La reestructuración de la 'cúpula' de la Banda Municipal apunta a la salida de Rafael Sanz-Espert

VALÈNCIA. La Banda Municipal de València se prepara para iniciar una nueva fase con la reestructuración de la primera línea de gestión administrativa y artística. El Ayuntamiento de València anunció la semana pasada varios cambios en el organigrama para dotar de una nueva estructura la formación, descartando además su traslado al Organismo Autónomo Municipal del Palau de la Música.

De esta manera, el departamento liderado por Jose Luis Moreno, concejal de Cultura del Ayuntamiento de València, plantea la creación de dos nuevas plazas y la distribución de tareas de las ya existentes. Sintetizando: otrora existía una figura de Director, que concentraba la dirección artística y administrativa; con la salida, este mismo mismo, del máximo responsable entonces, Rafael Sanz-Espert, el anterior equipo de gobierno creó una nueva plaza de Jefe de Sección “técnico-administrativa”, al que iría destinado el dimitido.

La propuesta del nuevo Ayuntamiento es la siguiente: el director de la Banda Municipal será una puramente artística y será mediante un concurso abierto para buscar un nombre autorizado. Se este puesto se desgajará la dirección administrativa, en un nuevo puesto, el de Jefatura de Servicio, un puesto de naturaleza funcionarial. Además, el Director tendrá una mano derecha, un subdirector, que siempre procederá de la propia Banda. Todo esto sin amortizar la plaza de la Jefatura de Sección técnico-administrativa de la que actualmente es titular Rafael Sánz-Espert.

Los miembros de la formación más críticos con el ahora ex-director entienderon en este movimiento una dimisión ‘en diferido’ con que mantener el poder de ciertas decisiones esenciales sin tener que enfrentarse directamente con los miembros de la Banda con los que estaba enfrentados.

Con el nuevo organigrama, las competencias de esta jefatura de sección se reparten entre otras personas y delega muchas de las decisiones en ese jefe de sección que se buscará próximamente. La jefatura de sección, de esta manera, queda como un puesto eminentemente técnico en que Sanz-Espert no se sentiría cómodo porque su formación es musical y no administrativa, según señalan fuentes cercanas a este proceso.

Sanz-Espert, de esta manera, podría abandonar dicha jefatura y no haría falta tampoco que se reincorporar a su plaza dentro de la Banda Municipal (que es en la que está adscrito), puesto que hay vacantes en otros servicios como en el claustro del conservatorio. De esta manera, la Banda Municipal hará un definitivo punto y aparte en un cambio de ciclo político.

Miquel Rodrigo, director interino

La salida de Sanz-Espert descabezó la Banda Municipal. Fue en el mes de abril cuando el Ayuntamiento anunció el resultado de la comisión de servicios que habían abierto para cubrir la plaza de manera temporal, con el objetivo de hacer una oposición para darle estabilidad a la dirección mediante la convocatoria de una plaza funcionarial, un modelo al que el nuevo gobierno ha dado un giro de 180 grados.

El elegido en la comisión de servicios fue Miquel Rodrigo i Tamarit, a quien la Banda Municipal recibió con los brazos abiertos tras muchos meses de tensión y con la ventaja de ser miembro de la formación en excedencia. Es decir,  alguien “de la casa”.

La fase de búsqueda para completar este nuevo organigrama tiene una naturaleza múltiple. Por un lado, el puesto de director artístico será mediante concurso público, y busca ser “un fichaje”. El subdirector será una persona elegida entre los miembros de la Banda Municipal. Y tanto el Jefe de Servicio como el de Sección Técnico-Administrativa serán de carácter eminentemente funcionarial porque se busca desatascar diferentes procesos para la consolidación de la formación.

El más notable, el de cubrir las plazas vacantes. Tal y como explicó el concejal Moreno en una rueda de prensa reciente, lo primero es que se complete el proceso de estabilización que están llevando a cabo todas las administraciones públicas y que en el caso del Ayuntamiento se alargará hasta el verano de 2024. Una vez cubiertas esas plazas, tocará hacer lo propio con el resto de vacantes. Y después de todo eso la intención del Ayuntamiento es la de agrandar la estructura tanto de la Banda Municipal como de la Orquestra de València, con la creación de nuevos puestos.

Además, la Banda Municipal dejará de ensayar en las dependencias de la Policía Local en la Avenida del Cid, como venían haciendo hasta ahora. A partir de ahora su sala de ensayos será la García Navarro, en el Palau de la Música.