VALÈNCIA. El desarrollo de la tecnología, el valor de la información y el conocimiento en la gestión pública y la colaboración de los diferentes agentes sociales para la persecución y consecución de unas ciudades más inteligentes que mejoren la vida de sus ciudadanos fueron los ejes fundamentales de la última jornada organizada por Valencia Plaza en colaboración con la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) y Waternology by Facsa. El encuentro, que se celebró en el hotel balneario Las Arenas, congregó a múltiples representantes del sector empresarial y agentes sociales para abordar, precisamente, las potencialidades y los retos de las smart cities, así como el estado actual de la cuestión.
La cita acogió un coloquio en el que, moderados por el director de Valencia Plaza, Javier Alfonso, participaron la presidenta de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) y concejala del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de València, Elisa Valía; y el managing director de IotSens/Waternology by Facsa, Ignacio Llopis; junto a la directora del ITI, Centro Tecnológico TIC, Laura Olcina; y el director general Smart City Cluster, Daniel González-Bootello.
Valía fue la encargada de abrir el evento con una intervención que puso de relieve que nos encontramos en "un momento estratégico" para el desarrollo de herramientas inteligentes en las ciudades con el objetivo de "revertir algunos efectos del cambio climático y frenar el avance de las desigualdades". Y no sólo en un contexto estratégico sino tambíen "de oportunidad", aseveró, porque "nunca antes se había puesto tanto dinero público para transformar la manera de entender nuestro entorno".
Por ello, la presidenta de la Emshi instó a aprovechar los fondos y el contexto "en todo su potencial y dimensión", y poder generar las "alianzas" necesarias "para una transformación estructural de muchas cosas". "O tenemos a todo el mundo implicado o es imposible de abordar", señaló la también edil del Ciclo Integral del Agua de València, para quien "la digitalización no es un objetivo final, sino el camino para transformar las infraestructuras en sistemas y redes más resilientes, robustas y sostenibles".
A juicio de Valía, la ingente cantidad de datos que proporcionan la tecnología y las técnicas digitales "deben necesariamente ser procesados e interpretados para poder ser útiles y ayudar en la toma de decisiones y aplicarlas con la máxima información posible para la mejora del servicio y en beneficio de la ciudadanía". Por ejemplo, en materia de agua, por lo que señala que la digitalización permite conocer dónde está cada gota que se inyecta en la red, pues cada gota cuenta. "No es posible controlar la lluvia, pero sí su gestión", recuerda Valía.
La presidenta de la Emshi consideró durante la charla que la ciudad que quiera ser inteligente "debe definir sus necesidades y por otra parte, tirar mano de herramientas tecnológicas". No obstante, Valía recalcó que no sólo hay que centrar la atención en la tecnología sino en "hacer las cosas de otra forma" y también invertir esfuerzos en "evaluar" los resultados para "tomar decisiones". Un cambio de concepción para el que, según explicó, todavía "hay que hacer mucha pedagogía".
El director general Smart City Cluster, Daniel González-Bootello, recordó que el concepto de ciudad inteligente "ha estado envuelto en mucho misterio" pero que actualmente está "evolucionando hacia un modelo integrado: una ciudad que observa, toma nota y reacciona para resolver los problemas. Una ciudad que utiliza con eficiencia los recursos que tiene -tecnología, conocimiento y procesos- para servir mejor a quienes viven en las ciudades".
A este respecto, la directora del ITI, Centro Tecnológico TIC, Laura Olcina, dijo no pensar en "ciudades inteligentes y tontas" sino que lo hace dedsde otra perspectiva, "en ciudades que son eficientes". Para ello, explicó Olcina, "las ciudades inteligentes tenemos que marcar una hoja de ruta y una estrategia para acometer los cambios necesarios".
Por su parte, el managing director de IotSens/Waternology by Facsa, Ignacio Llopis, quiso incidir en uno de los retos que tiene la sociedad para avanzar en ciudades más inteligentes: la formación. "No habrá transformación digital si no hay personas involucradas y transformadas", explicó Llopis en este sentido, para insistir en las diferentes líneas en las que hay que trabajar desde todos los agentes para mejorar las smart cities: "infraestructura, datos y formación y personas".
Sobre ello, Olcina ahondó en la "necesidad de personal especializado" y quiso poner sobre la mesa el "serio problema" que hay para encontrar este tipo de personal. Algo que admitió la propia presidenta de la Emshi, Elisa Valía, según la cual "si las empresas tienen dificultadeds para encontrar personal, las administraciones más". Por ello, la edil pidió una "transformacion del acceso a la función publica y cómo ésta se desarrolla después".
Para Valía, esta "es una cuestión estructural" porque "hay muchas empresas pujando por esos perfiles con mucho más potencial", de manera que el modo de acceso a la función pública, a su juicio, supone "obstaculos y una barrera para perfiles creativos que pueden marcar la diferencia". "No tiene sentido que las personas de las administraciones sigan incorporándose como se hacía 20 años atrás".
El managing director de IotSens/Waternology by Facsa, Ignacio Llopis, señaló que València está ahora mismo "en la Champions, a la vanguardia mundial a nivel público" en esta materia, pero de cara al futuro sí puso sobre la mesa la necesidad de "seguir capilarizando" este desarrollo "hacia los municipios más pequeños". Y como propuesta, el director general Smart City Cluster, Daniel González-Bootello, planteo el impulso del diálogo con universidades, especialmente de cara al diseño de los nuevos sistemas.
"Si diseñamos sistemas que requieren una gran formación, estamos poniendo una barrera para su utilización", aseveró en este sentido González-Bootello, quien recalcó: "Los gobernantes quieren un mayor uso de esos servicios: cuanto mas facil se le pongan a los ciudadanos para practicar esa ciudad inteligente, mejor". Y reclamó a las administraciones que pongan soluciones para evitar que haya programas que se queden "sin ejecutar" por falta de accesibilidad o la existencia de obstáculos para su uso.
En cuanto a la compra pública innovadora, Valía consideró que es la clave de todo porque nos va a permitir solucionar muchos problemas". Pero apostilló que es necesario "incorporar a personas que sepan transformar las necesidades de la ciudadanía -servicios sociales, movilidad, agua, etc.- en necesidades tecnologicas y pliegos administrativos".
Y también sobre ello, recordó que esta herramienta consiste en comprar "algo que igual no sale bien". "Tenemos que aceptar que se está contratando con dinero público una tecnología que igual no sale bien, algo que no existe", explicó la edil al respecto, por lo que insistió en hacer una gran "labor de pedagogía" en la sociedad para hacerlo comprender".
Según Laura Olcina, actualmente la compra pública innovadora "no se está aplicando" del todo bien porque "se hace sin saber qué necesitamos, qué existe y cómo puede eso solucionar nunestros problemas". Aún así, animó a hacer uso de ella, pero siempre "con un máximo de información" y "expertos tecnológicos" para "ver la probabilidad de llevar a buen término cada desarrollo". Y también instó a acabar con licitaciones que pagan "con precios del becario del becario, poco competitivos".
Llopis consideró que la compra pública innovadora puede suponer "inversiones muy potentes" pero que puededn dar "muchísimo retorno". En ese sentido, admitió que "hay un riesgo" y que, por ello, "muchos ayuntamientos, antes de sacar sus proyectos, consultan a empresas e institutos tecnológicos". "Es lo que hay que hacer", subrayo, para añadir que en la elaboración de los pliegos "la parte monetaria es muy importante, y añadió que a veces "se quedan desiertos porque los proyectos se retrasan y se pierden oportunidades".
Por su parte, González-Bootello aportó que para un funcionario es difícil "salirse de su carril y meterse en una iniciativa donde ha de asumir un riesgo", por lo que instó a un cambio de mentalidad también en la administración con el objetivo de "facilitar las cosas" y "apoyarse en los mecanismos existentes" para impulsar estas nuevas herramientas, y pidió una "reflexion a nivel de país" dado que, recalcó, "hay cosas que se estan dejando de hacer por ese motivo".
Otro aspecto relevante en el desarrollo de ciudades inteligentes es el de la gobernanza, según la presidenta de la Emshi, quien resaltó la "visión metropolitana" de la entidad, con una gobernanza que reside en "municipios distintos". "Es un ejemplo de buena gobernanza para afrontar problemas que no son locales", señaló, para insistir en la necesidad de un ente metropolitano que abarque más cuestiones, no sólo la del agua o los residuos como actualmente.
Olcina incidió, en otro orden de cosas, en que los datos abiertos de las administraciones son otro motor de la ciudad inteligente. "Pueden hacer que surjan nuevas colaboraciones, además de una mayor formación y sensibilización", explicó en este sentido, y por ello instó a realizar una "apuesta muy fuerte" en este campo como ya se ha estado haciendo. Algo que Llopis confirmó: "El portal de datos del Ayuntamiento es espectacular y envidiable".
En el cierre del acto, el managing director de IotSens/Waternology by Facsa recalcó la importancia de apostar por las tecnologías para mejorar la gobernanza y la transparencia, como se está haciendo en el servicio del agua. Así, destacó Waternology como una marca que busca "impulsar la tecnologización del seector" mediante un componente software que permite, entre otras cosas, "simular comportamientos hidráulicos" para una rápida intervención, pero que también mejora la transparencia.
El sistema se trata, según dijo, de un "puzle modular con soluciones propias y líderes del mercado a la que incorporamos piezas constantemente". Llopis subrayó que "todas las ciudades necesitarán una plataforma de ciudad inteligente donde converjan datos de todos los departamentos". "Esta es la visión integradora y digital de Facsa para mejorar la gestión del agua del mañana", concluyó.