VALÈNCIA. Este viernes saltó la noticia que venía gestándose en las últimas semanas. Alberto Aznar abandonará su cargo como director general de la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha), dependiente de la Conselleria de Vivienda, para ser el nuevo gerente de la empresa urbanística municipal del Ayuntamiento de València, Aumsa. Un nombramiento que deberá aprobarse en el consejo de administración de la mercantil municipal que preside la edil de Urbanismo, Sandra Gómez, quien tuvo a bien agradecer los servicios prestados al hasta ahora gerente del ente, José Antonio Martínez Roda.
Con todo, lo cierto es que la salida de Aznar de la Conselleria de Vivienda, departamento autonómico que encabeza Rubén Martínez Dalmau, deja un hueco reseñable en la entidad pública de vivienda y ahonda en el vacío de poder que arrastra el ente desde hace varias semanas: la EVha queda ahora con dos puestos directivos vacantes.
El equipo directivo de la entidad autonómica cuenta con la plaza de dirección general y dos subdirecciones. La única ocupada tras el abandono de Aznar es la subdirección que dirige Julià Álvaro, hombre próximo a Unides Podem, la formación de Dalmau. Y en este sentido, la vacante que deja el director general se suma al vacío existente en la otra subdirección, que hasta hace no mucho ejercía a propuesta de Compromís Helena Ferrando y que abandonó para trasladarse a un puesto directivo en el Ayuntamiento de València.
La determinación de Ferrando, de hecho, desató fuertes disensiones en el seno del Gobierno autonómico a la hora de sustituirla. Compromís buscaba un perfil para ocupar dicho puesto, pero desde la Conselleria de Vivienda, en manos de Unides Podem, presentaron una propuesta propia, lo que desencadenó las críticas de los socios de gobierno, PSPV y Compromís. La discusión llegó a tal extremo que, según confirmaron varias fuentes entonces, el vicepresidente segundo del Consell, Martínez Dalmau, amenazó con abandonar al considerar que estaba siendo desautorizado en su propio departamento.
La plaza de subdirección de la EVha ha quedado sin cubrir por ahora, y la reciente salida camino a Aumsa del director general, Alberto Aznar, puede reavivar las llamas de una disputa que nunca ha llegado a apagarse del todo. En el fondo subyace el debate sobre qué pata del Gobierno autonómico debe decidir sobre cada uno de los puestos directivos en la entidad de vivienda valenciana.
Para ahondar en el dilema de los nombramientos en la EVha hay que remontarse al inicio de la legislatura, cuando los tres socios del Ejecutivo autonómico acordaron los términos del mestizaje en las diferentes áreas. Entonces, Compromís aspiró a ostentar la gestión de las viviendas sociales al dirigir Mónica Oltra la Conselleria encargada de la dependencia. Un extremo al que se opusieron tanto PSPV como Unides Podem precisamente porque la existencia de una Conselleria de Vivienda -dirigida por los morados- exigía que de ella dependiera la entidad de vivienda valenciana. Y este fue el reparto definitivo.
Así, aunque en su momento Martínez Dalmau decidió elegir como director general a un perfil socialista como Alberto Aznar y como subdirectora a Helena Ferrando a propuesta de Compromís, ahora el vicepresidente segundo insiste en que el Acuerdo del Botánico no obliga al mestizaje entre distintos partidos dentro de las empresas públicas, de manera que los futuros nombramientos deberían basarse, a su juicio, en el criterio de la formación morada.
Ahora, la salida de Aznar puede suponer un factor relevante a la hora de resolver la crisis, según explicaron fuentes del Botànic, al poder Unides Podem elegir a un perfil propio para la máxima dirección de la EVha. Si bien para esta plaza suena, entre otros, el nombre de la asesora del conseller y ex concejala de Vivienda de València, Maria Oliver, no es menos cierto que existe la posibilidad de ascender a Julià Álvaro mientras se negocia el relevo en la subdirección, si bien fuentes conocedoras de la situación consideran inviable esto último. Siempre está la opción, claro está, de buscar un perfil externo para la dirección.
Durante su etapa al frente de la EVha, Aznar ha conseguido dar un impulso a la renovación y rehabilitación del parque público de Vivienda de la Generalitat Valenciana con un aumento considerable del presupuesto al pasar de 14,6 millones en 2018 a 31,6 millones en 2021. Así, se han puesto en marcha una veintena de intervenciones en el mobiliario público valenciano: siete áreas de regeneración y renovación urbana (ARRU) y 13 planes de intervención integral sostenible durante 2019 y 2020
También, la entidad ha lanzado las primeras promociones de alquiler asequible para jóvenes en el centro de València. Y en este momento, estaba apunto de licitar los concursos de suelo para la promoción de vivienda, enmarcados en el Plan 2.400, tanto para la cesión de suelo como para que la EVha retomara la promoción de obra tras una década de sequía.
No obstante, el sustituto de Aznar tendrá que lidiar con tres frentes que la entidad tiene pendientes. Por un lado, reducir el alto número de inmuebles del parque público ocupados de forma ilegal; hacer frente a la deuda millonaria de más de 200 millones que arrastra la EVha, con un canon anual de cerca de siete millones de la Fórmula 1 hasta 2023; así como resolver el problema del personal a extinguir.