VALÈNCIA (EFE). La Unió de Llauradors ha advertido de un desplome del 75% -con respecto al año pasado- del precio de la variedad verna de limones de la Comunitat Valenciana, un hecho que atribuye al incremento de importaciones argentinas y al posible desvío a la UE de producto mejicano.
En un comunicado, esta organización agraria ha pedido que se incluya el limón dentro de las ayudas que prevé aprobar la Generalitat para paliar la crisis citrícola, ya que considera que las circunstancias que concurren en el limón son dramáticas, sobre todo para los productores del sur de la Comunitat.
Esta misma semana la cotización del limón Verna se ha situado entre los 0,20 y 0,25 €/kg y en la anterior variaba entre los 0,35 y 0,40 €/kg, lo que significa que en apenas unos días ha descendido un 40%, según la Unió, y todo ello a pesar de que las cotizaciones ya eran prácticamente la mitad que la campaña anterior.
Con estos datos, el precio del limón verna se sitúa en los valores más bajos que se recuerda de los últimos años, ya que ni siquiera en 2012, con precios de alrededor de 0,39 €/kg, se había cotizado esa variedad en unos umbrales tan bajos.
La situación en la variedad verna se suma a la "nefasta" campaña de la del limón de la variedad fino, en la que ya La Unió denunció el pasado mes de febrero que era una de las peores que se recordaban debido a la caída de los precios prácticamente a la mitad como consecuencia del aumento de las exportaciones de limón turco.
En este sentido, la organización observa "con gran preocupación cómo cualquier aspecto de la política internacional acaba siempre por perjudicar al sector productor español y fundamentalmente al hortofrutícola mediterráneo y por ello reclama a las Administraciones (europea, estatal y valenciana) y a los parlamentarios y parlamentarias de la UE que contemplen estas posibles repercusiones para el sector citrícola en los acuerdos comerciales que se negocian en estos momentos como es el caso de Mercosur o México".
A juicio de Carles Peris, secretario general de la Unió, "no puede ser que seamos siempre los mismos quienes paguemos los platos rotos que otros provocan. La situación ya es lo suficientemente complicada como para competir en desigualdad de condiciones con otras citriculturas que poseen medios de producción infinitamente más baratos que los nuestros y encima tener que soportar la ineficacia de nuestros gobernantes a la hora de defender nuestros derechos".
Peris afirma que "si nuestros productores dependen de circunstancias no controlables, se tendrán que habilitar instrumentos que compensen estas enormes pérdidas que los perjudiciales tratados de la UE o los vetos a nuestros productos como el ruso provocan en la economía del sector productor y que además no se debe olvidar que mantenemos el territorio y generamos riqueza en los pueblos".