CASTELLÓ. El azulejo afronta este miércoles su primera huelga desde 2013. Un paro que se realiza en plena feria de Cevisama y que se repetirá el viernes. Ascer ha presentado este martes una nueva oferta que ha causado una división entre los sindicatos pero que no ha frenado los paros. La patronal ha planteado hasta tres propuestas de mejora. CCOO apostaba por seguir conversando mientras UGT ha rechazado de plano los nuevos cambios de la patronal y se ha levantado primero de la mesa. No obstante, ambas organizaciones descartaban desconvocar la huelga aunque se acercaran posiciones.
Ascer ha tratado de buscar un acuerdo de última hora con los sindicatos para evitar las protestas en Cevisama. El calendario de movilizaciones está planificado desde primeros de febrero, mientras las negociaciones entre las dos partes se habían roto el pasado mes de octubre. El viernes se celebró una primera reunión en la que la patronal planteó pactar una subida salarial de un 2,5 % limitándola solo al año 2023 y aplazando las tablas salariales de 2024 y 2025. CCOO y UGT se negaron por ser el alza inferior al IPC (3,1 %) y no contener los tres años del marco colectivo.
El lunes, en el primer día de Cevisama, Ascer instó a seguir negociando, y el martes ha hecho una nueva intentona poniendo sobre la mesa hasta tres mejoras en un segundo encuentro que se ha prolongado cerca de tres horas en su sede. Al principio, la patronal ha sugerido la posibilidad de subir una décima el incremento salarial en 2023, del 2,5 % al 2,6 %. Los sindicatos han descalificado este aumento de una décima y han rebatido que un pacto para solo el primer año del convenio debía contener mejoras sustanciales en las tablas salariales, superando el 4 % que defienden de inicio, y en el horario laboral.
Tras un receso, Ascer ha subido hasta el 2,8 % el incremento en 2023 con una reducción de ocho horas en la jornada laboral. Tras un nuevo no de los sindicatos, ha ofrecido llegar al 3,1 % sin contemplar la disminución de las horas de trabajo. En este momento, UGT ha decidido irse de la reunión, mientras CCOO quería seguir negociando aunque la huelga siguiera en marcha.
Desde CCOO han mostrado su malestar con UGT por precipitar, a su juicio, la ruptura de las negociaciones. El sindicato ha afirmado que apostaba por agotar todas las vías de negociación para encontrar una solución al convenio, pero ha dejado claro que sobre la mesa "no estaba la desconvocatoria de la huelga". "Seguiremos luchando por recuperar la mesa de la negociación, y mientras tanto iremos a la calle con una huelga que es justa para conseguir mejoras salariales acordes a las necesidades de las trabajadoras y trabajadores".
Desde UGT han subrayado que la patronal ha "lanzado globos sondas" y han reiterado que sus mejoras continúan alejadas de sus planteamientos. Insisten en reivindicar un convenio para tres años que "garantice la paz social". Por su parte, han quitado hierro a la crítica de CCOO. "Es algo normal, el viernes ellos se fueron antes, este martes hemos sido nosotros", han remarcado.
Desde Ascer no ha habido valoraciones, aunque el lunes defendió el acuerdo para evitar "las pérdidas económicas tanto a empresas como a las personas trabajadoras que se producirán como consecuencia de las medidas de conflicto anunciadas para los próximos día". Consideran que el convenio debe recoger medidas más moderadas en el tema salarial por el contexto de crisis en el sector.
14.000 trabajadores de la cerámica de Castellón están llamados a la huelga a partir de las 06.00 horas de este miércoles. Desde 2013 no se organizaba un paro general en el sector. En anteriores negociaciones Ascer y UGT y CCOO lograban consensuar el convenio en el último minuto, cuando la huelga asomaba también durante Cevisama. Pero ahora el sector afronta dificultades económicas, al igual que sucedía en 2013. Entonces, el azulejo aún arrastraba la caída del mercado nacional por la crisis del ladrillo, mientras en estos momentos sufre problemas de demanda en los mercados internacionales.
Medio millar de delegados de UGT y CCOO se han manifestado este martes ante las puertas de Feria València para defender un convenio "justo" y han calentado las dos jornadas de huelga.