Este fenómeno, por el que el hueso se integra con el titanio, permitió muchos avances en implantología auditiva
VALENCIA.- En los años 50 el Profesor Branemark, cuando era un joven investigador en el campo de la fisiología en Gotemburgo (Suecia) descubrió esta tolerancia del hueso con el titanio. El hallazgo permitió desarrollar diversas aplicaciones clínicas en el campo de la medicina.
En los inicios de la implantología, el uso de un sistema de vibración acústica para evaluar el nivel de integración del titanio con el hueso fue el origen y comienzo del implante Baha.
El Baha consiste en un implante de titanio que se inserta en el hueso de la mastoides, detrás de la oreja.
Una vez se produce el periodo de osteointegración se adapta un procesador de sonido que permite transmitir el sonido a través de la vía ósea al oído interno. Desde que se implantó en el primer paciente, en 1977, se ha implantado en 130.000 pacientes en todo el mundo.
A lo largo de más de 50 años el sistema ha evolucionado mucho tecnológicamente y ha devuelto la sonrisa a muchas personas con problemas de audición. En España el implante Baha está dentro del catálogo de prestaciones obligatorias del Sistema Nacional de Salud; un derecho y una opción terapéutica para todas aquellas personas con problemas auditivos según indicación y prescripción médica.
Para conmemorar los avances, el próximo domingo 8 de noviembre tendrá lugar en Valencia la caminata popular organizada por la Asociación Nacional Sindrome Treacher Collins Zaira Sardina y Bahafriends en los jardines del Turia.