Tras el espectacular rally que han protagonizado los bonos griegos, puede que al nuevo Gobierno heleno le resulte difícil cumplir con las expectativas del mercado
MADRID. En la Eneida de Virgilio, el sacerdote troyano Laocoonte aconseja desconfiar de los griegos "incluso cuando traen regalos", lo que quizás nos recuerde que no siempre es buena idea fiarse de los adivinos. Los inversores en deuda del Gobierno heleno, que también desconfiaban cuando se desencadenó la deuda de crisis de la eurozona, se han visto recompensados en los últimos años con generosas ganancias.
En 2012, cuando parecía que la ruptura de la Eurozona era inminente, los inversores se vieron forzados a canjear sus bonos por otros con vencimientos mucho más largos. Por suerte para los que mantuvieron la calma, la reestructuración de la deuda griega no resultó ser un caballo de Troya que acabase destruyendo el resto de la Eurozona. De hecho, durante el mandato del ex primer ministro Alexis Tsipras, Grecia ha llegado a convertirse en una especie de ‘héroe’ en el mercado de bonos, en parte gracias a que las encuestas llevaban meses sugiriendo que el centro-derecha ganaría las elecciones legislativas de julio. Con casi el 40% de los votos, el nuevo primer ministro Kiriakos Mitsotakis se ha comprometido a continuar con las reformas.
Sin embargo, parece que los mercados ya descuentan gran parte de esas promesas, así como el hecho de que Mitsotakis cumplirá con las medidas de austeridad que Tsipras se vio obligado a aceptar en su momento. Nuestro 'Gráfico de la Semana' recoge la evolución del precio de los bonos griegos que vencen en febrero de 2042 (el vencimiento más largo de la reestructuración de deuda de 2012). Su precio se ha multiplicado por más de cinco. La TIR de estos bonos, que marcó un máximo del 25% en el verano de 2012, se sitúa ahora por debajo del 4%. La semana pasada, Grecia colocó deuda pública a siete años a un tipo de interés inferior al 2%.
No obstante, la victoria de Mitsotakis puede resultar más frágil de lo parece. Su amplia mayoría parlamentaria solo se debe al hecho de que, en el sistema electoral griego, el partido más votado obtiene una prima de 50 escaños. Y Tsipras, ahora en la oposición, podría convertirse en un adversario formidable.
En nuestra opinión, Mitsotakis sin duda disfrutará de una luna de miel política durante la que se esperan buenas noticias. Es posible que su popularidad se vea reforzada, ya que parece que el sector del turismo volverá a alcanzar cifras históricas. No obstante, de cara al otoño, los inversores harán bien en recordar que la particular odisea de Grecia para sanear sus cuentas públicas aún no ha terminado y que aún falta muchísimo tiempo hasta 2042.
Equipo de Análisis de DWS