VALÈNCIA. El grupo gestor de residencias y servicios para mayores La Saleta Care sigue expandiendo su modelo. Así lo reflejan en las cuentas de 2018, donde se recoge un incremento de la facturación de 5,22% hasta los 57,4 millones. Sin embargo, la compañía redujo sus beneficios hasta los 3,6 millones de euros desde los 5 millones que facturó en 2017.
Desde la sociedad atribuyen este crecimiento a la gestión de nuevos centros privados en Alicante y Burgos aunque también hace alusión a las pérdidas de las gestiones públicas RTE Benaguacil, CEEM Albocàsser y RTE Buñol. También apuntan a la mejora de ocupaciones y precios medios del resto de centros privados gestionados por la empresa.
"Los objetivos y retos son seguir como una referencia puntera en el sector sociosanitario y como operador global en la Comunidad Valenciana como en el resto de comunidades autónomas, y una vez consolidado nuestro modelo de gestión ampliarlo a otros colectivos de personas dependientes (discapacidad y enfermos mentales)", señala el informe de gestión. La plantilla de la compañía se incrementó en 2018 por la incorporación de los nuevos centros, pasando de 1.673 empleados en 2017 a 1.821 empleados en 2018.
Con fecha a 1 de febrero de 2019 la empresa también empezó a gestionar el centro La Saleta Larrauri en la provincia de Vizcaya. En 2018 La Saleta, perteneciente al grupo Armonea, adquirió el grupo Baugestión, compuesto por tres sociedades con un centro privado cada una de ellas. También compró la sociedad Albertia Etxea, S.L. que cuenta con un centro privado y Vergel Senior, S.L., que cuenta con otro centro privado.
En fecha 1 de junio de 2018 la sociedad también firmó un contrato de arrendamiento para la gestión de una residencia en Alicante por un periodo mínimo de 15 años, adquirió la gestión de una residencia en Burgos y el 100% de las participaciones de Empresa Salamantina de Gestión de Residencias de Ancianos, S.L. , que cuenta con ocho centros, siendo siete de ellos privados y otro de gestión pública.
En el ejercicio 2018 la sociedad vendió 6 residencias -Bétera, El Puig, Conarda, Ontinyent, Magdalena y Calicanto- para después convertirse en arrendado de la nueva propiedad. Para el ejercicio actual, tenía previsión de adquirir nuevos activos, adjudicarse nuevos contratos administrativos e incrementar ocupaciones y precios medios.
La sociedad tiene un endeudamiento total de 114 millones de euros, estando distribuido en deudas a corto plazo por 10,9 millones de euros y en deudas a la largo plazo por valor de 103,1 millones.