VALENCIA. El barrio del Cabanyal es un crisol de realidades. Más allá de la llamada popular y oficialmente 'zona cero', el barrio se mantiene en pie a la espera de que las múltiples normativas del Gobierno local sirvan para reactivar la actividad económica y reordenar su realidad social y urbanística.
No obstante, el componente de la participación ciudadana del que el Ayuntamiento de Valencia quiere dotar a la nueva realidad en el Cabanyal va mostrando sus incursiones desde la iniciativa privada. Algunas se avanzaron a este presente, pero otras llegan ahora, como el souvenir creado por la arquitecta y diseñadora Virginia Lorente en colaboración con el diseñador Pablo Ejarque desde el estudio 2i2Quatre.
Cabanyal, el nombre del proyecto, es un desplegable que recorre siete fachadas del barrio, explotando su estilo modernista en una ilustración desplegable impresa sobre papel ofset de 300 gramos. También existe la versión que aúna este objeto en una sola lámina. Los autores son los mismos impulsores de la marca Atypical Valencia, con tienda online y física, situada en el Carrer dels Cavallers 10, en pleno foco turístico.
Esta marca, que ya ha marcado tendencia con la creación de souvenirs con tanto arraigo como la recuperación de la tipografía del Refugio, propone un paseo por el barrio en busca de su arquitectura singular. De hecho, como Lorente apunta a Valencia Plaza, "las fachadas del desplegable se encuentran en un recorrido sencillo de realizar, entre tres y cuatro calles". Las fachadas están referenciadas en el souvenir con su dirección exacta dentro del Cabanyal.
La intención, señala Lorente, es la de "poner en valor el barrio desde nuestra actividad". Esperan ampliar la serie en caso de éxito con nuevos desplegables, nuevas fachadas y más material alternativo, en la línea de continuidad para mostrar "la cultura, arquitectura y patrimonio natural y cultural, replanteando el souvenir como un objeto bello y lleno de creatividad, que evoca el recuerdo de un lugar".
El diseño para Atypical Valencia está en la senda de su identidad como empresa de souvenirs que muestran respeto y compromiso por la ciudad, convirtiéndose en un producto tan atractivo o más para vecinos como para turistas. De hecho, desde la marca ya adelantan que están atentos al interés de comercios del barrio para su venta, ya que creen que es un escaparate idóneo para este lucido desplegable de fachadas genuinas abiertas al mar.
