VALÈNCIA. La provincia de Valencia lideró el crecimiento de la venta residencial en 2017, según un estudio elaborado por el BBVA sobre la Situación inmobiliaria en la Comunidad Valenciana. La venta de viviendas creció un 16,8% en la autonomía en 2017, cinco décimas por encima de la media nacional. Una de cada dos ventas se produjo en Alicante, pero destacó el aumento de las transacciones en Valencia (21,2%) y Castellón (20%).
El estudio explica que este ascenso de la demanda comenzó a trasladarse al precio. Si bien el año pasado se mantuvo prácticamente constante, en el primer trimestre de 2018 ha repuntado un 1,6%, frente a la subida del 2,7% que se ha experimentado en España en el primer tramo del año. De cara a este año, BBVA Research resalta la buena evolución de la economía local y la de Madrid, uno de los principales demandantes de segunda residencia en la Comunidad Valenciana. También el crecimiento de la economía europea podría contribuir a que la demanda mantuviese un buen tono de cara a 2018.
La Comunidad Valenciana cerró 2017 con la transacción de 79.190 viviendas. La mayor parte de las mismas, un 50,8%, se firmaron en la provincia de Alicante. El mayor incremento de ventas, sin embargo, lo experimentaron Valencia (21,2%) y Castellón (20%). La Comunidad Valenciana alcanzó el mínimo de ventas en 2011. Desde entonces hasta el cierre de 2017, las ventas en la región crecieron un 66,1%, un incremento algo menor de la media española (77,1%).
El impulso de la demanda está comenzando a notarse en los precios del metro cuadrado. Si bien la región cerró el año con una disminución del 0,1% en el precio del metro cuadrado, ha arrancado el año creciendo un 1,6%, un dato empujado, sobre todo, por el ascenso de Alicante (1,9%). Castellón es la provincia a la que más está costando repuntar. Cerró el año con un descenso del 0,9% del metro cuadrado y los datos del primer trimestre apuntan a que han crecido un 0,9%, siete décimas por debajo de la media de la Comunidad.
El mercado inmobiliario español encadenó el cuarto año consecutivo de crecimiento. La creación de empleo, los bajos tipos de interés, la confianza de los hogares, la escasa rentabilidad de activos alternativos, el buen tono de la demanda extranjera están detrás de estos datos. El comportamiento de la demanda ha sido, sin embargo, muy heterogéneo en las diferentes comunidades autónomas. En la Comunidad Valenciana, el peso de la vivienda principal (49,3%) es menor que en la media española (69,4%). Un 33% de las viviendas están compradas por extranjeros, algo especialmente perceptible en Alicante, donde el porcentaje alcanza el 48,8%. El principal mercado es Reino Unido, cuyos residentes firman un 17% de las transacciones de personas de fuera del territorio español. Lo siguen Suecia (9,7%) y Bélgica (9,3%).
En Castellón, por su parte, destaca la compra de segunda vivienda por parte de españoles residentes en otras provincias, que suponen un 33,6% de la demanda. Madrid es el principal mercado de origen de los compradores de vivienda en la comunidad. En Alicante tiene un peso significativo los compradores de Murcia, mientras que en Valencia destacan los barceloneses y en Castellón los valencianos.
Los residentes en la Comunidad Valenciana que compran una segunda residencia lo hacen, en gran medida, en la propia región o comunidades adyacentes. El principal destino de los alicantinos es Murcia (26%) y Valencia (17,8%). Los castellonenses se decantan por Valencia (42,8%). Mientras, los valencianos adquieren una segunda residencia en Alicante (29,8%) o Castellón (24%).
En 2017 se firmaron 8.735 visados de obra nueva en la Comunidad Valenciana, un 27,4% más que en el año anterior. Se trata de un incremento sensiblemente superior a la media nacional (26,2%). El crecimiento de los visados se debió al buen comportamiento registrado, sobre todo, en Valencia, que crece a un ritmo del 61,9%.
En Castellón, sin embargo, la obra nueva no acaba de despegar y el número de permisos concedidos cayeron un 13,3% con respecto al año anterior.
El mercado inmobiliario de la Comunidad depende, en buena medida, de la economía de la propia región y de la Comunidad de Madrid. Según las estimaciones de BBVA Research, ambas economías crecerán por encima de la media española en el próximo bienio, lo que será positivo tanto para la demanda de primera y segunda residencia.
Por otro lado, se espera que la economía europea siga mostrando una evolución positiva. Sin embargo, existe riesgo de que se modere el crecimiento, lo que podría afectar a la demanda por parte de los residentes en otros países de la Unión.
