el arquitecto recupera la ACTIVIDAD DE SU EMPRESA

La nueva vida del exalcalde de Paterna Lorenzo Agustí

12/01/2019 - 

VALÈNCIA. "Mucha gente se me queda mirando y me pregunta dudando ¿eres Lorenzo Agustí?" En efecto, al exalcalde de Paterna se le ve distinto, y no solo por su cambio de look. Se le ve contento, departiendo tranquilo en una de las obras que asesora su empresa, Gestión y Proyectos 2002, la misma mercantil en la que desempeñaba su profesión -la arquitectura- antes de su trastabillado paso por la política.

Según asegura, su caso es lo contrario a una 'puerta giratoria'. "Pese a que el sector inmobiliario ha cambiado muchísimo, hago exactamente lo mismo que hacía antes de ser alcalde", afirma. En concreto, su compañía ofrece la búsqueda de localizaciones de suelo para promotoras, gestiones urbanísticas y labores de arquitectura y comercialización, y está especialmente orientada a compañías de fuera de la Comunitat que deciden implantarse en la autonomía. 

"Dejé inactiva esta sociedad en los años de ejercicio político, una empresa con la que hicimos muchas cosas en el periodo inicial, como el desarrollo del edificio Urbis en Cortes Valencianas, por ejemplo. Pero al salir de la alcaldía me tuve que tomar un año de análisis, porque era junio del 2014 y en València el sector inmobiliario no existía, estaba congelado. Solo había movimiento en Madrid. Allí trabajaban básicamente los bancos -con pocas promociones-, los fondos, que empezaban a crear las promotoras, y las cooperativas", relata con entusiasmo.


La decisión fue apostar por esta última opción, por la gestión de proyectos de cooperativas. "El análisis fue que aquí en València pasaría algo similar. Aquí arrancaron los bancos, empezó a construir Solvia en Alfahuir, en la Ronda Norte, y también lo hicieron poco a poco los fondos y las cooperativas", explica. Fue entonces cuando empezó a colaborar con Ginkgo, que cuenta en la actualidad con un total de cuatro proyectos en la capital del Turia.

Su equipo, además de él, lo forman tres arquitectos, un aparejador y un abogado. Y Agustí, pese a que supervisa la arquitectura, se centra en la labor de la localización del terreno para construir. "Me siento muy satisfecho con mi trabajo", exhala preguntado por su estado anímico. "Es algo que ya hacía y que he vuelto a hacer, y creo que ha sido un acierto apostar por el sector cooperativo, que permite ofrecer viviendas a la gente a un precio más económico al no haber beneficio para la promotora, solo honorarios de gestión", subraya.

Su salida de la política

"Sí quiero decir alguna cosa sobre Paterna", afirma con gesto más serio preguntado sobre su abrupta salida y la posterior condena por la adjudicación del proyecto del auditorio municipal. "La sentencia me la tuve que comer. No estoy de acuerdo en cómo se desarrolló el proceso ni en el sentido del fallo, pero respeto las decisiones de la justicia", afirma sobre un caso en el que intentó, sin éxito, recusar a la juez por, según indica, la relación personal de ésta con un funcionario al que Agustí despidió.


Pausado, midiendo sus palabras, Lorenzo explica que "el juzgado de Paterna interpretó que había sido mal adjudicado el proyecto". "No me admitieron como prueba un informe del Abogado General del Estado de aquella época (la era de Zapatero), ni tampoco su declaración a mi favor", lamenta, y critica también que se le atribuyó "una relación inexistente con el despacho de arquitectura que se adjudicó el proyecto". "No es cierto, simplemente nos conocíamos, de hecho éramos rivales empresariales", afirma.

"El procedimiento siguió un esquema fijado por el Plan E, ni fue arbitrario ni, por descontado, hice nada mal a sabiendas", replica sobre una sentencia que prefiere tomarse con humor. "Se lo dije a la juez. Me quedo con lo bueno. Ya tenía pocas ganas, pero me quitó la tentación de estar siete años en política con mi inhabilitación", bromea.

Y más allá de este caso, Agustí afirma sentirse "reconfortado" de que los juzgados "archivaran el resto de causas" en las que, a su juicio, intentaron inculparlo "de forma inaceptable". Aquí, para hablar del actual alcalde, el socialista Juan Antonio Sagredo, Agustí sí eleva el tono. "Me alegro de que el sistema judicial haya puesto las cosas en su sitio contra unos opositores que intentaban en los juzgados lo que no conseguían en las urnas", espeta.


"En estos momentos la única vinculación judicial que tengo es una causa en la que yo soy el denunciante y el señor Sagredo es el denunciado por una denuncia falsa. La planteó tres días antes de las elecciones de mayo de 2015, cuando yo ya ni era alcalde ni el candidato del PP", explica Agustí.

El bumerán de Sagredo

Según detalla, "era una denuncia por mil cosas, por malversación, falsificación de documentos y prevaricación en Desarrollo Local de Paterna, una una sociedad mixta entre el Ayuntamiento y Acciona". "Yo le contradenuncié por denuncia falsa, y el juzgado me la admitió, pero quedó suspendida hasta ver si los hechos que se me imputaban eran ciertos", detalla Agustí, que ahora sí recurre al tono burlesco de aquellos tensos plenos municipales de su última etapa.

"La justicia es lenta, pero el caso por fin fue archivado hace unos meses, y entonces se activó mi denuncia contra él. Sagredo está citado para declarar el 30 de enero", expone con cierta malicia. Dicen que el político nunca muere, y tal vez por ello Agustí parece disfrutar de la situación de su sucesor y rival, que, según explica, recibe ahora el bumerán de la visita al juzgado antes de las elecciones. "¡Que conste que no fui yo quien lo buscó!", exclama entre risas para zanjar el tema y regresar, con la calma inicial, al diálogo sobre el sector inmobiliario.