VALÈNCIA. La Asociación Nacional Empresas de Servicios Energéticos (Anese) ha recurrido los pliegos de licitación del contrato de alumbrado público redactados por el Ayuntamiento de València para un concurso con un presupuesto base de 16 millones de euros (13,6 millones más IVA).
Según ha podido saber este diario, la plataforma de empresas ha decidido presentar ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales un recurso por "errores" en la licitación cuyo objeto es el "mantenimiento de la instalación de alumbrado público de la ciudad de València" durante los próximos cuatro años, hasta 2023.
La licitación consta de dos lotes, uno que cubre la zona norte y el antiguo cauce del río Turia, así como los puentes y pasarelas sobre el mismo, y otro que cubre la zona sur. Señalan los pliegos que esta segunda área cuenta con una "mayor dificultad de la trama urbana", fundamentalmente porque incluye el casco histórico.
En un anexo incluye las condiciones para que los adjudicatarios se subroguen en los derechos del personal que ya realiza estos trabajos, 30 empleados en la zona norte y 28 en la zona sur. Es precisamente este punto, el de la subrogación, el que ha motivado el recurso de Anese, al considerar que no se cumplía con todos los requisitos que fija la normativa de contratos. Según Anese, falta por incluir documentación en este apartado, por lo que a su juicio se incumple la legislación en lo referente a la redacción de pliegos de contratación.
Ahora, el Tribunal Central, que depende del Ministerio de Hacienda, deberá decidir, en primer lugar, si admite o no el recurso, y en segundo término, si lo estima en su totalidad, parcialmente, o lo desestima. Si lo admite, previsiblemente ordenará la paralización del concurso hasta que resuelva sobre el fondo del recurso planteado.
Fuentes de la Asociación explican a Valencia Plaza que se trata más de una cuestión formal que de contenido. Algo que, tras estudiar numerosos pliegos, no es nada extraño, dicen. Si el Tribunal acabara por estimar la impugnación, el consistorio tendría la posibilidad de subsanar el error y volver a sacar los pliegos de licitación, con el único perjuicio de haberse retrasado los plazos para la contratación del servicio.