Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. La factura por los trabajos pendientes para la recuperación total del Palau de la Música ya tiene una cifra estimada: 6,4 millones de euros. Es la conclusión del informe que el Ayuntamiento encargó a sus técnicos para que se hiciera un repaso pormenorizado de todas las deficiencias que seguía teniendo el edificio y que se detectaron, parece ser, días antes de su reapertura.
Fue a finales de agosto cuando el recién estrenado equipo de gobierno del Ayuntamiento de València reveló que, a pesar de los cuatro años de cierre del edificio y 12 millones de euros de obra, había desperfectos que no se habían contemplado. Esencialmente, varias goteras y filtraciones en el edificio anexo.
Entonces, el concejal de Cultura, José Luis Moreno, encargó un informe minucioso para saber qué quedaba por hacer para reparar el 100% del edificio y poder abordar unas obras entonces prometieron que no afectarían a la programación. Sin embargo, según ha desvelado el director del Palau, Vicente Llimerá, "esta misma semana estudiaremos esta auditoria poder realizar las obras sin tener que cerrar de nuevo el edificio, aunque esto de momento no está asegurado porque alguna de las actuaciones son de envergadura, lo que podría interferir en la programación”.
En el desglose que ha facilitado el Ayuntamiento a los medios de comunicación, una de las partidas más importantes es -en efecto- las filtraciones y entradas de agua en el edificio anexo (más de un millón de euros) o la renovación del sistema de climatización del mismo (725 mil euros).
En una nota remitida por el propio Ayuntamiento se apunta a que "este estudio desvela la chapuza de restauración que realizó el anterior gobierno de Compromís y PSOE. Tuvieron más de cuatro años cerrado el Palau por la caída de uno de los techos y no aprovecharon para actuar en todas las deficiencias del edificio que ya se sabían pero ni tan siquiera fueron cuantificadas. Además, todas estas actuaciones costarán mucho más que si se hubieran efectuado en el momento que se realizó la actuación cuando se cerró".
En todo caso, la auditoria que suma esos trabajos por más de 6,4 millones de euros también abordan otras obras más allá de los desperfectos señalados hace casi ocho meses. En el mismo Palau de la Música, el informe señala la "Reposición y mejora de los acabados del vestíbulo acristalado" (592 mil euros), "Actuaciones para la mejora del aislamiento acústico de la Sala Iturbi" (121 mil euros) o "Barras de cafetería del vestíbulo acristalado" (110 mil euros).
Además, apunta a trabajos no anunciados cuando se encargó el estudio como “Posibilidades de ampliación del uso de los espacios (a solicitud de la Dirección del Palau)” (185 mil euros) y “Estudio de alternativas para ampliar el escenario de la sala Iturbi en ocasiones puntuales" (90 mil euros).
Ya a finales de agosto este asunto fue abordado personalmente por la alcaldesa María José Catalá como uno de los principales reproches a la herencia recibida del anterior gobierno. Llimerá hace ahora suyas las críticas: "No se entiende como, una vez cerrado el Palau, no se realizó la obra integral y ahora tendrán que volver las obras. Sabiendo que estaban todas estas deficiencias, se deberían haber abordado entonces en aquel contrato".
Por su parte, preguntada por este diario, la expresidenta del Palau de la Música, Glòria Tello, ha querido señalar que "Invertimos en ocho años lo que el PP no había invertido en 24. Y no sólo en la obra integral, sino también antes de ella ya habíamos invertido en nuestros primeros dos años más que el PP en dos décadas". Además, "cabe recordar que en el edificio anexo [que es donde se encuentra el grueso de las filtraciones] es donde se encuentra la sala de ensayo de la Orquestra; sin tener disponible la sala Iturbi, las dos obras a la vez hubiera obligado a enviar al orquesta a casa sin tener espacio donde ensayar y sin poder hacer ningún concierto y parando la programación, cosa que no hicimos en ningún momento".
