VALÈNCIA. Si alguien ha protagonizado la agenda cultural de este 2023 ese ha sido Joaquín Sorolla. La conmemoración del centenario de su fallecimiento -que este mismo jueves contará con un homenaje al pintor en el Cementerio General- ha salpicado la programación de gran parte de los centros expositivos valencianos. Y no solo. Las actividades del Año Sorolla han llegado a países como Estados Unidos o Cuba, que también han querido celebrar al pintor de la luz. En València han sido Fundación Bancaja y el Museu de Belles Arts de València (Mubav) las principales instituciones involucradas en el evento. Todavía, de hecho, se pueden ver algunas de las exposiciones vinculadas al proyecto. En Fundación Bancaja se puede visitar hasta septiembre la muestra Sorolla en negro, que explora la paleta más oscura del pintor. El Mubav, por su parte, presenta de manera íntegra los fondos de Sorolla de la Colección Masaveu, la colección privada con mayor número de obras del genio valenciano. Estos y otros proyectos han dado forma a un Año Sorolla que ya ha mostrado muchas de sus cartas, pero, ¿cuáles faltan?
Fundación Bancaja se reserva uno de los platos fuertes del curso para el próximo mes de octubre. El centro cultural abrirá sus puertas en otoño a Sorolla a través de la luz, un macroproyecto expositivo que conectará la obra del pintor valenciano con una revisión de la misma bajo el filtro de las últimas tecnologías. El plato fuerte vendrá, eso sí, de la mano de las propias pinturas del creador, pues la muestra ofrecerá al público obras nunca antes vistas en València provenientes de la Hispanic Society of America de Nueva York, un recorrido que se ampliará con obras de la propia fundación, como ¡Triste herencia! y Al agua, y de otras instituciones. La pinturas se complementarán, de la mano de la empresa Light Art Exhibitions, con una sala sensorial y otra de realidad virtual que sumergirán al visitante en un “espectáculo de imágenes en movimiento y sonidos que amplían e intensifican el efecto sensorial de su pintura y permiten viajar hasta la época del pintor”, relatan desde la entidad.
Ha sido el Mubav la institución cultural pública valenciana encargada de capitanear el Año Sorolla, una labor que se ha traducido en distintas exposiciones como la mencionada Colección Masaveu o la muestra Orígenes, en colaboración con la Casa Museo Sorolla, una labor que ha culminado este verano con la apertura de la Sala Sorolla, con la que el pintor recupera un espacio estable en el museo tras el cierre en 2019 de su sala monográfica. Tras esta primera batería de exposiciones, llega ahora el momento del contexto. Es por ello que la pinacoteca prepara para este otoño una exposición centrada en la Real Academia de España en Roma, un lugar clave para la formación del pintor y de más creadores. Fundada en 1873, durante el periodo de la Primera República, la institución ha acogido a algunas de las principales firmas del arte valenciano, también en los puestos de dirección, que ocupó Mariano Benlliure y José Benlliure, una presencia que se traducirá en una muestra que quiere ser espejo de de la España de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.
El Ayuntamiento de València, por su parte, también desvelará algunas de sus cartas en torno a Sorolla este otoño. Serán en unos meses cuando abra sus puertas en la Casa Museu Benlliure la exposición La València pintada en los tiempos de Sorolla, que quiere poner en valor la “entrañable” relación que mantuvo el pintor con la familia Benlliure. Cabe destacar que la ciudad cuenta con una pequeña colección de pinturas de Sorolla entre las que destaca el Retrato de Peppino, hijo de José y también pintor, y una pequeña Marina. Hasta que abra sus puertas la muestra, el Museu de la Ciutat de València acoge hasta finales de diciembre la muestra La ciudad de los artistas. Joaquín Sorolla y el Palacio de las Artes e Industrias de València en la que desvela todos los detalles sobre el sueño frustrado del valenciano de crear un Palacio de las Artes para la ciudad
Habrá que esperar algo más de lo previsto para que las actividades del Año Sorolla recalen en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. Hace algunas semanas, tal y como había sido anunciado, debería haber abierto sus puertas la exposición Sorolla y la cerámica, sin embargo en su lugar el centro inauguró una muestra en torno a la obra de Pedro Mercedes. La muestra sobre Sorolla, por “cuestiones de agenda” y “compromisos adquiridos anteriormente”, se mueve a 2024, tal y como han confirmado desde el centro a este diario, una exposición que tiene previsto abordar la faceta de Sorolla como coleccionista de cerámica, práctica que cultivó durante sus años centrales de madurez, sobre todo al adquirir múltiples piezas en alfares tradicionales valencianos como Manises o Paterna.
El pulso del Año Sorolla continuará también más allá de València. Entre los proyectos destacados se incluye la exposición Los veranos de Sorolla, que acogerá este otoño la Fundación MAPFRE en Madrid, una muestra comisariada por Casilda Ybarra Satrústegui que analizará a través de una veintena de obras la evolución del concepto del verano en la pintura de Sorolla, desde sus obras de corte costumbrista en la playa del Cabanyal de València hasta los veranos de la burguesía en las costas del Cantábrico. Más de cien dibujos reunirá la Fundación Caja Círculo de Burgos en la exposición Sorolla. Dibujante sin descanso, mientras que La Granja de San Ildefonso (Segovia) será sede de una muestra comisariada por Blanca Pons-Sorolla y Consuelo Luca de Tena que aborda la pintura de jardines y paisajes que Sorolla realiza a partir de su estancia en el verano de 1907. El Museo Carmen Thyssen Málaga o el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, que reunirá en una exposición el conjunto de 32 obras del pintor pertenecientes a su colección, son otras de las instituciones que marcarán el ritmo de lo que queda de Año Sorolla.
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent