La parabólica de Catar 2022: la Uruguay de Edinson Cavani

VALÈNCIA. Uruguay. Todo un clásico de los Mundiales. Dos veces campeona (1930 como anfitrión y 1950 tras el Maracanazo) y semifinalista en otras tres ocasiones (1954, 1970 y 2010), la Celeste disputa en Catar su decimocuarta cita mundialista. Lo hace sin situarse entre los máximos favoritos al título y tras una extenuante fase de clasificación en Suramérica en la que a última hora, y no sin muchos apuros, pudo cerrar su billete a Catar. De hecho, una racha horrorosa hacia finales del año pasado se cobró el puesto del eterno Óscar Washington Tabárez y le abrió las puertas al actual seleccionador: el exvalencianista Diego Alonso.

Sin embargo, y a pesar del empate sin goles en el debut frente a Corea del Sur, hay que tener mucho cuidado con una Uruguay que nunca ha perdido ese gen competitivo, esa raza y ese empuje que siempre fueron seña de identidad. La mejor muestra la encontramos en la convocatoria del técnico de Montevideo: un interesante híbrido que conserva los últimos retazos de una gran generación que ha marcado una época pero que también abre las puertas a la nueva hornada de jóvenes talentos, algunos de los cuales ya están entre los mejores jugadores del planeta.

Es el cuarto Mundial que disputan los históricos Fernando Muslera (Galatasaray), Diego Godín (Vélez Sarsfield), Martín Cáceres (Los Ángeles Galaxy), Luis Suárez (Nacional de Montevideo) o el valencianista Edinson Cavani. En cambio, Catar es un sueño hecho realidad para los debutantes Sergio Rochet (Nacional de Montevideo), Mathías Olivera (Nápoles), Fede Valverde (Real Madrid), Facundo Pellistri (Manchester United), Nicolás de la Cruz (River Plate) o Darwin Núñez (Liverpool). Se trata de una compleja y delicada transición para una Uruguay que necesita de sus jóvenes talentos para volver a soñar con algo importante.

Los de Diego Alonso no empezaron de la mejor manera en la primera jornada tras el descafeinado empate sin goles ante la Corea del Sur de Heung-min Son (Tottenham), Min-jae Kim (Nápoles) o el exvalencianista Kang-in Lee (Mallorca). La parte buena es que el punto cosechado sazona con mucho picante y desvía mucha necesidad al encuentro que esta noche medirá las aspiraciones de uruguayos y portugueses de cara a su clasificación para los octavos de final. Una derrota de los charrúas pondría contra las cuerdas a un combinado que aún no ha mostrado en absoluto todo su potencial.

"Sabemos lo que es un partido de Mundial: apretado, complejo, complicado"

Diego Alonso, seleccionador de Uruguay

Ante el combinado surcoreano, Uruguay planteó su línea defensiva más habitual, llena de oficio y experiencia gracias a José María Giménez (Atlético de Madrid) y Diego Godín en el eje de la zaga, escoltados por el también veterano Martín Cáceres y Mathías Olivera en los laterales. La medular es posiblemente una de las parcelas más potentes y con más despliegue del campeonato: salió de inicio Rodrigo Betancur (Tottenham), que aporta muchísimo equilibrio, acompañado por Fede Valverde y Matías Vecino (Lazio). Son perfiles mucho más asociados a la contención, la presión y la llegada que a la construcción de juego en estático, donde Uruguay presenta una de sus principales carencias.

De lo que nadie puede albergar dudas es de que arriba se maneja pólvora y de la buena: fueron titulares Darwin Núñez, Luis Suárez y Facundo Pellistri, un joven extremo desequilibrante que dejó buenas sensaciones durante dos temporadas en el Alavés y que es muy del gusto de Diego Alonso. Por si fuera poco, en la segunda parte entró Edinson Cavani para tratar de desbloquear el encuentro.

"Durante el mes que se disputa el Mundial es cuando más te sentís conectado con el fútbol"

Edinson Cavani, jugador de Uruguay

Y es que el banquillo uruguayo ofrece alternativas que contemplan muchos cambios de guion a lo largo de un partido: el mediocentro de River Nicolás de la Cruz, el lateral Matías Viña (Roma), que siempre aporta profundidad por el costado izquierdo, Giorgian de Arrascaeta y Guillermo Varela (Flamengo), el central Sebastián Coates (Sporting de Portugal), el exvalencianista Maxi Gómez (Trabzonspor) y, cómo no, el mencionado Edinson Cavani. El Matador es la primera alternativa en ataque saliendo desde el banquillo y aportará experiencia, remate y gol en esos partidos que parecen tener puesto el cerrojo.

El empate ante Corea del Sur obliga hoy a Uruguay a buscar la victoria ante un combinado que presenta en este campeonato la que para muchos es la mejor plantilla de Portugal de las últimas décadas. Sin embargo, los lusos terminaron pidiendo la hora el pasado jueves en la victoria 3-2 ante Ghana en otra muestra más de la tremenda igualdad que gobierna el campeonato. Cualquier cosa puede pasar hoy en Lusail en un encuentro que promete mucho ritmo y en el que Uruguay tratará de llevar a su terreno a una Portugal que, jugador por jugador, tiene más calidad pero mucha menos capacidad de despliegue. Cruce de estilos y de aspiraciones con la clasificación para octavos en el horizonte.