La sostenibilidad, un compromiso con muchos beneficios

VALÈNCIA. Ser #Lovers de lo Nuestro significa cuidar, respetar y preservar nuestro entorno y contribuir al desarrollo y bienestar de la sociedad. Y muchas empresas valencianas son ejemplo de este compromiso. “Es una responsabilidad de todos hacer un uso responsable de nuestros servicios para garantizar, cada uno desde nuestro puesto de trabajo, que nuestras acciones no comprometan el futuro de nuestros hijos”, afirma Javier Valles, director general de SH Hoteles.

Para esta cadena hotelera valenciana, propietaria de SH Villa Gadea (Altea), SH Ifach (Calpe), SH Inglés y SH Valencia Place (Valencia) y SH Florazar (Massalfassar), la sostenibilidad no es una palabra vacía. “Integramos rutinas de trabajo acordes a esta responsabilidad, que es de todos”. Además, tiene una amplia política de reciclado de residuos, puntos de carga para vehículos eléctricos o placas solares para calentar agua.

A ello se une que en sus restaurantes consumen preferentemente productos locales, “y también involucramos a nuestros clientes para que hagan un uso responsable de los recursos del hotel. Por ejemplo, los animamos a que si no es necesario no tiren a lavar las toallas todos los días”. 

Ese compromiso con el medio ambiente es palpable también en Dormitienda. “Debería ser un compromiso intrínseco en cualquier actividad empresarial. Para Dormitienda la sostenibilidad forma parte de nuestro ADN, apostando por todo tipo de iniciativas que fomenten la concienciación y conservación del medio ambiente, la incorporación de energías renovables y, en definitiva, el compromiso con un mundo más verde”, señala Mónica Duart, directora general de Dormitienda. 

Esta firma, que está posicionándose a la vanguardia del sector del descanso en España, apostó hace muchos años por las energías renovables “y hoy contamos en nuestras plantas industriales con una de las mayores instalaciones solares de toda España, conscientes de la necesidad de un uso y consumo de la energía responsable, y de reducir las emisiones de CO₂ que conllevan los procesos fabriles”. Además, han puesto en marcha un programa de gestión de residuos sólidos urbanos para la recogida de los colchones retirados de los hogares, “poniendo foco en tres aspectos: reciclado, valorización energética y vertidos controlados”. 

Apuesta por una agricultura sostenible

Proteger el medio ambiente es también fundamental para Bodegas Vicente Gandía. “El respeto por la naturaleza es vital para nuestra bodega, que depende al 100% de los recursos naturales para desarrollar una agricultura sostenible que proporcione uvas de la mejor calidad para crear grandes vino”, asegura Javier Gandía, director general y cuarta generación de la familia Gandía al frente de esta bodega centenaria, que está presente en más de 90 países de 5 continentes. 

Su apuesta por proteger el entorno empieza desde por el un sistema de riego por goteo computerizado de sus viñedos de la Finca Hoya de Cadenas que proporciona el agua justa en cada momento evitando excesos de consumo y finaliza en el fomento del ahorro energético, reciclando el aire “para mantener la temperatura constante en nuestra emblemática sala de barricas de la Finca Hoya de Cadenas”, pasando por todos los procesos de la viticultura, desde la poda a la vendimia, para garantizar la fertilidad del suelo y prevenir la erosión. 

Además, Javier Gandía señala que “la empresa se ha adaptado a los estándares europeos en cuanto a políticas medioambientales y todos sus embalajes cumplen con esta normativa. De hecho, la bodega cuenta con la certificaciones más altas en materia de calidad, BRC, IFS, AEO entre otras”.

Y es que, tal y como afirma Ricardo Císcar, director del área del arroz de Grupo Dacsa, “al estar trabajando con productos propios de la tierra entendemos que es necesario cuidar la tierra como toda la cadena productiva y el entorno en donde se produce”. Esta firma valenciana fue la primera marca de arroz en obtener, en 2011, la certificación de la marca Parcs Naturals, lo que garantiza que su producto se cultiva siguiendo los estándares de calidad y protección ambiental que exige el cultivo en una zona protegida como es el parque natural de la Albufera de Valencia. 

Toda su actividad se desarrolla bajo tres aspectos: económico, ambiental y social. En lo que respecta al ambiental, están trabajando e investigando en programas que reduzcan la cantidad de agua que se consume y el uso de pesticidas químicos y el abuso de fertilizantes que puedan originar problemas en los acuíferos. También están trabajando para producir cereales sostenibles y para conocer la huella de carbono en el cultivo de maíz. 

Además, “Grupo Dacsa tiene como objetivo ser una empresa comprometida con el bienestar de los ciudadanos, por lo que dedicamos parte de los beneficios a la ayuda social, nos esforzamos en contribuir al desarrollo de nuestro país llevando a cabo programas que apoyen a la comunidad y a la sociedad”. Para ello colaboran con diversas organizaciones dedicadas a la infancia, la Universidad o el deporte y también trabajan con empresas locales, “así participamos en el desarrollo económico local de la zona donde se encuentran ubicadas nuestras plantas”.

Los valores cooperativos impulsan la sostenibilidad

Esos tres ejes de gestión empresarial basada en la responsabilidad social (económico, social y ambiental) son también los ejes que marcan la estrategia de Consum, “desde sus orígenes en 1975, Consum primado a las personas por encima de los números y ha apostado por la creación de empleo estable y de calidad, a veces, incluso, sacrificando beneficios”, afirma su director general Juan Luis Durich. 

Así han conseguido ser la única empresa de distribución con el Certificado de Empresa Familiarmente Responsable (Efr ) y ser elegida como una de las Mejores Empresas de España para trabajar, según la consultora Top Employers Institute, durante cuatro años consecutivos.  ¿Por qué? Por sus 75 medidas de conciliación de la vida familiar y laboral como las seis semanas de permiso de paternidad retribuido (dos más de lo que marca la ley).

Pero no solo los empleados se benefician de las políticas de responsabilidad social de esta cooperativa valenciana. También los proveedores locales, que representan cerca del 70% de sus compras, o apoyando proyectos de proximidad para los más necesitados.

A ello se une su preocupación por el impacto ambiental de su actividad. “Cada año Consum intenta minimizar sus efectos sobre el entorno y por ejemplo, en 2016, su huella de carbono disminuyó un 4,8% respecto al año anterior, sobre todo, por la incorporación de gases refrigerantes menos contaminantes en las nuevas aperturas”. Además, todas ellas cuentan con un modelo pionero de instalaciones frigoríficas de temperatura negativa, alimentadas con CO₂. “Una de cada tres instalaciones de este tipo en España está en Consum”, señala Durich.

Los valores cooperativos son también son la base de la apuesta por la sostenibilidad de Caixa Popular. “Sostenibilidad significa crear valor social y económico permanente en el tiempo. Progresar sin perder de vista la contribución a la sociedad valenciana. Significa ser coherentes con los valores cooperativos de Caixa Popular”, comenta Rosendo Ortí, director general de esta banca cooperativa que destaca por la gestión por valores y por su solvencia. 

Y eso influye en el modelo de entidad financiera que representan “un modelo de banca cooperativa, diferenciada, más social y solidaria, cercana a las personas y a su entorno, y que quiere continuar siendo una entidad netamente valenciana”. 

Todas ellas, independientemente del sector del que procedan, su tamaño o su modelo de negocio tienen varias cosas en común: son empresas de éxito y cuidan el entorno donde se ubican y a sus trabajadores, trabajan con proveedores locales, son solidarias con los más desfavorecidos y revierten parte de sus beneficios en la sociedad. Un ejemplo de cómo ser #Lovers de lo Nuestro.