VALENCIA. El año recién terminado ha dejado un buen puñado de películas para recordar, y parece que la tónica se mantendrá en 2016. Las previsiones para la nueva temporada son optimistas en todos los ámbitos, desde los blockbusters destinados a reventar las taquillas hasta el cine de autor que llegará a las pantallas comerciales tras haber desfilado por los festivales especializados, sin olvidar la producción estatal. Hay nombres y títulos suficientes, algunos de ellos largamente esperados, como para vaticinar sin temor a equivocarse que valdrá mucho la pena acercarse a los cines en los próximos meses. Sin pretensiones exhaustivas, en el presente artículo repasamos casi un centenar de films que deberían estrenarse a lo largo del año. Aquellos que no se hayan pasado al lado oscuro de las series y que aún disfruten de una película en la oscuridad de una sala (ya, sabemos que nos dirigimos a una minoría), pueden ir tomando nota y organizando la agenda.
Mientras Stars Wars: El despertar de la fuerza (Star Wars: The Force Awakens, J.J. Abrams) continúa pulverizando todos los récords de recaudación de la historia (tal y como estaba previsto) y las multisalas se preparan para recibir Los odiosos ocho (The Hateful Eight, Quentin Tarantino) el 15 de enero, otros títulos destinados a demostrar que aún es posible rentabilizar las grandes producciones esperan su turno. Y no son pocos, aunque su interés, a priori, sea bastante desigual. Porque probablemente será un éxito, pero cuesta imaginar gente que no pueda conciliar el sueño pensando en la llegada de Inferno (Ron Howard), la tercera entrega de las aventuras de Tom Hanks basadas en los best sellers de Dan Brown. Y si es así, que se arme de paciencia, porque se estrenará en octubre. Y ojo, que la cuarta (The Lost Symbol) ya está en camino. Tampoco parece que Bridget Jones’s Baby (Sharon Maguire), que llega más de una década después de Bridget Jones: Sobreviviré (Bridget Jones: The Edge of Reason, Beeban Kidron, 2004), vaya a aportar nada al personaje, más allá de ver los efectos de la cirugía en el rostro de Renée Zellweger, pero hordas de mujeres que aún no han descubierto en qué consiste el feminismo harán la preceptiva cola para compartir neurosis.
También tendrá versión fílmica otra novela de éxito, La chica del tren, que ha adaptado Tate Taylor, pero las secuelas son las que más abundan entre las previsiones de los grandes estudios para salvar el año. Seguramente, la más esperada es Zoolander 2 (Ben Stiller), que llega en febrero. La conversión de su antecesora en (inexplicable) cult movie le augura una buena taquilla. La misma que obtendrán, probablemente Creed: La leyenda de Rocky (Ryan Coogler), con Sylvester Stallone interpretando por enésima vez al sonado Rocky Balboa; Independence Day: Contraataque (Independence Day: Resurgence, Roland Emmerich), prevista para junio; o Alicia a través del espejo (Alice Through the Looking Glass), que Tim Burton ni siquiera se ha molestado en dirigir, dejando el encargo en manos de James Bobin. Eso sí, ninguna de ellas, ni siquiera Star Trek: Más allá (Star Trek Beyond, Justin Lin) movilizará tanto público como Rogue One: A Star Wars Story (Gareth Edwards), un spin-off con Felicity Jones y Mads Mikkelsen que Walt Disney y Lucasfilm se han sacado de la manga para saciar la voracidad de los fans de la saga hasta que llegue el Episodio VIII, que está dirigiendo Rian Johnson (Brick, Looper) para que se estrene en 2017.
¿Quieren más? Pues tomen nota: En julio habrá nueva entrega de la saga Bourne, aún sin título, pero nuevamente dirigida por Paul Greengrass. Shane Black, el responsable de Iron Man 3 (2013), estrenará en mayo The Nice Guys, un thriller con Russell Crowe y Ryan Gosling ambientado en la industria porno de los setenta. El irreverente Sacha Baron Cohen regresará acompañado de Penélope Cruz en Agente contrainteligente (The Brothers Grimsby, Louis Leterrier). Michael Fassbender encarnará a Callum Lynch, el protagonista del videojuego Assassin’s Creed (Justin Kurzel). Jodie Foster volverá a la dirección con Money Monster, con Julia Roberts y George Clooney como protagonistas. Hugh Hudson saldrá de su retiro para dirigir Altamira, sobre las famosas pinturas rupestres y con Antonio Banderas encabezando el reparto (sí, da miedo). Y Steven Spielberg adaptará a Roal Dahl en Mi amigo el gigante (The BFG), que se estrenará en julio.
Tampoco faltarán los remakes, otra baza segura de la industria americana. En verano será el turno de Cazafantasmas III, versión femenina del clásico de los ochenta dirigida por Paul Feig. Antoine Fuqua se ha atrevido a revisitar Los siete magníficos (que ya era una versión de Los siete samuráis, de Akira Kurosawa), Timur Bekmambetov ha hecho lo propio con Ben-Hur (casi nada) y Jonathan Liebesman firma una nueva versión de Jumanji que, para qué nos vamos a engañar, igual no era necesaria. Tampoco aprende Angelina Jolie, que insiste tras la cámara en Frente al mar (By the Sea). Y se acabó Harry Potter, pero en noviembre tendremos la ración obligatoria de J.K. Rowling gracias a Animales fantásticos y dónde encontrarlos (Fantastic Beasts and Where to Find Them, David Yates). Además, biografías del ciclista Lance Armstrong (The Program, Stephen Frears), el atleta Jesse Owens (Race, Stephen Hopkins) y el escritor y guionista Dalton Trumbo (Trumbo, Jay Roach).
Y aún falta una categoría que ya se podría considerar un género en sí misma, teniendo en cuenta el volumen de producción que alcanza. Si, hablamos de los superhéroes. La segunda parte de Guardianes de la galaxia no llegará hasta 2017, pero hay material de sobra para pasar el rato mientras tanto. El 23 de marzo se estrena Batman vs Superman: El amanecer de la justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice), firmada por Zack Snyder, el rey de la hipertrofia cinematográfica, y con tres superhéroes en liza, ya que a los dos del título hay que sumar a Wonder Woman (que tendrá película propia en breve). Además, habrá ración de mutantes con X-Men: Apocalipsis (X-Men: Apocalypse), de nuevo con Brian Synger tras la cámara. El inevitable mezcladillo de superhéroes en Capitán América: Guerra civil (Captain America: Civil War, Anthony y Joe Russo), donde el chico del escudo coincidirá con Iron Man y Los Vengadores. También tendremos un puñado de supervillanos trabajando para el gobierno americano en Escuadrón Suicida (Suicide Squad, David Ayer). Y debutantes que podrían dar lugar a nuevas franquicias, como Deadpool (Tim Miller), un peculiar antihéroe Marvel, productora que pondrá su sello en Gambit, el regreso de Doug Liman, y en Doctor Extraño (Scott Derrickson), con Benedict Cumberbatch en plenitud de facultades.
Vida más allá de la taquilla
El cine de autor tampoco se quedará corto en 2016. Mientras se pensaba si dirigía o no el anunciado biopic sobre Frank Sinatra y supervisaba que todo fuera como debía en la teleserie Vynil, el veterano Martin Scorsese tuvo tiempo de terminar un proyecto largamente acariciado: Silencio (Silence), adaptación de la novela de Shûsaku Endô. Por su parte, Terrence Malick estrenará dos películas: Knight of Cups, acerca de un guionista al que comienzan a suceder hechos extraños, y Voyage of Time, un documental sobre el origen del Universo. Clint Eastwood vuelve a recrearse en un episodio real de la historia americana en Sully, protagonizada por Tom Hanks, y Todd Haynes adapta a Patricia Highsmith en Carol, film que ha pasado por numerosos festivales en 2015 y cuyo acceso a las pantallas comerciales se ha retrasado inexplicablemente. Llega, por fin, en febrero, el mes en que también podremos ver ¡Ave, César! (Hail, Caesar!), una gamberrada de los hermanos Coen ambientada en el Hollywood de los años cincuenta.
Otros títulos que han pasado por festivales en 2015 y que se acomodarán en nuestras pantallas a lo largo de los próximos meses reclaman atención prioritaria. Es el caso de Cemetery of Splendour, de Apichatpong Weerasethakul, obra maestra incluida en todas las quinielas con lo mejor de la temporada pasada, excepto en las españolas, ya que estuvo en diversos certámenes, pero aún no ha entrado en el circuito comercial (según su distribuidora, lo hará en abril). Un caso similar es el de Mustang (Deniz Gamze Ergüven), premiada en Cannes y nominada en los próximos Goya como mejor película europea. Y en las mismas circunstancias (incluida la proyección en Cannes) se encuentra Las mil y una noches (As mil e uma noites), del portugués Miguel Gomes, que deslumbró con la soberbia Tabú (2012) y esta vez adapta con mirada contemporánea la famosa recopilación de cuentos orientales en un fabuloso tríptico de más de seis horas de duración.
Como decía Super Ratón, “no se vayan todavía, aún más”. Mucho más, de hecho. Porque en 2016 podremos disfrutar también de nuevos trabajos firmados por los estadounidenses John Cameron Mitchell (How to Talk to Girls at Parties, basada en Neil Gaiman), Todd Solondz (Wiener-Dog) Whit Stillman (Love and Friendship) y Derek Cianfrance (The Light Between Oceans), el alemán Wim Wenders (The Beautiful Days of Aranjuez, con Nick Cave), el serbio Emir Kusturica (On the Milky Road), el japonés Takashi Miike (Terra Formars, adaptación de un manga), el rumano Cristian Mungiu (Fotografii de familie), el coreano Park Chan-wook (Agassi, que no es una biografía del tenista), la argentina Lucrecia Martel (la esperadísima Zama), la inglesa Andrea Arnold (American Honey), el danés Nicolas Winding Refn (The Neon Demon), los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne (La fille inconnue), el holandés Paul Verhoeven (Elle, con Isabelle Huppert), el canadiense Xavier Dolan (Juste la fin du monde) y los franceses Mia Hansen-Løve (L’avenir), Bruno Dumont (Ma loute) y Olivier Assayas, que en Personal Shopper repite con Kristen Stewart, a quien también veremos en Billy Lynn’s Long Halftime Walk, de Ang Lee. Pueden tomar aire.
Pero solo un momento, porque la lista sigue creciendo con títulos que han creado tanta expectación como El renacido (The Revenant), lo nuevo de Alejandro González Iñárritu con Leonardo DiCaprio, o Midnight Special, la cuarta película de Jeff Nichols, uno de los más interesantes directores americanos del momento (Take Shelter, Mud). Tampoco convendrá pasar por alto La habitación (Lenny Abrahamson), ni Ali and Nino, ficción que viene firmada por Asif Kapadia, aclamado director de documentales que podría llevarse el Oscar por Amy, una película que no ha sido impedimento para que Kirsten Sheridan rodara Amy Winehouse, biopic en el que Noomi Rapace encarna a la malograda cantante soul. No será el único que podamos ver en breve, ya que también espera turno Born to be Blue, donde Ethan Hawke da vida al legendario trompetista de jazz Chet Baker a las órdenes del debutante Robert Budreau. Y ya que hablamos de músicos, no olvidemos tampoco Janis: Little Girl Blue, documental de Amy Berg narrado por Cat Power, ni A Bigger Splash, de Luca Guadagnino, un remake de La piscina (La piscine, Jacques Deray, 1969), centrado en el siniestro juego de relaciones que forman una estrella del rock (Tilda Swinton) su pareja (Matthias Schoenaerts), su antiguo representante (Ralph Fiennes) y su hija (Dakota Johnson).
Finalmente, algunos de los estrenos españoles de 2016 que mayor interés despiertan, al menos a priori. Será un año en el que vuelva Pedro Almodóvar, que tras el batacazo de Los amantes pasajeros presenta Julieta, centrada en las vicisitudes de una mujer que durante tres décadas sufre la ausencia de personas importantes en su vida. Según el manchego, “es un drama que pega muy duro, un regreso al cine de mujeres y de grandes protagonistas femeninas”. Entre ellas, Emma Suárez, Adriana Ugarte, Inma Cuesta y Michelle Jenner. Otro español que cuenta sus películas por triunfos es Juan Antonio Bayona, que antes de ponerse al frente de World War Z 2 estrenará Un monstruo viene a verme (A Monster Calls), un cuento fantástico protagonizado por Liam Neeson, Felicity Jones y Sigourney Weaver. También ha rodado en Estados Unidos el inquieto Nacho Vigalondo, que cuenta con la baza de Anne Hathaway para lograr que Colossal se convierta en su primer éxito de taquilla.
Ocho años después de debutar con 3 días, Francisco Javier Gutiérrez ha logrado poner en pie Rings, sin estrellas de renombre en el reparto, pero con participación en el guión de Akiva Goldsman (Una mente maravillosa, El código Da Vinci) y rodaje americano, puesto que se trata de una precuela de la famosa franquicia de horror oriental Ringu (Hideo Nakata, 1998). En cuanto a la producción nacional, en marzo llegará Cien años de perdón, thriller de Daniel Calparsoro escrito por Jorge Guerricaechevarría y protagonizado por un Luis Tosar que este año también estrenará Plan de fuga, a las órdenes de Iñaki Dorronsoro, y Toro, de Kike Maíllo. El iconoclasta Albert Serra vuelve con La mort de Louis XIV, Alberto Rodríguez (La isla mínima) adaptará El hombre de las mil caras, la novela de Manuel Cerdán sobre el agente secreto español Francisco Paesa, y habrá Paco León por partida doble: Como actor, en Embarazados (Juana Macías), y como director, en Kiki, el amor se hace. No sabemos si al final saldremos de la crisis o no, pero al menos vamos a pasar un año entretenido.