Puig celebra su victoria en las primarias de 2017, aunque algunos de sus apoyos de entonces se han distanciado. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La articulación de una tercera vía al margen de las consideradas corrientes mayoritarias en el PSPV-PSOE se ha retomado con la llegada del desconfinamiento. Tal y como informó Valencia Plaza a principios de año, distintos sectores socialistas descontentos con la manera de liderar el partido por parte del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, venían planteándose la posibilidad de conformar una candidatura alternativa al secretario general de los socialistas valencianos, especialmente si el jefe del Consell alcanzaba un acuerdo con la principal 'familia' rival que se aglutina en torno al secretario de Organización y ministro de Transporte, José Luis Ábalos.
Esta tercera vía tiene como objetivo final que exista una alternativa a Puig en el futuro cónclave, que debería celebrarse como tarde dentro de un año. En este sentido, buena parte de la fortaleza de este grupo se sustenta en la provincia de Valencia, donde además el presidente de la Generalitat ha acumulado mayor contestación en los últimos tiempos, dado que el grueso del potencial 'abalista' también tiene su epicentro en esta demarcación.
Un escenario que debería resultar especialmente preocupante para Puig y sus afines, dado que buena parte de los referentes socialistas que ahora plantean esta tercera vía apoyaron al presidente de la Generalitat en el congreso de 2017 cuando tuvo como rival al alcalde de Burjassot, Rafa García, afín a Ábalos.
En aquel momento, el PSPV se encontraba notablemente revuelto tras el proceso de primarias federales que había enfrentado a Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López. Puig y su entorno respaldaron a la andaluza, mientras que el 'abalismo' se volcó con el madrileño, a la postre ganador, que contó además con un importante respaldo de militantes de otras muchas 'familias' socialistas.
No obstante, tras ese resultado, el alcalde de Burjassot -apoyado desde Madrid- trató de aprovechar el impulso para auparse a la Secretaría General del PSPV. Un movimiento que no convenció a muchos de los que habían respaldado a Sánchez, que consideraron innecesario arrebatarle el liderazgo del partido al presidente de la Generalitat. Al final, el resultado fue favorable a Puig por el 56,8% de los votos frente al 42,3%.
Ahora bien, en esta victoria fueron claves muchos referentes locales que prestaron su respaldo al presidente de la Generalitat y que, en muchos casos, habían visto cómo en sus agrupaciones se había preferido votar a Pedro Sánchez y no a Susana Díaz, tal y como pretendían en el Palau. Es decir, a Puig le permitieron obtener la victoria dirigentes que no habían estado de acuerdo con su posición de apoyar a la andaluza pero que luego salieron a defenderle en cuanto se articuló una alternativa para arrebatarle el liderazgo del PSPV.
Sin embargo, precisamente algunos de los que favorecieron la victoria de Puig son los que ahora se encuentran articulando esta tercera vía al considerar que el jefe del Consell se 'olvidó' de ellos tras ser reelegido en el partido y en la Generalitat. Una cuestión que, según cuentan, va más allá de las pocas -o nulas- recompensas en puestos o cargos tras la victoria de Puig, sino que se centra en lo que consideran el "olvido del partido" por parte del presidente, así como de la "falta de contacto y cariño" del líder -y, para algunos, especialmente de su entorno- de los que le ayudaron a superar una situación complicada.
Una tercera vía que miran con cada vez más interés dirigentes como el portavoz de la plataforma Socialismo 3.0 y concejal de Quart, Bartolomé Nofuentes; el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa; el de Paterna, Juan Antonio Sagredo; el de Almussafes, Toni González; el de Silla, Vicent Zaragoza; u otros como el de Cullera, Jordi Mayor. Un grupo que, acudiendo a los datos del congreso de 2017 y solo contando sus agrupaciones y satélites próximos, sumaban unos 900 militantes en el censo, que aportaron a Puig más de 650 papeletas frente a García. Es decir, en las agrupaciones que controlan solo estos dirigentes, el presidente amasó una diferencia de 400 votos respecto al alcalde de Burjassot, algo nada desdeñable cuando se recuerda que su victoria se produjo por apenas 1.800 papeletas.
Sobre la posibilidad de articular una alternativa, varios miembros de este grupo -que en algunos casos han mantenido importantes diferencias entre sí- han admitido a este diario que ven factible la posibilidad de dar otra opción a la militancia que se salga de dos de los sectores históricos y dominantes del partido en los últimos años: el 'abalismo' y el 'ximismo' -heredero del 'lermismo'-.
Ahora bien, este movimiento también contiene un evidente aspecto estratégico, dado que en los últimos tiempos estea ha mantenido mayor proximidad con los afines al ministro que con los del presidente de la Generalitat, especialmente por el deseo de volver a presentarse del alcalde de Burjassot, Rafa García, que mantiene buena relación con este grupo.
No obstante, la desconfianza de que desde el sector de Ábalos finalmente se prefiriera frenar a García y llegar a un acuerdo de conveniencia con Puig, sigue animando al impulso a esta tercera vía para que, pase lo que pase, exista una alternativa al presidente de la Generalitat. Habrá que esperar para si la maniobra es un simple farol para una futura negociación o sí realmente este sector se lanzará al ruedo cuando llegue el momento.
