La UE abrirá el mercado agrícola con Latinoamérica para paliar las sanciones comerciales a Rusia

BRUSELAS. El cuarto paquete de sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania abrirá la puerta a la importación de productos agrícolas de Latinoamérica, con la agilización del Tratado de libre comercio con México y el de Mercosur con el resto del continente. El Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) de la Unión Europea (UE) ha aprobado prohibir el comercio  con Rusia de materias primas estratégicas, recursos energéticos y material siderúrgico relacionadas con la industria armamentística.

La vicepresidenta Nadia Calviño explicó, tras participar en el Consejo, que estas propuestas de la Comisión “ralentirazarán la recuperación económica puesta en marcha” tras la pandemia. Pero, añadió que “España es uno de los países menos expuestos". Con todo,  la ministra de Economía comentó que la guerra “ha tenido un impacto para todos por el alza del precio de las materias primas”. 

En este punto, expuso la decisión del Consejo de abrir nuevas rutas en el comercio internacional, con la propuesta de “acelerar Mercosur y el Tratado de libre comercio con México en agricultura, para garantizar el abastecimiento del sector agroalimentario” en un escenario de guerra. El Tratado con Mercosur, que implica a seis países de Sudamérica -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Venezuela y Bolivia-, supone una competencia desleal con los agricultores europeos, como ya se ha comprobado con el Tratado con Sudáfrica y los acuerdos comerciales preferentes con Egipto y Turquía. Estos últimos han sido nefastos para la naranja valenciana, cuya campaña desde que se firmó el Tratado en 2016 se está solapando con los críticos sudafricanos. La UE viene negociando un Tratado con Mercosur desde 1995.

La factura de la guerra

Entre las medidas a aplicar para superar la inminente inflación, Calviño señaló que no hará falta adoptar nuevas medidas, ya que se cuentan con los instrumentos financieros aprobados para hacer frente a la crisis post-pandemia junto a los fondos NextGenerationEU. Además, alentó a los 27 países miembros a adoptar con “urgencia” las medidas que permitan “desacoplar los precios del gas de los de la electricidad”, como viene pidiendo España en Bruselas desde hace seis meses con independencia de la guerra. El objeto, explicó, es “evitar que los ciudadanos y las empresas paguen la factura de la guerra de Putin en la factura eléctrica".

La ministra insistió en que “todos los países estamos abiertos a los mecanismos necesarios, pero tenemos un conjunto de herramientas que ya existen y pueden servir a corto y medio plazo. El plan de recuperación español está muy bien diseñado porque un 40% ya estaba destinado a reforzar la autonomía estratégica y la independencia de los hidrocarburos”. Y, añadió, “tenemos un plan que responde a los retos que ahora se han hecho más urgentes. Esto es lo que seguiremos por los créditos de los próximos meses”.

El cuarto paquete de sanciones a Rusia prohibe todas todas las transacciones con determinadas empresas estatales rusas; la prestación de cualquier servicio de calificación crediticia, así como el acceso a cualquier servicio de suscripción relacionado con actividades de calificación crediticia a cualquier persona o entidad rusa;. También amplía la lista de personas vinculadas a la base industrial y de defensa de Rusia, a quienes se imponen restricciones más severas a la exportación de productos de doble uso, y de bienes y tecnología que puedan ayudar a Rusia en la mejora tecnológica de su sector de la defensa y la seguridad.

Además, prohíbe nuevas inversiones en el sector ruso de la energía e introduce una restricción general a la exportación de equipos, tecnología y servicios para la industria energética. Se añaden a continuación nuevas restricciones comerciales en relación con el hierro y el acero, así como con los productos de lujo, que afectarán a los oligarcas rusos en especial. Esta última medida, que no fue adoptada en los primeros paquetes por la oposición de Italia, provocó críticas del resto de países y de otros sectores productivos afectados por las sanciones en Europa.

Los oligarcas del Kremlin

Por último, el Consejo ha decidido “sancionar a los principales oligarcas, grupos de presión y propagandistas que promueven la versión del Kremlin sobre la situación en Ucrania”. Este punto está siendo contestado, al prohibir la difusión de medios de comunicación rusos en el espacio europeo, en un claro ataque al derecho de la libertad de información. También se sanciona a las empresas clave en los sectores de la aviación, los sectores militar y de productos de doble uso civil y militar, la construcción naval y la construcción de maquinaria.

La ministra Calviño insistió en que Europa “tomará las medidas necesarias para proteger el tejido productivo y el empleo”. Y defendió la necesidad de “proteger el mercado interior” asegurando un marco conjunto y equilibrado entre las empresas que pasa por “ayudas económicas a ciudadanos y empresas en los sectores más afectados”, como el turismo.

Respecto a la coordinación de la política fiscal, se han aprobado dos propuestas legislativas. Una, relativa al mecanismo de ajuste de carbono en frontera. La otra es una transposición en Europa del acuerdo internacional sobre un impuesto mínimo para las sociedades multinacionales, de un 15%, con el objeto de “evitar la carrera impositiva a la baja que nos empobrece a todos”, garantizando su entrada en vigor en 2023. Calviño ha destacado el “consenso sobre la necesidad de adoptar una posición pragmática, basada en la realidad de aplicación de las reglas fiscales”, ante un momento de “incertidumbre en un entorno cambiante”. Por ello, señaló la importancia de “esperar cómo se desarrolla la situación geopolítica y económica de cara a las previsiones de primavera”. 

El precio de la energía

En cuanto a los precios de la energía, sigue sin haber un acuerdo en la UE para modificar la norma marginalista que penaliza los recursos energéticos más baratos. La ministra ha manifestado que seguirán insistiendo y que ya se han adoptado iniciativas por parte del Gobierno español para “paliar los efectos sobre las cuentas de las familias y de las empresa españolas”. En este sentido, explicó, “se han anunciado medidas con un impacto fiscal de 12.000 millones de euros”. Y añadió, que confiaba en que la UE “nos dé respuesta y podamos topar el precio de la energía en los mercados mayoristas”.

La Comisión Europea resalta la prohibición de importación de la UE de los productos siderúrgicos, actualmente bajo medidas de salvaguardia de la UE, asciende a aproximadamente 3.300 millones de euros en pérdida de ingresos de exportación para Rusia. El aumento de los contingentes de importación se distribuirá a otros terceros países para compensarlos. También destaca la prohibición de gran alcance de nuevas inversiones en todo el sector energético ruso, con excepciones limitadas para la energía nuclear civil y el transporte de ciertos productos energéticos de vuelta a la UE.