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'what is love? Baby don't hurt me', de víctor sánchez Rodríguez

La trágica melancolía de Chéjov vista desde nuestros días por Víctor Sánchez Rodríguez

El Principal programa una versión libre de Ivánov que reflexiona sobre una contemporaneidad vista desde el pesimismo: "Con la falta de un relato coletivo, vivimos un presente sin presente y un futuro sin futuro"

26/11/2019 - 

VALÈNCIA. La compañía Witchita Co, con Víctor Sánchez Rodríguez a la cabeza, estrena este jueves en el Teatro Principal de València What is love? Baby don't hurt me, su nuevo montaje, que es en realidad una adaptación libre de Ivanov, obra original de Antón Chéjov. Más de 100 años después, Sánchez se atreve a transformar el texto de uno de los maestros del teatro naturalista, y le da un giro de 180 grados para trasladar su mensaje a nuestros tiempos: "Hemos querido sacar la esencia de Ivanov y adaptarla muy libremente a la España actual", explica el director.

¿Cuál es esa esencia? "La melancolía, que para Chéjov antecede al desastre. Como autor, casi pudo prever a través de sus personajes que el mundo iba a cambiar, justo antes de la Revolución Rusa y las Guerras Mundiales. Fue certero en plasmar la decadencia de un mundo, y nosotros, sin ser futurólogos, queremos hacer lo mismo con el mundo contemporáneo", comenta Víctor Sánchez.

Ya en What is love? Baby don't hurt me, esta se ambienta en una boda en el campo. Ivanov se va a casar con Alexandra, tras el fallecimiento de su anterior pareja, Anna, que murió por omisión de cuidados de este. Será en esta boda en la que se desarrolle toda la acción, y en la que cada personaje encontrará una oportunidad para explorar su melancolía y su hedonismo, en busca de una solución a algo que ni siquiera ellos y ellas conocen bien.

Foto: JORDI PLA

Víctor Sánchez ya había trabajado -años atrás- con Chéjov, pero el reto de este trabajo era el de adaptarlo a nuestros tiempos, a través de una investigación colectiva que les ha llevado a cada personaje. De esta manera, "ha sido como coger un jarrón, lanzarlo contra el suelo y volver a juntar sus piezas una a una", comenta el director. ¿Qué significa esa melancolía trágica en nuestra época? "En un mundo de muchos cambios, notamos que la sociedad está paralizada. Hay tristeza por cambiar, pero cada persona tiene la capacidad de seguir adelante y responder a sus tentativas: el hedonismo, el romance, las drogas..." , según declara el responsable del montaje.

En una segunda esfera, con una lectura mucho más política, cabe la pregunta de qué tipo de mundo les preocupa, igual como Chéjov presintió la crisis geopolítica del siglo XX: "Nuestra principal preocupación, o al menos la que ha estado más presente, ha sido la del cambio climático y la presencia de los plásticos y su huella ambiental. De hecho, parte de la puesta en escena son plásticos reciclados" Tampoco es casualidad que el protagonista, interpretado por Julian Hackenberg sea extranjero ("queríamos crear esa sensación de extrañeza con el que identificamos a las personas foráneas"). Y un paso más allá, buscando dentro de cada personaje: "El neoliberalismo no permite el relato colectivo, y eso es una puerta abierta al relato fácil del populismo. Y cuando hay una ausencia de relato, solo nos queda vivir un presente sin presente y un futuro sin futuro".

Un cabaret de la melancolía

Más allá de los hechos que implican la trama, el montaje se ha desprendido de todo naturalismo, y le ha añadido una puesta en escena ambiciosa. "Es casi un cabaret de la melancolía porque está ambientada únicamente en una boda, y además, la obra es muy multidisciplinar, incluyendo danza y música", explica el director. 

Foto: JORDI PLA

La escenografía construye un lugar artificial, metafórico y poético, en el que un triángulo de luz es una barraca. La historia tiene que suceder fuera de la boda, en mitad del campo, y a la vez recoger el ambiente discotequero del interior de esta, crear un espacio donde pudieran pasar todo lo que necesita esta adaptación.

Esta adaptación es un paso más de Víctor Sánchez, que se siente especialmente orgulloso de este nuevo montaje, que ya ha girado fuera de la Comunitat y se ha podido ver en Sagunto y Catarroja. El reto de adaptar a Chéjov desde esa libertad y traslación a la actualidad o la importancia que le ha dado a la puesta en escena son algunos de los ingredientes de esta satisfacción. Aunque otro fundamental es que los colaboradores de los que se ha rodeado le han hecho ser "muy radical" y ha hecho que What is love? Baby don't hurt me ser "muy diferente" a las obras que se han podido ver de él en València, en su opinión.

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