Giuseppe Grezzi. Foto: MARGA FERRER VALÈNCIA. (VP) La Asociación Española de Movilidad Urbana Sostenible (AEMUS) manifestó el pasado jueves su descontento porque "tras cuatro años de espera, la controvertida Ordenanza de Movilidad", que fue aprobada en el pleno de València por la mañana, "echa balones fuera y deja en manos del concejal socialista Ramón Vilar (Hacienda) y del de Compromis Carlos Galiana (Espacio Público) la regulación necesaria para que los valencianos puedan alquilar patinetes, bicis o coches eléctricos sin base fija"
Así pues, la asociación asegura que, "ante las continuas trabas y retrasos acumulados", intentó abrir "un diálogo para desbloquear la situación solicitando una reunión conjunta a los tres concejales implicados en su regulación". Sin embargo, explican que casi dos meses después ni siquiera ha recibido respuesta por parte de ninguno de ellos.
“Desde el Ayuntamiento de Valencia nos están dando largas continuamente", dice Nacho Mas, presidente de la plataforma. Y es que, denuncia que "cada concejal implicado dice que depende del otro" y "mientras tanto los vecinos y visitantes de Valencia siguen sin derecho a disfrutar la oportunidad de moverse de una forma sostenible con vehículos compartidos".
"València se encuentra a la cola en la regulación del sector de la movilidad sostenible", prosigue. "Por ejemplo Madrid permite desde 2015 el carsharing eléctrico y ya han comprobado que cada coche compartido, elimina de la ciudad entre 13 y 15 coches privados con el impacto medioambiental que ello conlleva, además de liberación de espacio público".
Por otro lado, "a las empresas de patinetes eléctricos, ciudades como Zaragoza o Madrid, les han permitido operar mientras actualizan sus normativas", pero en València se lamentan de que "no se permite operar ni realizar pruebas piloto mientras se siguen tomando su tiempo para regular la actividad con el fin de la legislatura cada vez más cerca”, según Nacho Mas.
