VALENCIA, (EFE) El Congreso de la Universidad Católica de Valencia sobre destrucción de alimentos ha confrontado las posturas enfrentadas del coinventor del arroz dorado, Ingo Potrykus, y del responsable de agricultura en Greenpeace, Luis Ferreirim, sobre las bondades o peligros de los alimentos transgénicos.
Potrykus ha defendido los alimentos modificados y ha asegurado que "no ha habido ni un solo ecologista o experto en medio ambiente que haya podido demostrar que la pequeña cantidad de microgramos de provitamina A añadidos a este arroz sea perniciosa para la salud o el medio ambiente". "En Greenpeace, en concreto, nunca me han sabido responder cuando les he preguntado por qué están en contra. No me han dado ningún argumento", ha señalado el biotecnólogo.
Potrykus, junto a Peter Beyer, modificó genéticamente el arroz, que no tiene betacaroteno (precursor de la vitamina A), para paliar el déficit de vitaminas de las personas que solo consumen este alimento, base de la dieta de 800 millones de personas en los países menos desarrollados, según ha informado la UCV en un comunicado. "Sacian su apetito con arroz y por ello no sienten hambre, pero tienen una falta grave de micronutrientes", ha explicado Potrykus para añadir que ese déficit provoca la morbilidad, la mortalidad y la ceguera nocturna que soluciona el arroz dorado, que posee un elevado contenido en precursores de vitamina A.
El científico alemán ha advertido de que tendrán que pasar muchos años para ver el impacto del arroz dorado, y ha recurrido a cálculos realizados por economistas en la India, que sitúan en 16.400 millones de dólares al año el incremento para la economía mundial que supondría la plena comercialización de este producto.
Sin embargo Potrykus subraya que para él lo importante no es la economía sino impedir que muchos de los niños del tercer mundo acaben ciegos por falta de micronutrientes: "Sé lo que es pasar hambre porque desde los 10 a los 14 años todos los días no tuve casi comida que llevarme a la boca".
El responsable de Agricultura en Greenpeace España, Luis Ferreirim, ha expuesto una visión contraria y ha asegurado durante su participación que "la agricultura ecológica es la única que respeta el planeta y a la vez puede proveer a las personas de alimentos sanos y suficientes".
Es por ello, a su juicio, que "no haría falta ni intensificar la agricultura industrial ni producir transgénicos para proveer de alimentos a toda la población" y que la agricultura orgánica "es la única que puede hacer autosuficientes a los agricultores y darles beneficios económicos, pues la agricultura industrial les está asfixiando".
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La portada del número de marzo explora un tema tan nuestro como poco conocido: los transgénicos valencianos. Otros reportajes son 'Ciegsa, escuela de truhanes', 'RTVV la cuenta atrás' y 'Marcas, identidad robada', '¿Quién le pone el cascabel al taxi?', entrevistas a Jorge Herralde y Manuel Illueca...