EL TINTERO / OPINIÓN

La vacuna no ha llegado

No se alboroten que no voy a negar que exista una vacuna, aunque parece que en fase beta, pero es una noticia que a todos nos congratula. La posible vacuna frente al virus que hace un año se originó en China, está empezando a suministrarse, pero quizá no es la única vacuna que necesitamos

30/12/2020 - 

El final de año es siempre un momento de balance, de recopilatorio de lo sucedido. Así lo hace el jefe del Estado, Felipe VI que se dirigió a la nación en Nochebuena batiendo todos los records de audiencia de un discurso real que siguieron casi once millones de españoles y así lo hacen estos días los diferentes líderes políticos y presidentes autonómicos. Todo sea dicho, no es comparable un discurso institucional perfectamente preparado con las arengas o mítines de partido, si bien es cierto, que, para el ciudadano medio, el discurso real en muchas ocasiones nos puede parecer excesivamente correcto y neutral, sin entrar directamente en los temas, sino mencionándolos con el protocolo y la diplomacia que exige el cargo y la figura que el Rey representa.

Las valoraciones posteriores al discurso por parte de algunos políticos, los comentarios realizados por ciudadanos anónimos al ver que la primera vacuna que se puso en España era a una señora de Cataluña que hablaba un perfecto castellano, las publicaciones en redes mezclando lo sagrado y lo mundano para hablar de la Natividad de una forma soez e insultante por parte de algún político local, la operación de marketing etiquetando con el logo gubernamental los contingentes de vacunas y el ninguneo de nuestro ayuntamiento al sector turístico y hostelero como denunciaba ayer mismo la secretaria general de HOSBEC en Plaza Radio y otras muestras de falta total de sentido común e incluso de educación, son muestras claras de que no ha llegado la vacuna frente a la maldad, el sectarismo y el absurdo ataque a nuestra apasionante historia como pueblo o a nuestros empresarios y emprendedores.

La vacuna que todos deberíamos pedir al año que comienza esta misma semana es la de la cordura, la de pensar más en cómo se han comportado nuestros padres y abuelos para intentar imitarles en tantas cosas positivas para la convivencia y para uno mismo. El respeto por nuestra historia y cultura, especialmente todo lo vinculado a la religión católica, desde el calendario que rige nuestra vida a las celebraciones más destacadas de cada pequeño pueblo o los edificios más importantes y emblemáticos de nuestras ciudades, y por supuesto el arte, es decir, el respeto por nuestra Historia debería ser total y absoluto por parte de cualquier ciudadano medianamente instruido. Antaño iba de serie en cada persona, ahora cuesta encontrar hasta en mentes supuestamente cultivadas.

El abuso de la publicidad sin un mínimo decoro, pese a ser una quimera en este mundo actual donde todo se anuncia y se vende, debería formar parte del comportamiento de las instituciones, pero no creando cuarenta códigos de transparencia o buena conducta que ignoran o incumplen sistemáticamente, sino llevándolo en el ADN de cada persona, pero ya se que es mucho pedir. El uso mediático que se está haciendo de estos primeros días de vacunación es patético y bochornoso, y los españoles deben recordar que ante una crisis sanitaria el Estado dirigido por socialistas, comunistas y separatistas, no ha dudado en seguir gastando en campañas de publicidad antes que, en material para los sanitarios, en reforzar la seguridad en puntos clave como los aeropuertos y en realizar test constantemente a la población.

El grado máximo de ignominia y de ahí que ojalá 2021 traiga una vacuna contra el rencor y la maldad, es la actitud de nuestra administración local frente al sector hostelero y hotelero, que son la base del turismo, gran motor de nuestra economía. Me resultó descorazonador escuchar las palabras de Nuria Montes, de HOSBEC en la radio reconociendo que los han dejado olvidados, no han escuchado ni apoyado sus reivindicaciones que son por pura supervivencia y más que una institución pública al servicio de todos, siempre actúan para su votante más radical y minoritario. Menos mal que la administración autonómica en el asunto del turismo está teniendo un comportamiento ejemplar.

Ojalá 2021 suponga el inicio de una nueva época, que esta década de los años veinte del siglo XXI remonte el vuelo y llegue la vacuna frente a la incompetencia, el sectarismo ideológico y la falta de empatía con los sectores más heroicos de nuestro país, perfectamente representados en los autónomos y empresarios y en los miles de trabajadores del sector privado que están haciendo frente al virus de la epidemia y al virus de los gobernantes. ¡Mucho ánimo y Feliz y Próspero Año Nuevo!

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