VALÈNCIA (VP/EP). La escultura La Pamela de Manolo Valdés mirará al mar desde una peana ubicada en la explanada del Tinglado 2, donde se ubicará desde principios de enero de 2018, y será accesible para los visitantes, para lo que La Marina de València ya ha iniciado los trabajos para la habilitación de la peana, de hormigón y madera, donde se anclará la obra. La Marina está trabajando ya en el cierre del vallado para proceder al traslado de la escultura obra de Manolo Valdés, que se ubicará en el Tinglado 2 de la dársena tras resultar ganadora de una votación popular.
La obra del artista valenciano, junto con otras cinco piezas del mismo autor, ha formado parte desde el pasado mes de junio de una exposición temporal instalada en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La Fundación Hortensia Herrero fue la encargada de sufragarla y su presidenta, Hortensia Herrero, se comprometió a adquirir una de ellas y cedérsela a la ciudad de València. Para elegir a la ganadora se convocó una votación entre los visitantes de la muestra. Tras dos meses y medio en los permanecieron abiertas las urnas, La Pamela recibió 12.855 de los más de 41.500 votos registrados.
Para el traslado se va a utilizar una grúa de dimensiones especiales. "Además, la pieza se desmonta en partes para lograr la máxima protección", ha explicado Carlos Campos, encargado de la coordinación de los trabajos. "Es una obra para ser contemplada con una perspectiva de 360 grados. De esta forma, refleja mejor su conexión con el mar", destaca. A ello se une, en su opinión, que la disposición acordada "remarca el carácter tan singular de La Marina de València".
El siguiente paso consiste en el acondicionamiento del espacio y la finalización de la peana, de 4 por 2,80 metros y con una altura aproximada de un metro. Consta de tres niveles diferentes y va forrada con un revestimiento especial de madera para que resulte "visualmente atractiva" a los visitantes. "Queremos que la escultura logre proximidad con el espectador", ha subrayado el arquitecto. La madera empleada es similar a la que se usa en los pantalanes portuarios.
La escultura va a ser accesible al público. Situarla sobre una determinada altura, según Campos, "responde tanto al objetivo de asegurar su estado de conservación como a la propia protección de los visitantes". "Pero no está separada físicamente de las personas que vengan a verla, sino integrada en el paisaje". La Pamela irá identificada con una leyenda en la que se explica tanto el título de la obra, el autor y el proceso de cesión llevado a cabo por la Fundación Hortensia Herrero.