CASTELLÓ. La tramitación del macroproyecto de energía fotovoltaica Magda ha levantado polvareda en la provincia de Castellón. La decisión del Ministerio de Transición Ecológica, que dirige Teresa Ribera, de otorgar la declaración de impacto ambiental (DIA) favorable con condiciones al proyecto ha revuelto el ambiente político de la provincia y ha vuelto a agitar la oposición de asociaciones e instituciones contra la macroplanta solar a menos de cuatro meses de las elecciones municipales.
La oposición social contra la planta solar y la construcción de una nueva línea de muy alta tensión en el interior de la provincia se suma a los informes técnicos en contra emitidos por la propia Generalitat Valenciana y al rechazo explícito y unánime manifestado tanto por les Corts Valencianes como por la Diputación de Castellón. Pero pese a todo ello, el proyecto sigue adelante con el visto bueno del Gobierno de España encabezado por el socialista Pedro Sánchez, y de un ministerio que también depende del PSOE.
Estas circunstancias han puesto en guardia a no pocos miembros del PSPV, teniendo en cuenta que los comicios municipales están casi a la vuelta de la esquina. Y es que, aunque su postura en Castellón sea el rechazo frontal a la planta solar, la dirección socialista del Ejecutivo central amenaza con servir de arma política tanto al Partido Popular -cuya presidenta provincial, Marta Barrachina, es alcaldesa de uno de los municipios afectados por el proyecto- como a Compromís y otros partidos de izquierda con vocación ecologista.
La repercusión de la macroplanta solar no es menor: el proyecto impulsado por el grupo francés Akuo y el chino Premier busca ocupar 472 hectáreas de suelo fundamentalmente en Coves de Vinromà, Benlloc y Cabanes, con más de 250.000 paneles solares para alcanzar una potencia pico de 150 megavatios. Pero además prevé erigir una línea de muy alta tensión de 52 kilómetros pasando por una decena de municipios diferentes: Vilanova d'Alcolea, Torre d'en Doménec, Vall d'Alba, Vilafamés, Sant Joan de Moró, Borriol y Castelló de la Plana, además de Almassora y los ya mencionados.
En ese sentido, fuentes socialistas reconocen cierto temor por que el descontento generado a raíz del proyecto pueda tener algún reflejo en los apoyos electorales a nivel municipal. O que el rechazo a grandes proyectos de energías renovables se extienda a otros enclaves de la provincia -especialmente en el interior- donde se desarrollan iniciativas de este tipo. Un "efecto contagio" por ahora difícil en magnitud -la Magda es la mayor macroplanta de la provincia que sigue su trámite-, aunque no por ello baladí; muchos miran de reojo a este proyecto, también empresas del sector.
Así, las mismas fuentes admiten la situación delicada del PSPV en este asunto: los socialistas castellonenses y valencianos se han posicionado claramente en contra de la Magda, pero al mismo tiempo el Gobierno socialista, lejos de haber frenado el proyecto, da el visto bueno a la DIA con condiciones y permite seguir adelante con su tramitación. Aunque también hay quien niega que la controversia vaya a tener un gran efecto. En ese sentido, otras voces consultadas subrayan que la DIA es un trámite administrativo que no implica que finalmente se consume la macroplanta, por lo que todavía hay margen de actuación.
Sobre ello, insisten en que pese a todo es sencillo explicar la postura de los socialistas, por lo que no se prevé que la Magda vaya a ser un factor 'per se' con especial repercusión en los comicios locales, tampoco en los municipios que 'solo' están afectados por la línea de alta tensión. Y mucho menos, subrayan, en la Diputación. Varias localidades implicadas pertenecen a la partida judicial de Albocàsser, cuyo único diputado lo ganó en 2019 el PP con el 46% de los votos; el resto, al de Castelló -5 PSPV, 4 PP, 2 Cs y 2 Compromís-.
En todo caso, los socialistas dejaron ver este lunes que la Magda no le es indiferente ni mucho menos y protagonizaron un desembarco notorio en el municipio de les Coves de Vinromà, donde mayor implantación tendrá el proyecto fotovoltaico. Allí, el PSPV impulsó un encuentro, para explicar la situación del proyecto y su postura, que estuvo encabezado por el presidente de la diputación, José Martí, la directora general de Industria de la Generalitat Valenciana y candidata a la Alcaldía de Onda, Silvia Cerdà, y estaba previsto que acudiera el secretario general de los socialistas en la provincia, Samuel Falomir.
En la cita, a la que también asistieron alcaldes y alcaldesas e incluso diputados, así como algunos movimientos sociales contrarios al desarrollo de la planta, los representantes socialistas prometieron que las instituciones valencianas, especialmente la Generalitat Valenciana, hará "todo lo posible" para frenar la afección territorial y paisajística de la Magda. Y la Diputación se ofreció para ayudar a los municipios también en esta tarea.
Por el momento, los colectivos más contrarios al proyecto ya se han empezado a movilizar. El pasado viernes se celebró una reunión de la plataforma Nova Terra a la que acudieron algunos alcaldes populares, entre ellos la alcaldesa de Vall d'Alba y presidenta del PP provincial, Marta Barrachina, quien ya solicitó a la Diputación de Castellón, encabezada por Martí, que aclarara si está "del lado de Castellón o del PSOE en el Gobierno que aprueba la Magda", además de exigir que la corporación provincial "asesore jurídicamente a los municipios afectados".
Así las cosas, los vecinos acordaron la convocatoria de una concentración de protesta contra la megaplanta solar y contra la decisión del Ministerio de Transición Ecológica de emitir la declaración de impacto ambiental favorable. La manifestación está prevista para el próximo 26 de febrero a las 11 de la mañana en la propia localidad de Coves de Vinromà.