VALÈNCIA. La vicerrectora de Responsabilidad Social y Cooperación de la Universitat Politècnica de València, Rosa Puchades y el vicerrector de Alumnado, Cultura y Deporte José Luis Cueto han calificado de “excelente” el resultado de la campaña de micromecenazgo que la Universitat Politècnica de València lanzó, a mediados del mes de mayo, para ayudar a los estudiantes más afectados por la crisis sanitaria, social y económica de la covid-19.
En este sentido, explican que la UPV se marcó el objetivo de recaudar entre 10.000 y 25.000 euros, y se han obtenido 43.124,84 euros, “lo que nos ha permitido abonar las tasas académicas a más de 50 estudiantes y dotar de medios a alrededor de 300 alumnos para que puedan seguir la docencia online”.
En opinión de los vicerrectores, “los datos evidencian que la UPV se ha convertido en un agente fundamental para canalizar la solidaridad y afianzar los cimientos que contribuyan a que, cada vez más, los alumnos estén más comprometidos con las desigualdades”.
La implicación de la UPV con acciones solidarias está adquiriendo cada vez más importancia dentro de los planes estratégicos de la institución. “El objetivo es ofrecer una educación de calidad y reducir las desigualdades. Entre las medidas solidarias de nuestra universidad, destaca la partida presupuestaria de 179.989,24 euros dirigida a aquellos alumnos que acrediten una situación personal o familiar de especial necesidad económica o los 85.700 euros que se ha destinado para afrontar la crisis económica y social que la pandemia está provocando en muchos de los estudiantes de la UPV”, concluyen los vicerrectores.
Cabe señalar que la universidad cuenta desde 2014 con una bolsa de 400 personas voluntarias, entre estudiantes, personal de administración y servicios (PAS) y personal docente e investigador (PDI) y miembros de la Universidad Sénior, que participan de forma regular en las diversas campañas sociales que se llevan a cabo a lo largo del curso.
Campañas solidarias como la recogida de alimentos, de libros de lectura y texto infantil, la campaña de juguetes, las donaciones de sangre, las colaboraciones con ONG, el apoyo informático a asociaciones locales, el voluntariado lingüístico, la participación en el censo de Personas sin Hogar, el geovoluntariado, el apoyo al programa Desayunos solidarios…