VALÈNCIA. Este jueves la CEO de la compañía Ribera, Elisa Tarazona, se conectaba vía conferencia con la Conselleria de Sanidad para realizar su presentación formal tras el pasado mes de octubre ponerse al mando de la empresa de gestión de hospitales de concesión público-privada, anteriormente liderada por Alberto de Rosa.
Tras la entrada en el nuevo cargo -al ser directora de Operaciones hasta el momento- la nueva CEO solicitaba a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, un encuentro por teleconferencia para poner a la compañía a disposición del departamento y tener la charla cordial correspondiente a la entrada en este tipo de puestos.
Cabe recordar que, a día de hoy, Ribera es la gestora de hospitales de los concesión público-privada de Torrevieja -en proceso de reversión- y Elche-Vinalopó, además de participar en la sociedad gestora de Dénia junto a DKV. Sin embargo, tras dos meses de solicitud Barceló acabó delegando la cuestión a otros cargos de la conselleria, lo que derivó en una concatenación de errores que llevaron a la presentación fallida.
La agenda del departamento de Sanidad recogía este jueves una reunión del director general de Alta Inspección e Investigación, Javier Burgos, con la gerencia de Salud de Torrevieja. Una cuestión que no parecería tan extraña al encontrarse en proceso de reversión el departamento, si no fuera porque nadie de los presentes parecía saber qué hacía en aquella reunión.
Y es que, Barceló derivó la presentación fallida a la subsecretaria de Sanidad, Mónica Almiñana, que chutó la pelota a la secretaria autonómica de Eficiencia de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés, quien también pasó a formar parte de la reunión con la supuesta gerente de Torrevieja en la que participaron otros dos cargos de la administración valenciana.
La cuestión es que, llegado el momento de conectarse para el encuentro, nadie sabía qué hacía allí. Tarazona quería presentarse, mientras que los cargos derivados de Sanidad preguntaban a la CEO de Ribera pensando que dirigía el departamento de la provincia alicantina. Tras 15 minutos de encuentro de conversación 'vacía' decidieron dejarlo correr a la espera de un encuentro con Barceló. ¿Tendrán que esperar desde la compañía valenciana dos meses más?