"Pablo, ¿Aurora sabe lo tuyo?". Pablo es el alcalde de Elche y Aurora es Aurora Rodil, su socia de gobierno y portavoz de Vox. En formato de pegatinas/pasquines. Ha sido la tormenta de la semana con resonancia en Les Corts donde el pasado jueves el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, cerró filas de manera contundente, elegante (y emotiva) con el alcalde ilicitano. Quien o quienes hayan cometido semejante tropelía, denunciada por fin ante la Comisaría por parte del afectado, solo demuestran cobardía, mucha mala baba, y un empeño enfermizo en querer obligar a Ruz a que exhiba su orientación sexual como ellos/ellas/elles quieren que se exhiba. Volveremos a ello.
El Outing se inventó en Estados Unidos en la década de los 80 tras la irrupción del SIDA: las comunidades homosexuales de Nueva York y San Francisco lanzaron esta práctica para obligar a los políticos "armarizados" a que presionara con el fin de que se invirtieran más presupuesto público para investigación. Eran los años en los que caían como moscas y nadie sabía nada de esa extraña enfermedad que mataba a los gays (y la subsiguiente estigmatización).
A Ruz le han hecho un outing extemporáneo y de muy mal gusto con un toque totalizante: para ser de la comunidad LGTBIQ hay que ir con una pancarta predicándolo a los cuatro vientos: sin opción alguna a que cada cual viva su orientación como le dé la gana. Y lleva razón don Pablo cuando afirma que se ceban con él porque es de derechas, porque es creyente, y porque le ha tocado gobernar, por pura aritmética, con la ultraderecha en tanto en cuanto PSOE y Compromís se quedaron en minoría tras las últimas elecciones locales. O llevas tacón, pluma y collarines (es un decir) o no eres del "colectivo", expresión uniformadora, reduccionista, homogeneizante y, por qué no, totalitaria en tanto en cuenta resta toda la pluralidad de las miles y miles de personas con orientaciones e identidades sexuales disidentes. Para colectivos, el del metal, el de los óncologos, el de las kellys.....Y poco más.
El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Elche, Héctor Díez, se cubrió de gloria en el pleno municipal del pasado martes cuando Ruz alertó del ataque homófobo que estaba padeciendo. Cosa que no es nueva: cuando estaba en la oposición ya denunció que en el colegio sufrió "moobing" porque le llamaban maricón. Por cuatro pegatinas de nada...argumentó Díez, que se supone que va a ser el candidato socialista en las próximas elecciones. Luego rectificó a marchas forzadas. Cuatro pegatinas.
Arrastra una contradicción nuestro protagonista, un pecado venial, y es que en el anterior mandato sí que aprobó una moción que votaron todos los grupos salvo Vox en defensa de los derechos y de la dignidad de la comunidad, comunidades, LGTBIQ. Venial. Ha tenido que hacer un ejercicio de "real politik" como tantos otros cargos del PP que gobiernan con Vox. Donde tienen mayoría absoluta (o casi absoluta) no ha ocurrido eso. El otro día Ferreras hacía un repaso exhaustivo en La Sexta. Yo no comparto ese relativismo que al final se traduce en una cesión a la ultraderecha. Y los derechos humanos, que es de lo que estamos hablando, no son lo mismo que el fomento de la caza y la tauromaquia. Pero menos comparto aún la obsesión casi enfermiza de algunos miembros de la comunidad gay en que el alcalde se defina, más aún cuando Aurora Rodil sabe perfectamente lo suyo.
El Día del Orgullo sigue siendo necesario, con menos tacones; y menos estética de garrafa. Según datos de la Federación Estatal LGTBIQ+ hasta un 70% de trabajadores oculta su identidad sexual o afectiva en las empresas por miedo a ser objeto de burla, de escarnio, y por creer que eso limita sus posibilidades de ascenso... No digamos ya el permiso de 15 días por matrimonio. Mal. Muy mal. También crecen, o se visibilizan más, los delitos de odio y las agresiones homófobas entre, alarma roja, las capas más jóvenes de la sociedad. Y eso que España es uno de los países más avanzados del mundo en lo que concierne a los derechos de la comunidad homosexual, derechos individuales y colectivos señor portavoz del PSOE en Les Corts José Muñoz. No solo colectivos.
Pablo Ruz, víctima y héroe. A mí me importan un pimiento sus preferencias íntimas. Lo que me importa es que sea un buen alcalde: y en ello está.