado de Cultura de la Universitat de València y la Escola d’Art i Superior de Ceràmica de Manises, se encuentran las jornadas de innovación Transdisciplinarietat, Treballar, menjar, viure sense pressa. Un espacio de reflexión prospectiva que pretenden apuntar alguno de los factores que pueden condicionar el desarrollo de productos seriados en cerámica –o de otro material– bajo el prisma del slow food, del slow made y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030.

Las jornadas tienen lugar en la sala Matilde Salvador del Centre Cultural la Nau de la Universitat de València, los días 8 y 9 de septiembre.

Pretende ser encuentro transciplinar, donde expertos de diferentes áreas recapacitarán y debatirán sobre las posibilidades y límites del diseño a la hora de afrontar con éxito los nuevos desafíos sociales que surgen ante grandes cambios en la esfera productiva, económica, cultural y social, agudizados recientemente por la pandemia de la covid-19. 

Este evento se propone como una acción de reflexión acerca de algunos de los factores que determinaran los futuribles de los años venideros en torno a conceptos como slow food, del slow made y de los ODS para el 2030, y de qué manera estas variables pueden afectar e influir en la construcción nuevos escenarios prospectivos en sectores como el artesanal y el cerámico.

Se tratará de establecer unas líneas de debate y reflexión en el cual, comida y artesanía funcionen como conectores de la política, la cultura, la historia, la identidad, el medio ambiente y nuestro ritmo de vida. 

Una apuesta por lo local como parte de esta corriente cultural que propone la desaceleración de nuestro estilo de vida para controlar nuestro propio tiempo.

La nueva producción artesanal, la cocina kilómetro 0, donde el transporte de sus materias primas, desde la huerta hasta el plato, no excede de un kilómetro de distancia, son algunos de los factores que están contribuyendo a reducir el impacto en el medio ambiente y que, además, respetan los ritmos y ciclos naturales del entorno de donde se produce.

"Probablemente las terribles consecuencias de esta pandemia no han sido suficientes para generar el cambio anhelado, y nuestros dirigentes no han sacado los arrestos éticos y morales para que se produzca una catarsis global que ponga freno al deterioro del planeta. Supongo que para muchas cosas ya llegamos tarde, en todo caso, lo que parece constatable es que hemos levantado un poco el pie del acelerador. Solo en un contexto de ralentización se puede replantear un gran cambio proactivo de una estructura en la que prime lo cualitativo frente a lo cuantitativo, o lo que es lo mismo, por sectores que apuesten por el talento cercano como elemento diferenciador", afirma Javier Colomer, director de la EA+SC Manises.