VALÈNCIA. La propuesta la impulsa la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de València. El modelo es la pizza napolitana, que fue decalarada en 2017 por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La idea es que la paella valenciana también lo sea.
Este lunes ha tenido lugar en València la primera de las reuniones de trabajo del Ayuntamiento con lo que la regidora de Turismo, Sandra Gómez, describió como "expertos del mundo de la paella", con los que analizó los pasos a seguir para fijar el plato culinario como lo que es un: referente internacional.
La estrategia viene motivada por los mismos motivos. Al igual que en Nápoles han querido preservar su receta de los experimentos ajenos (pizza con piña no es pizza, es pizza con cosas), en Turismo València aspiran a divulgar la verdadera paella. Porque sí, ese arroz con cosas puede estar buenísimo, pero no es paella, como una tortilla con queso no es una tortilla de patatas.
"Entendemos que la paella se está ganando un sitio a nivel internacional con el Día de la Paella [que se celebra el 20 de septiembre]. Aprovechando esa ola de aceptación, queremos que sea reconocida a nivel internacional como una de esas recetas que merecen el reconocimiento internacional, que va más allá de València y de España, que es de todo el mundo", aseguró Gómez.
La reunión, impulsada por Turismo, es el inicio de un "largo camino", apuntó Gómez, pero son conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer. "Debíamos empezar a dar los primeros pasos", explicó la regidora y teniente de alcalde de València.
La Comisión debe determinar la denominación de lo que se va a declarar Bien Inmaterial de la Humanidad. Para entenderlo mejor, además la pizza napolitana se tomarán como modelos las Nsima, plato tradicional de Zambia y Malawi; el café árabe o la tradición de preparar y compartir la dolma, signo distintitivo de identidad cultural del pueblo de Azerbayán.
De la paella se quiere proponer como icono de la hospitalidad valenciana, icono cultural de la Comunitat Valenciana, como símbolo de unión e identidad valenciana, además de poner en valor el arte de preparar y compartir la paella, con sus rituales.
El primer paso para solicitar el reconocimiento como Bien Inmaterial de la Humanidad pasa por obtener la Declaración de Bien de Interés Cultural, que otorga la Conselleria de Cultura. Una vez obtenida esta Declaración, la Generalitat presentará al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte la propuesta de candidatura a la Lista de bienes culturales registrados de las diferentes comunidades para presentar a UNESCO, llamada Lista Indicativa.
El Bien, explican desde el Ayuntamiento, debe permanecer en esta lista al menos un año. A partir de aquí el proceso continúa durante al menos dos años más, interviniendo el Consejo de Patrimonio Histórico y el Comité de Patrimonio Mundial para su aprobación.
Si finalmente se consigue que la paella sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, eso no supondrá que quienes hacían paellas con albóndigas dejen de hacerlas, pero sí que serán conscientes de que eso no es paella: es arroz con cosas. Que estará muy bueno, pero es otro plato. Y si se tiene alguna duda, que vayan a Nápoles y les pregunten a los napolitanos qué piensan de la pizza con piña.