una jornada de la uv expone algunas propuestas de mejora e intervención

La sobrecarga de trabajo, el principal factor que atenta contra la salud mental en el entorno laboral

11/03/2022 - 

VALÈNCIA. El estrés, la ansiedad o la depresión son problemas de salud mental que, aunque mucha gente los había experimentado pre-pandemia, lo cierto es que desde marzo de 2020 han aumentado considerablemente. Según los últimos datos de la Encuesta europea de salud difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España a mediados de 2020 había 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo, de las cuales alrededor de 230.000 tenían un diagnóstico grave. No obstante, es importante conocer de dónde viene el problema mental o en qué espacios se produce, y uno de los ambientes en los que cada vez más encontramos este tipo de problemáticas es en el entorno laboral.

Sobre esta cuestión ha organizado la Cátedra de Economía Colaborativa y Transformación Digital de la Universitat de València (UV) una jornada, de la mano de Óscar Pérez Zapata, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas y experto en los riesgos que provoca la intensificación del trabajo en la salud mental. En su intervención, el docente ha dado algunas pinceladas del contexto actual y ha resumido los hallazgos de su investigación con especial énfasis en las propuestas para mejorar e intervenir en este ámbito.

En esta línea, la charla ha girado en torno a dos ideas clave: qué factores afectan más de forma negativa a la salud mental de los trabajadores y las trabajadoras y con qué relevancia; y qué se puede hacer para prevenir este tipo de problemas. Así, el estudio de Pérez Zapata y Gloria Álvarez (Universidad Carlos III de Madrid) concuerda con los últimos datos a nivel europeo proporcionados por las encuestas de población activa británica y española en 2020, que indican que la causa principal que pone en riesgo el bienestar mental en el entorno laboral es la sobrecarga de trabajo, seguida de las exigencias emocionales -sobre todo en trabajos sanitarios, de contacto, etc.- y la precariedad.

Además, la cita ha contado también con el papel institucional, ya que la ponencia la ha presentado Elvira Ródenas, directora general de Trabajo, Bienestar y Seguridad Laboral de la Generalitat Valenciana, junto con Adrián Todolí, profesor de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la UV y codirector de la cátedra que organizaba el evento. A su vez, la jornada también ha contado con la moderación de Carlos Navarro, periodista de eldiario.es de la Comunitat Valenciana.

Respecto a la salud mental en el entorno laboral, Todolí ha puesto el foco en que la mayoría de los problemas de esta índole tienen causas relacionadas con el trabajo, por lo que cualquier actuación que pretenda mejorar este tipo de salud debe recoger la perspectiva de prevención laboral.

Por otro lado, la directora general de Trabajo, Bienestar y Seguridad Laboral ha hecho hincapié en la importancia de investigar sobre salud mental. "He podido comprobar con tristeza que la psicosociología es la gran abandonada de los riesgos laborales, porque es muy difícil determinar si el estrés es consecuencia del trabajo o por características personales, pero esa razón no tiene que justificar que no se investigue la prevención de riesgos laborales. Lo que no se investiga no se sabe, y lo que no se sabe no se previene", ha sentenciado Ródenas.

Las propuestas de intervención

Además de investigar en qué punto de salud mental se encuentra la ciudadanía española y determinar qué factores tienen más peso, como han expresado Ródenas y Todolí, es vital prevenir este tipo de enfermedades y no intentar solucionarlas cuando ya han surgido, como se actúa actualmente mediante, por ejemplo, las bajas de la Seguridad Social. Precisamente por esto, Pérez Zapata también ha propuesto tres grandes líneas de intervención, que podrían reducir entre un 60% y un 80% los casos de mala salud mental en las trabajadoras y los trabajadores, respectivamente.

 

La primera de ellas está asociada a paliar ese primer factor clave, ya que una de las actuaciones que se plantean es regular los ritmos, cargas y exigencias laborales. En este sentido, la rapidez con la que se trabaja o atender varias tareas al mismo tiempo puede jugar una mala pasada para la salud mental de la plantilla y, con su regulación, los casos de mala salud se reducirían un 50% para los hombres y un 18% para las mujeres.

Esta diferenciación de género es importante, tal como ha manifestado el autor, ya que no todos los factores afectan de la misma manera en función del género ni hombres y mujeres desempeñan, a día de hoy, las mismas tareas en todos los ámbitos, ya que hay sectores muy masculinizados y otros que están muy feminizados.

Otra línea de intervención está relacionada con la precariedad, en particular, a garantizar unos salarios suficientes para cubrir imprevistos y a la reducción del miedo a reclamar mejores condiciones de trabajo, con un descenso de la proporción de casos de mala salud mental de entre un 17% y un 19%. Es más, en el caso de las mujeres, el profesor ha subrayado que se debe añadir un 8% de riesgo adicional ligado a horarios semanales reducidos, ya que son muchas las mujeres que experimentan la llamada "doble jornada": la profesional y la del hogar que, pese a que no se remunere, también influye en su salud.

Por último, el autor ha presentado una tercera vía de actuación, centrada en mejorar las relaciones sociales en el trabajo priorizando la resolución de conflictos, que conjuntamente podrían reducir los casos de mala salud mental en un 9% entre los hombres y un 17% entre las mujeres.

La iniciativa estatal y autonómica

"Cuando investigas, la intención al final es cambiar las cosas, y muchas veces nos falta ese vínculo con la administración que es la que realmente tiene capacidad de operar", ha señalado el docente de la Universidad Pontificia de Comillas, quien ha adelantado que el último borrador de la Estrategia de Salud Mental 2022-26 a nivel nacional "expone cosas bastante coherentes con lo que se ha estudiado y señalamos en la investigación, en particular con la velocidad con la que trabajamos", según considera.

Paralelamente, a nivel autonómico también se está trabajando en un Plan Valenciano de Acción para la Salud Mental, que podría tener un borrador antes de agosto de este año. No obstante, es posible que las diferencias entre los socios del Consell hagan que el esbozo del proyecto se retrase, ya que Unides Podem EU anunció el pasado mes de febrero que presentaría una propuesta de ley de salud mental, algo que tanto el PSPV como Compromís han visto con recelo.

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