El gestor de fondos de inversión impartirá una charla el próximo lunes 26 de junio en València junto a sus colegas de Abante Josep Prats y Alberto Espelosín
MADRID. España brilla con luz propia. Los activos españoles han vuelto por la puerta grande al radar del inversor internacional. La victoria de Emmanuel Macron en las elecciones francesas ha enterrado definitivamente la posibilidad de ruptura del euro y ha devuelto la atención a los fundamentales. Y esta es la razón de que la bolsa europea sea de las desarrolladas la que mejor lo está haciendo y, entre las europeas, la española sea la que más destaque.
La macro en España está cogiendo velocidad de tracción. Cuarto año de recuperación y 2017 va a ser el tercer año consecutivo de crecimiento por encima del 3%. Este crecimiento se está haciendo sobre unas bases mucho más sólidas y sanas. Es la primera vez en los últimos cuarenta años -periodo temporal comparable- que salimos de una recesión sin que sea el sector de la construcción quien lidere la recuperación. Este dato quizá sea el mejor termómetro del cambio de modelo productivo que se ha producido en España en estos últimos años.
El motor de la economía española ha dejado de ser la construcción y el sector exterior; ahora lo son la inversión y el consumo. España es hoy el país del G-20 que más crece. Y si lo comparamos con el crecimiento que teníamos antes de la crisis, podemos decir que el actual es de mayor calidad. Los crecimientos por encima del 3% previos a la crisis requerían que se construyeran cerca de ochocientas mil casas. Los treses por ciento de los últimos años se han hecho con menos de cien mil casas construidas al año. Ahora bien, la construcción está volviendo a escena, lo que es buena noticia. Primero, porque seguirá impulsando la economía y, segundo, porque es un sector muy intensivo en mano de obra.
Así las cosas, podemos decir que España es un país que no ha desaprovechado la crisis. La economía está cogiendo tracción y están sentadas las bases para que este ritmo de crecimiento continúe los próximos años. Lógicamente, la recuperación de la economía se está trasladando a los resultados empresariales. Hay que destacar que, como consecuencia del ajuste en costes llevado a cabo en los últimos años, la recuperación en beneficios de muchas de estas compañías está siendo exponencial por el enorme apalancamiento operativo que acumulan. Por lo tanto, tenemos el viento de cola en lo que respecta a la macro y la micro.
Y en lo que respecta a las valoraciones, el hecho de haber estado fuera del radar del inversor internacional todo este tiempo ha provocado que las distorsiones de valoración en el caso de la bolsa española sean muy grandes. No hay que olvidar que España no ha dejado un solo charco sin pisar en los últimos años. Desde la crisis de Lehman -septiembre de 2008-, la mayor recesión de nuestra historia, la crisis del euro de la que fuimos protagonistas indiscutibles -la S del horroroso acrónimo acuñado por el Financial Times, PIGS- y, por último, la crisis política que ha estado abierta, como quien dice, hasta hace cinco minutos.
Esa es la razón por la que una vez que se está reduciendo la percepción del riesgo, la bolsa española es la que mejor lo está haciendo. Se dan las razones para que este patrón de comportamiento de los últimos tiempos continúe. Todavía están a tiempo.
José Ramón Iturriaga es gestor de fondos de Abante, que el lunes 26 de junio impartirá una conferencia en València junto a Josep Prats y Alberto Espelosín.