VALÈNCIA (EP). El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha afirmado que la negociación con sindicatos sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) se iniciará una vez la fusión con CaixaBank se haya cerrado legalmente, lo que está previsto para el próximo mes de marzo.
De este modo, Sevilla espera que las salidas de los empleados empiecen a hacerse efectivas cuando se alcance un acuerdo con la representación sindical, y cree que estarán casi completadas tras la integración tecnológica, proceso sobre el que ya trabaja un equipo para poder llevarla a cabo en el cuarto trimestre de 2021.
"Cuando se formalice la operación, a la altura de marzo, lo primero será dialogar con los sindicatos y buscar un acuerdo que permita dar respuesta a los requerimientos de la fusión", ha explicado Sevilla durante la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados correspondientes al tercer trimestre del año.
Así, "a partir de ese momento y, de acuerdo a lo que se pacte, se producirá cualquier proceso de salidas", ha dicho Sevilla, añadiendo que "buena parte estará condicionada a la integración informática, aunque "no necesariamente todo".
A su vez, el consejero delegado de Bankia ha reiterado la experiencia de la entidad que dirige en acometer procesos de reestructuración de este tipo y ha subrayado también la capacidad de negociación de CaixaBank en los mismos. "Fueron procesos con ajustes razonables, equilibrados y con sensibilidad", ha apostillado.
En otro orden de cosas, Sevilla ha apuntado a que el exceso de capital se utilizará para realizar los ajustes de la fusión, que buscan, en definitiva, generar una entidad más rentable en el futuro.
Por tanto, descarta que ese capital vaya a utilizarse para repartir dividendos. Igualmente, en el hipotético caso de que el Banco Central Europeo (BCE) levante el veto al reparto de beneficios a partir del 1 de enero de 2021, Sevilla ha recordado que Bankia y CaixaBank se han comprometido a no realizar ninguna distribución hasta que la operación esté cerrada, debido a que afectaría a la ecuación de canje final.
"El dividendo que se pague será ya el de la entidad fusionada, por lo que a partir de marzo --cuando se prevé que se cierre la operación-- es cuando podría producirse, con las nuevas acciones que estuvieran en circulación", ha dicho el consejero delegado de Bankia, que no ha revelado qué cargo ocupará en el grupo combinado.
El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha afirmado que la negociación con sindicatos sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) se iniciará una vez la fusión con CaixaBank se haya cerrado legalmente, lo que está previsto para el próximo mes de marzo.
De este modo, Sevilla espera que las salidas de los empleados empiecen a hacerse efectivas cuando se alcance un acuerdo con la representación sindical, y cree que estarán casi completadas tras la integración tecnológica, proceso sobre el que ya trabaja un equipo para poder llevarla a cabo en el cuarto trimestre de 2021.
"Cuando se formalice la operación, a la altura de marzo, lo primero será dialogar con los sindicatos y buscar un acuerdo que permita dar respuesta a los requerimientos de la fusión", ha explicado Sevilla durante la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados correspondientes al tercer trimestre del año.
Así, "a partir de ese momento y, de acuerdo a lo que se pacte, se producirá cualquier proceso de salidas", ha dicho Sevilla, añadiendo que "buena parte estará condicionada a la integración informática, aunque "no necesariamente todo".
A su vez, el consejero delegado de Bankia ha reiterado la experiencia de la entidad que dirige en acometer procesos de reestructuración de este tipo y ha subrayado también la capacidad de negociación de CaixaBank en los mismos. "Fueron procesos con ajustes razonables, equilibrados y con sensibilidad", ha apostillado.
En otro orden de cosas, Sevilla ha apuntado a que el exceso de capital se utilizará para realizar los ajustes de la fusión, que buscan, en definitiva, generar una entidad más rentable en el futuro.
Por tanto, descarta que ese capital vaya a utilizarse para repartir dividendos. Igualmente, en el hipotético caso de que el Banco Central Europeo (BCE) levante el veto al reparto de beneficios a partir del 1 de enero de 2021, Sevilla ha recordado que Bankia y CaixaBank se han comprometido a no realizar ninguna distribución hasta que la operación esté cerrada, debido a que afectaría a la ecuación de canje final.
"El dividendo que se pague será ya el de la entidad fusionada, por lo que a partir de marzo --cuando se prevé que se cierre la operación-- es cuando podría producirse, con las nuevas acciones que estuvieran en circulación", ha dicho el consejero delegado de Bankia, que no ha revelado qué cargo ocupará en el grupo combinado.