BRUSELAS. La Unión Europea ha reforzado aún más sus medidas restrictivas contra Rusia y está dispuesta a seguir haciéndolo, aunque ello signifique el corte total con el suministro de ls fuentes de energía rusas. La incógnita es quién lo va a pagar. Ésta fue la primera de las conclusiones del Consejo Europeo, celebrado hace tres días en Bruselas, donde los 27 Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno de la Unión Europea (UE) decidieron seguir sancionando a Rusia en sus propias carnes por la invasión de Ucrania.
La paralización de la puesta en marcha del gasoducto ruso Nord Stream II, antes incluso de que comenzara la guerra, fue un aviso de lo que iba a pasar. A partir del 5 de diciembre, la UE dejará de comprar petróleo ruso y, en primavera, comenzará a establecer mecanismos de control del precio del gas. Queda por dilucidar qué pasará con los cuatro gasoductos terrestres que cruzan Ucrania desde Rusia y el Nord Stream I que, con dificultades, sigue calentando los hogares de Europa del Este y, en especial, de Alemania. La alternativa del gas natural licuado, que llega por barco, es una incógnita ante una Europa sin regasificadoras suficientes.
"Entonces, ¿cuál es la solución para Europa?", se pregunta David Hewitt, director de Hewitt Energy Perspectives Ltd, desde su oficina en Vietnam mientras contempla asombrado cómo Europa cierra la espita del gas ruso. Conoce desde hace 30 años el mercado asiático de la energía, ha comprado y vendido gas natural licuado (GNL) por Corea del Sur, Japón y Hong Kong, Singapur y Canadá, y afirma que Europa no está preparada para calentarse con otras fuentes de energía durante los próximos tres años.
"De acuerdo, hay varios plazos. Y la primera palabra es pragmatismo. Y la segunda palabra es la realidad del mercado global. Europa es un bloque económico increíblemente importante y masivo. Pero tiene que reconocer sus propias debilidades dentro del bloque y tiene que reconocer dónde está en el sistema global con respecto a la molécula marginal, que nuevamente es el GNL". Hewitt insiste en que el precio del gas seguirá marcándolo el gas licuado, porque tiene unos costes mayores y a más largo plazo.
De otro lado, alaba la iniciativa de la UE, en la estrategia dirigida por la Comisión Europea desde esta primavera, para que los Estados almacenen gas de cara al invierno. "Hicieron absolutamente lo correcto para asegurar tantas unidades flotantes de almacenamiento de gas. Porque lo usas o, si no lo usas, tienes la opción de usarlo más adelante. Y realmente aplaudo los pasos que han tomado. Pero sólo tienen que aceptar que estamos en una posición increíblemente difícil y, por lo tanto, deben decidir quién va a pagar. El Reino Unido básicamente ha dicho yo no soy tan solidario. Salieron y dijeron: ‘Limitaremos los precios y absorberemos la inflación’. Lo hicieron rápidamente. Personalmente, entiendo los mecanismos más lentos de Europa para llegar a una solución, con múltiples reuniones y reuniones tras reuniones. Es obvio que la energía está impulsando la inflación, que es increíblemente perjudicial a nivel mundial, no sólo en Europa, por lo que debe controlarse. ¿Cómo la controlas y quién la absorbe?".
La solución para Europa está condicionada por la realidad del mercado global, que es la palabra clave. "Llegaríamos a cualquier punto y continuaríamos usando productos marinos, pero todavía confío en la energía de Rusia. Creo que es un error no integrarla y un gran problema para nosotros. Es nuestro vecino, tenemos que cuidar a nuestros vecinos, incluida Rusia". Hewitt repite estas palabras un día después de que el Alto Representante del Consejo para la Acción Exterior y Vicepresidente de la UE, Josep Borrell, dijera públicamente que aniquilaría el ejército ruso.
"Estoy un poco preocupado porque iremos con eso a una guerra con Rusia. Cuando conoces al personaje…, no hay término medio. En cambio, cuanto antes llegues a la realidad, ¿cuál es ésta?, ¿que puedes seguir dando armas a Ucrania y quedarte a un lado? Se mantienen fuera del camino dando dinero. Una realidad difícil… Dale la mano o dispara. Pero Europa debe coger el petróleo y el gas rusos, porque no está preparada para las consecuencias si no lo hace. Y porque, si no lo hace, va a ser peor. Podemos entrar en una guerra con Rusia. Cuando conoces el carácter de Putin y de los americanos, no hay término medio”, añade David Hewitt “feliz de estar en Vietnam”.
"Para Estados Unidos es una cuestión económica y para Europa es una realidad". Esta fase de Hewitt no es la más contundente. Y lo explica con un ejemplo. "Si coges 155.000 millones de metros cúbicos de suministro de gas ruso, esto es 500 millones de PCM en consumo europeo de gas, y luego lo cortas, ¿cómo puedes quemar más carbón del que puedes quemar? Sí, están las renovables y, luego, di que reduzcan el consumo. En el mercado ‘spot’ de GNL deberías comprar el 100% del mercado bursátil mundial. Estoy absolutamente convencido de que el próximo año Europa no va a obtener el dinero que necesita para comprar en el mercado virtual del gas. La verdadera vergüenza es que la pobreza energética de los europeos será una realidad este año".
Hewitt recuerda la visita de Donald Trump a Polonia en 2018, cuando fue exclusivamente a decirles que le compraran el gas a Noruega y, de paso, les intentó vender el GNL norteamericano. Y explica que Rusia les venderá el gas, y los asiáticos lo licuificarán y lo venderán de nuevo. "Hay un gasoducto en Siberia, en el Este, y hay otro preparado para pasar por Mongolia aún sin construir. Mañana, si cerramos el gas ruso en Europa, Rusia tendrá que cerrar la espita porque aún no tienen a dónde llevarlo. Pero si le pones un tapón, no sabes a dónde va a ir a parar ese gas ni lo que va a pasar, puede haber una explosión en cualquier punto. La lástima es que para los europeos la política energética va a ser una realidad".
En ese ínterin, el gobierno alemán ha decidido pagar la factura de la luz del mes de diciembre a todos sus ciudadanos. Para este experto en gas, es una buena iniciativa. Pero, la cuestión, de nuevo es "la localización del pago. ¿Quién paga? En Alemania es el Estado, pero esto no es todo. Alegan que no quieren el gas ruso desde Turquía. Por tanto, esto no es una solución. Porque no hablamos del invierno de 2023, sino también de 2024 y 2025. Por tanto, haz feliz a todo el mundo por navidad para que pueda visitar el mercadillo de Estrasburgo".