El experto no encuentra motivos justificados para penalizar con tanta saña a los mercados de renta variable en las últimas fechas; mientras tiene claro que la FED subirá tipos esta semana
MADRID. A pesar del apetito comprador de muchos inversores, el mercado continúa descendiendo, sobre reaccionando a los anuncios de la Fed y el BCE de la semana pasada. La sensación es que en los últimos años, los bancos centrales están dominando los mercados y cada vez se mira menos los fundamentales, algo que carece de sentido.
La economía europea se encuentra en el mejor punto desde 2008, tanto por los distintos miembros que integran la zona como por el clima empresarial. Todo este entorno apoyado de una mayor política expansiva monetaria conforman un marco confortable.
Por el contrario, y en contra de lo que se pudiera prever, se producen correcciones violentas como la de los últimos días, no sabemos si condicionadas más por las caídas en Wall Street o por la 'decepción' del BCE de no haber anunciado más estímulos. Teniendo en cuenta que los descensos dentro del mercado norteamericano están siendo mucho más leves y menos pronunciadas que en la renta variable europea donde los recortes son mucho más violentas en general.
Lo cierto es que si nos apoyamos en los fundamentales, quizás estemos ante una de las razones de compra más justificadas de los últimos años. Pero visto lo visto no nos extrañaría que el mercado todavía cayera más. Eso sí, coincidimos en que cuando vuelva a repuntar, que esperamos que no tarde más de mes y medio, lo hará de manera vertiginosa.
Encaramos la segunda semana clave de este mes de diciembre, en la que el mercado ya ha descontado prácticamente la posible subida de tipos y los inversores están más pendientes del discurso por parte de Yellen, para anticipar un posible calendario de subida de tipos, y como se mirarán los datos macroeconómicos que se den a partir de la fecha señalada.
Otro protagonista que no podemos olvidar es el crudo, el principal protagonista del mercado. El Brent ha perdido el soporte anual y no parece haber indicios de volver a los niveles anteriores, aunque esté en la parte baja del canal bajista, que presenta desde hace mes y medio.
Hay posibilidades de que esta tendencia continué hasta 2017 pero es demasiado aventurado hacer un análisis a tan largo plazo, ya que en junio de 2016 tendremos una nueva reunión de la OPEP en la que se espera que se añadan los intereses de importantes productores como Irán, Irak e Indonesia, que no se tuvieron en cuenta en la última reunión.
Por ello, la actual tendencia debería continuar como mínimo hasta principios del año que viene si la demanda de China y la evolución alcista del dólar no cambia.
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