La posibilidad de renunciar a la ayuda si es mínima hace prever un aluvión de solicitudes de Castellón

CASTELLÓ. Ja el dia és arribat, como escribió Bernat Artola para anunciar la Madgalena con su Pregó. Este jueves, 27 de julio, por fin se abre el plazo para que los fabricantes de azulejos y los de fritas y esmaltes (y los de otra treintena de sectores) puedan presentar sus solicitudes a las ayudas con que contrarrestar los desmesurados precios del gas que sufrieron durante más de un año. 

La apertura del plazo no ha sido recogida con una expectación desmesurada por las patronales de ninguno de los dos sectores castellonenses (de hecho, la azulejera Ascer no ha querido hacer valoraciones más allá de lo que ya ha venido diciendo en los últimos meses) debido a la gran incertidumbre sobre la cantidad de empresas que finalmente presentarán sus solicitudes. Y es que la amenaza de la Ley Crea y Crece, que obliga a pagar a los proveedores en menos de 60 días si se quiere recibir ayudas públicas hace que cada compañía deba valorar por sí misma si se presenta al concurso, pese a la excepción de seis meses finalmente recogida. 

Renuncia a última hora

Pero hay un dato que hace prever que serán bastantes las que tramiten las solicitudes durante el mes que tienen por delante hasta el próximo 24 de agosto. Y lo señala el consejero delegado de la patronal esmaltera Anffecc, Manuel Breva: "A tenor de la cantidad que finalmente les indique la resolución, pueden tomar la decisión de si seguir adelante con la ayuda o desestimarla, en función de si estiman que van a poder ponerse al corriente de pago a proveedores en los seis meses posteriores a recibir la ayuda". 

Es decir, las empresas pueden presentar sus solicitudes, el Ministerio tramitar el reparto y, cuando se conozca el importe que les corresponde (siempre antes del 31 de diciembre), los fabricantes castellonenses pueden decidir si compensa el esfuerzo que van a tener que hacer para cumplir con la Ley Crea y Crece que fuerza a pagar en menos de dos meses a los proveedores. 

En todo caso, esto todavía está por definir, pues como resalta Breva, "va a ser una decisión muy particular de cada empresa, que tendrá que analizar cuál es su situación real". Eso sí, en la patronal esmaltera confían "en que la mayor parte puedan solicitarlas". La principal dificultad va a ser la tramitación burocrática, "y el hecho de tener que presentarlas en el mes de agosto complica el tema", destaca el secretario general de Anffecc.

Para evitar esto, las asociaciones empresariales han venido ya asesorando a las compañías, como han resaltado desde Ascer en diferentes ocasiones. "En cualquier caso, esperamos que la presentación pueda hacerse de la manera más ágil posible", concluye Breva.