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arquitectura contemporánea

Láminas de hormigón, cúpulas del nuevo tiempo

Foto: ANTONIO PRADAS

València pone en valor el triunfo de la ingeniería que cambió la arquitectura. El Palau Ducal de los Borja en Gandía acoge hasta el 30 de agosto una muestra del Instituto Valenciano de Edificación que repasa los logros de un sistema de construcción que marcó los años posteriores a la II Guerra Mundial

27/08/2019 - 

VALÈNCIA. De Castellón a Alicante, pasando por Gandia; de Alcossebre a Elda, parando en València. En Oliva. En Borriol. Y la Comunitat Valenciana no es precisamente una excepción. Durante décadas el empleo de láminas hormigón en Arquitectura fue una solución técnica que permitió nuevas construcciones de singulares formas, y que dieron pie a un nuevo tipo de edificaciones, presididas por bóvedas de hormigón, de una sutil ligereza y una enorme solidez. Modelo para arquitectos de todo el mundo, su mayor difusión se produjo tras la II Guerra Mundial, si bien estaban presentes desde principios de siglo, y han continuado siendo un modelo en los últimos años.

Este verano el Palacio Ducal de los Borja en Gandia alberga la exposición Laminoflexia. Láminas de Hormigón Armado en la Comunidad Valenciana. Enmarcada en el proyecto de innovación europeo ALTERECO, que busca alternativas culturales y sostenibles al turismo de masas, la exposición ha sido financiada por la Conselleria de Vivienda y realizada por el Instituto Valenciano de Edificación para poner en valor este tipo de construcciones, que ha dado eximios ejemplos y que se popularizó gracias a los grandes templos deportivos. De hecho, algunas de las mejores expresiones de este tipo de edificaciones surgieron al albur de grandes competiciones, como el Palazetto de Pier Luigi Nervi creado para los Juegos Olímpicos de Roma de 1960.  Su éxito fue absoluto. Tal y como apunta el ingeniero Carlos Lázaro Fernández en uno de los artículos que componen el catálogo, “la lámina de hormigón armado desplazó a las bóvedas y cúpulas de fábrica y compite con la estructura metálica como solución ligera para cubrir grandes espacios”.

Curiosamente, la selección realizada por el IVE no contiene ninguna edificación deportiva, porque no fue el caso en la Comunitat Valenciana. El vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, fue el encargado de presentar esta muestra en Gandia, acompañado por la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, y la directora del Instituto Valenciano de Edificación, Begoña Serrano. La elección de Gandia no fue precisamente azarosa. De las 16 edificaciones seleccionadas, dos son iglesias de esta localidad, lo que la convierte en una ciudad de referencia en este tipo de obras.

1. Restaurante La Cúpula, en Alcossebre, Castellón

Creado por el fallecido Antonio Lamela para el complejo Eurhostal, este restaurante forma parte de un complejo turístico que se construyó entre 1972 y 1973. Su autor, responsable de obras como las torres de Colón, la renovación del Santiago Bernabeu en 1988 o, junto a Richard Rogers, de la T-4 de Madrid, ideó una bóveda de hormigón que cubre una luz de 24 metros y tiene una altura en la clave de 5,35. Lamela se distinguió a lo largo de su carrera por la innovación tecnológica en la arquitectura y por ser precursor de la arquitectura sostenible por medio del naturalismo arquitectónico.

2. Talleres del IES Politècnic, en Castellón

Encargo de 1963 del Ministerio de Educación franquista al arquitecto Luis M. Feduchi, para la construcción de las superficies laminares recurrió a la empresa de Ricardo Urgoiti y José Ruiz-Castillo, discípulos de Félix Candela, el arquitecto español exiliado en México que se convirtió en un referente mundial en este tipo de obras. Los talleres se concluyeron en 1966. Prodigio técnico, el espesor de la lamina de hormigón es de 7,5 centímetros.

3. Iglesia de Santa María en Borriol

El arquitecto de Albocàsser Francisco Segarra fue el director de obra de esta iglesia que responde al concepto de templo emanado del Concilio Vaticano II. Se abandona la direccionalidad de la planta de cruz latina y se asume un espacio centralizado que subraye la participación del pueblo de Dios en la liturgia. Los doce soportes representan a los doce apóstoles y sirven de apoyo al muro de hormigón armado que cierra el espacio. En su obra Segarra contó con la colaboración de Félix Ribera Aparici.

4. Edificio de acceso al Oceanogràfic

Si existe un arquitecto de referencia en el mundo hispano de la arquitectura con láminas de hormigón, ése es el hispano-mexicano Félix Candela. Rescatado para España con motivo de la reorientación de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, su muerte en 1997 le impidió ver terminado su edificio de acceso al complejo acuático, que fue concluido por una empresa creada para la ocasión con el arquitecto José María Tomás Llavador al frente. El edificio de acceso lo desarrolló la ingeniería madrileña de Carlos Fernández Casado. Diseñado en 1996 y concluido en 2002, a diferencia de las cubiertas de Candela posee un doble armado en la lámina de 12 centímetros de espesor y los apoyos están articulados.

5. Restaurante L’Oceanogràfic

Como pasó con el edificio de acceso, fue creado por Félix Candela en 1996 y concluido en 2002, en este caso con la colaboración de los ingenieros Carlos Lázaro y Alberto Domingo. Los voladizos alcanzan los 6,83 metros. Inspirado en el restaurante Los Maniantales en Xochimilco del propio Candela, construido cuarenta años antes, la lámina de 6 centímetros de espesor está armada con un mallazo y reforzada en nervios y clave.

6. Fábrica Interfruit en Oliva

Otra obra de los años sesenta. En concreto el autor del proyecto fue Pablo Pintado Riba, con la colaboración del arquitecto Ignacio Faure Rodrigo, y la obra se ejecutó entre 1964 y 1967. El arquitecto contó con la ayuda de los ya mencionados ingenieros Ricardo Urgoiti y José Ruiz-Castillo, auténticos especialistas en la materia, que desarrollaron sus trabajos con la empresa Construcciones Laminares S.L.

7. Grupo Marqués de Valterra en El Perellonet

Populares y singulares, constituyen uno de los ejemplos más celebrados de vivienda pública. El conjunto, proyectado por Carlos de Miguel González, fue construido entre 1950 y 1953 y las casas fueron sorteadas en 1954 entre los pescadores de la zona. Ante la carestía de hierro, las autoridades decidieron adoptar una patente británica, el denominado sistema Ctesiphon, de inspiración militar, consistente en unas cimbras metálicas desmontables que permitían construir con gran rapidez bóvedas de espesor reducido y perfil parabólico. El grupo consta de 27 pequeñas casas de dos a tres dormitorios y una iglesia recoleta. Su nombre se lo da el noble que impulsó estas casas, en principio de caridad y ahora convertidas en activo turístico.

8. Gasolinera de Oliva

La estación de Oliva ‘El Rebollet’ no merece presentación. Como bien señala en el prólogo del catálogo el vicepresidente Martínez Dalmau, no hace falta especificar en qué calle está ni de cuál se trata para que todo el mundo la reconozca. Obra de Juan de Haro Piñar, fue construida entre 1960 y 1962 por encargo de los hermanos Francisco y Rafael Just Racaño. Está inspirada en el célebre restaurante Ariston, diseñado en 1948 por Marcel Breuer, construido en Mar de Plata, Argentina.

9. IES Joaquín Sorolla

Este colegio creado en València por José Ramón Apiazu es un buen ejemplo de las motivaciones que rodearon a muchas de las obras realizadas con hormigón armado. Haciendo de la necesidad virtud, Apiazu empleó hormigón como elemento estructural y de acabado por la limitaciones presupuestarias de un encargo que llegó poco después de la riada del 57 y que pretendía dar respuesta a las necesidades de plazas escolares, surgida como consecuencia de la emigración interior que creó el desarrollismo. Las láminas plegadas, de 12 centímetros de espesor, son de inercia variable lo que mejora su comportamiento estructural. Los ingenieros Ramón Argüelles e Ignacio García Badell colaboraron en la obra que se realizó entre 1964 y 1967.

10. Iglesia de San Nicolás, en Gandía

A simple vista parece un muro, el brutalismo en estado puro; sin embargo, ha contado con el beneplácito del tiempo que ha hecho de esta iglesia una de las obras de referencia en cuanto a la arquitectura realizada con láminas de hormigón. Obra del prestigioso Eduardo Torroja, que contó con la colaboración del arquitecto Gonzalo Echegaray Comba, este templo se edifició entre 1958 y 1962. La promoción de la obra corrió a cargo de Juan Miñana Pavía y el ingeniero de cálculo fue Jaime Nadal Aixalá.

11. Iglesia Santa María del Mar, en el Grao de Gandia

Iglesia dependiente de la parroquia de San Nicolás, la iglesia de Santa María del Mar es obra del arquitecto extremeño Agustín Gabriel López. Edificada entre 1987 y 1991, la iglesia está cubierta por una lámina de hormigón de 10 centímetros. En teoría iba a ser una iglesia al aire libre, para los meses estivales. Parecía su destino natural, por lo que se dejó la nave abierta al exterior. Pero al poco tiempo se cerró con vidrieras.

12. Marquesina Juan XXIII, en San Vicente del Raspeig

Realizada entre 1990 y 1992, la marquesina Juan XXIII constituye un buen ejemplo del revival que tuvo este tipo de construcciones a partir de los años noventa. Encargo del ayuntamiento a Juan S. Pérez Parra y José L. Frías Wamba, quienes la diseñaron en colaboración con el arquitecto municipal José M. Chofre Gil, contaron con la colaboración de Florentino Regalado, quien se encargó del cálculo de la estructura. El encofrado se realizó con listones de madera, como la gasolinera de Pablo Pintado en Oliva.

13. Cubierta Plaza Castelar, Elda. 

Hasta 1962 esta plaza de la localidad alicantina tenía un templete de música que había perdurado desde 1948. Demolido por problemas de visibilidad, en 1978 se encargó un nuevo templete al arquitecto local José Luis Valero Nuevo, quien diseñó el paraboloide hiperbólico de hormigón armado con la colaboración del ingeniero Nemesio Espinosa. La obra se concluyó en 1981. Tres pilares metálicos contribuyen a estabilizarla respecto a los esfuerzos de presión y succión producidos por el viento.

14. Porche en el colegio Jesús María, de Alicante

Posiblemente sea el elemento más identificativo del colegio. Nació como fruto de una ampliación. El centro fue realizado en 1963 por el arquitecto Agustín Borrel Sensat, quien adoptó esta solución en 1966, cuando se le encargó agrandar el colegio. Esta estructura fue empleada también por el arquitecto jienense Fray Coello de Portugal en el claustro del monasterio de Santa Catalina de Siena, en Alcobendas, realizado entre 1966 y 1968.

15. Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Benidorm

Otro templo surgido al calor del Concilio Vaticano II, en este caso construido entre 1973 y 1974. Obra de Antoni Corell, acoge en su torre las actividades parroquiales, una comunidad de religiosas y alojamiento de sacerdotes de vacaciones. La edificación se llevó a cabo con la colaboración de Prodein Ingeniería.

16. Auditorio en el Paseo de la Explanada, Alicante

Una de las primeras manifestaciones artísticas vinculadas a este movimiento en el que se aúna ingeniería y arquitectura, o al menos una de las más reconocibles, es el auditorio en el Paseo de la Explanada de Alicante. Obra de Miguel López González, construido en 1954, sustituyó a otro de estilo historicista ubicado en el mismo emplazamiento. El auditorio es en sí una gran lámina de hormigón de 35 centímetros de grosor en el apoyo y de 15 cm en los extremos. Se llegó a plantear su demolición pero dos intervenciones realizadas en 2001 y 2007 han conseguido salvarlo y que siga como referente de una arquitectura, hija de su tiempo, que hoy cobra un nuevo valor.

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