VALÈNCIA. (EP). La fábrica de Lafarge en Sagunto (Valencia) ha destacado los más de 33 millones de euros que aportó la planta a la economía del Camp de Morvedre durante 2018, un año en el que realizó 14 contrataciones y destinó más de 3,5 millones a la modernización de instalaciones y las acciones medioambientales.
En un desayuno informativo, el grupo LafargeHolcim ha hecho balance este miércoles del pasado ejercicio y ha desgranado la suma de contratación de servicios, convenios, proyectos sociales e impuestos y salarios de sus trabajadores, con los 33 millones de aportación a la comarca como resultado global.
"Este importe, el más elevado de los últimos cinco años, pone de manifiesto la implicación de Lafarge con la comarca y su contribución al desarrollo económico y social", destaca la compañía en un comunicado.
La planta genera unos 650 puestos de trabajo entre directos e indirectos y en 2018 realizó 14 contrataciones. Además de apostar por el desarrollo y la investigación de cementos específicos para pozos petrolíferos, produce en la actualidad 15 tipos de cementos entre los que destacan las soluciones orientadas a la construcción sostenible, como un hormigón que permite recuperar el agua de la lluvia o "el primero del mercado con tecnología fotoluminiscente".
Durante 2018 se emplearon productos procedentes de la fábrica de Sagunto en obras como la rehabilitación del castillo de Xàtiva (Valencia), la terminal de pasajeros del puerto de València, la plataforma logística de Mercadona en Sagunto, la reparación de bóvedas del colegio Montessori de Paterna (Valencia), la Plaza Mayor de Almussafes (Valencia) o la tienda oficial del Valencia CF.
En cuanto a las exportaciones, el director de la planta, José Luis Coleto, ha señalado que alcanzaron el pasado año el 27% de la producción de cemento y el 20% de clínker, con destino a mercados como el europeo, el mediterráneo o el asiático.
En base a la tendencia de los últimos años, la firma prevé una caída para 2019 en las exportaciones como consecuencia de los precios de los derechos de emisión de dióxido de carbono y el aumento de los costes eléctricos.
Se trata de "todo un reto" que la compañía espera afrontar con mejores perspectivas gracias a "la apuesta del Gobierno por la reactivación del sector" con la creación de la Agenda Sectorial de la Industria Cementera para recuperar en 2022 la producción anual estable de 30 millones de toneladas de cemento.
Por otro lado, entre las principales iniciativas en el ámbito de la salud y la seguridad con el objetivo de 'cero accidentes', destacan las más de 900 horas de formación impartidas a empleados para mejorar su capacitación. La planta realizó sesiones sobres los sistemas contra incendios, procedimientos de carga y descarga, simulacros de rescate, talleres específicos de seguridad e identificación de riesgos en campo.
Como novedades, se proyectaron cinco videos de sensibilización que abordaban las principales causas de riesgo para los trabajadores y se puso en marcha el concurso 'Mis lecciones aprendidas', con el que los empleados compartieron experiencias ante situaciones de riesgo, analizaron sus causas y reflexionaron qué hacer para evitarlas.
La planta también implantó mejoras en los sistemas de seguridad industrial y de desescombrado del horno de línea II, gracias al empleo de un robot, e implantó un modelo avanzado basado en el comportamiento para coordinar actividades empresariales en los paros de mantenimiento de las líneas de fabricación.
A lo largo de 2018, la fábrica de Sagunto dio salida a 56.000 toneladas de residuos no reciclables ni reutilizables procedentes de otras industrias. Fueron valorizados en los procesos de fabricación en sustitución de recursos naturales y combustibles fósiles, con un nuevo uso para evitar su envío a vertederos.
En concreto, el 37% de la energía consumida en la planta procedió de combustibles alternativos frente al 44% de media de otros países de la Unión Europea. También evitó la emisión a la atmósfera de más de 24.300 de CO2 fósil, gracias al uso de biomasa y de 41.000 toneladas de combustibles alternativos, además de dar continuidad a la restauración ecológica de la cantera Salt del Llop y de la inversión de 240.000 euros en biodiversidad.
Dentro de la línea de restauración de canteras, el grupo firmó un convenio de colaboración con la Asociación al Servicio de la Polinización Forestal (ASAF), mediante el que se lleva a cabo un proyecto singular de fomento de abejas silvestres mediante la instalación de colmenas en canteras. La finalidad es favorecer la polinización y la dispersión de semillas, la recuperación de los enjambres, actualmente en regresión, y las labores de restauración.
En cuanto a las visitas, el administrador de la planta y responsable de relaciones, Antonio Barros, ha hecho hincapié en las 711 personas que pasaron en 2018, entre ellas alumnos de colegios e institutos de la localidad, estudiantes universitarios procedentes de centros como la Politècnica de València (UVP) o integrantes de asociaciones culturales falleras y talleres asociados a 'Labora', el servicio de empleo de la Generalitat.
Más de 270 escolares participaron en 2018 en la cuarta edición de la campaña 'Construyendo juntos una comarca más sostenible', para concienciar en desarrollo sostenible, incidir en la necesidad de adquirir hábitos de vida y consumo más responsables y poner en valor el entorno natural del Camp de Morvedre.
Paralelamente, el año pasado se cumplieron diez años de la colaboración de la fábrica en las actividades formativas del IES Eduardo Merelló, mediante un programa de prácticas laborales para sus estudiantes de Formación Profesional (FP) dual en el que han participado 35 alumnos.
Para 2019, la fábrica de Sagunto tiene previsto invertir más de cuatro millones de euros para la actualización del tratamiento automático de muestras en el laboratorio, el sistema de control de funcionamiento de la fábrica y la excelencia ambiental. También se realizarán mejoras estructurales relacionadas con aspectos como la iluminación y la acústica y se remodelará la línea 'cemento blanco'.