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TRAS EL RECONOCIMIENTO OFICIAL

Las Fallas en Turquía y otras redes que tejerá Valencia como ciudad de la seda

Una vez que el Consejo de Ministros ha manifestado su respaldo a Valencia como Ciudad de la Seda 2016, empiezan a moverse los hilos para concretar proyectos

19/12/2015 - 

VALENCIA. Desde este viernes Valencia se viste con un nuevo traje: el de Ciudad de la Seda 2016. Tras el reconocimiento por parte del Consejo de Ministros, solicitado desde la Generalitat y perseguido por la delegación española de la Unesco, la ciudad ha visto colmada una aspiración histórica. Ahora se encuentra ante un telar en el que no puede errar la puntada. Cabe mover los hilos con destreza para sacar el rendimiento oportuno, tanto a efectos culturales, como turísticos y comerciales.

"Como valenciano, me siento orgulloso", afirma José María Chiquillo, coordinador en España del Programa Unesco Ruta de la Seda, y responsable en buena medida de este nombramiento que ha perseguido en congresos de medio mundo, desde Xi'an a Azerbaijan. La iniciativa también ha contado con el refrendo de Les Corts y el Consell, que han ofrecido no solo sustento administrativo al proyecto, sino también económico. La Agencia Valenciana Turismo, con Francesc Colomer al frente, ha puesto sobre la mesa hasta 400.000 euros.

Otros navegantes en la travesía han sido Vicente Genovés, presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda en Valencia, y Javier Garín, financiero de la misma entidad, así como la Universitat de València o la Fundación Hortensia Herrero, entre otros. Pero como apunta Jesús de Salvador, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales, "ahora hay que saber aprovecharlo desde todos los ámbitos. El éxito dependerá en gran medida del empuje de entidades privadas y públicas al concretar proyectos", añade. 

Folclore y cultura

La historia de Valencia está alfombrada por la seda, de las moreras de la huerta a los talleres de Velluters, pasando por el nacimiento del Colegio de Arte Mayor de la Seda y la Lonja de los Mercaderes. Sin embargo, la mayor particularidad de este puerto es que el legado sigue vivo. "En Azerbaijan alucinaban con las fotos de las Falleras", recuerda Jesús de Salvador, quien acompañó a Chiquillo en el viaje. Es por ello que uno de los puntos clave en la agenda de la Ruta será promocionar la Fiesta fuera de nuestras fronteras.

El próximo 18 de enero, José María Chiquillo se reunirá con una delegación de la Unesco en Turquía para cerrar los detalles de un intercambio entre ciudades. De un lado, Valencia; de otro, Estambul o Bursa. El objetivo es que una comisión de falleras se desplace hasta territorio turco para promocionar la fiesta, una iniciativa que recibirá su réplica cuando sean ellos quien vengan aquí. Todo vinculado a un acuerdo comercial con Turkish Airlines.

Como comenta el propio Chiquillo, "la Falla es un aliado natural del mundo de la seda", ya que cada año "miles de mujeres demuestran que sigue totalmente viva al vestirla por las calles". Por ello, la relación también pretende funcionar a la inversa. El reconocimiento otorgado a la Ruta no deja de ser un empujón a la candidatura de las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que la Unesco lleva tiempo estudiando, y cuya resolución parece cada vez más próxima.

Mientras, hay más citas en la agenda. Por un lado, dentro del marco del programa de Unesco de Estudio Integral de las Rutas de la Seda, al que se adscriben numerosos países, se han previsto dos encuentros en Valencia: el 17 y 18 de marzo, la reunión del Comité Ejecutivo, y del 9 al 12 de junio, el II Encuentro Internacional. Con todo lo que ello implica a nivel de prestigio internacional. Además de Multaqas (encuentros entre culturas de carácter folcrórico), entre 2016 y 2020 también habrá numerosos actos, congresos y eventos dentro del ámbito universitario.

El efecto turístico

Del mismo modo que Caravaca saco partido a su santidad y Santiago de su camino, Valencia debe aprovechar su Ruta para atraer peregrinos. La delegación española de la Unesco y el Colegio del Arte Mayor de la Seda se verán las caras con la Agencia Valencia de Turismo en una reunión prevista para el próximo lunes a fin de definir proyectos y, no menos importante, concretar presupuestos. Hay desde actuaciones musicales a carreras populares en la lista de los posibles.

Turismo arroja datos que alcanzan hasta los 400.000 euros destinados a este proyecto, una cifra muy superior a la que podría estar estudiando el Gobierno central, quien aún no ha especificado cantidades. "Todavía no conocemos números. Cuando pasen las elecciones, veremos qué ponen encima de la mesa desde", asegura el presidente del Colegio. Asimismo, la la Administración autonómica promoverá la presencia de la Ruta de la Seda en Fitur y destinará partidas específicas para otros proyectos relacionados.

"Lo que está claro es que ningún turista debería pasar por Valencia sin saber lo que ha supuesto la seda para esta ciudad", reivindica Javier Garín, financiero de la misma entidad, quien admite que no es la primera vez que se llevan a cabo incitativas de este tipo. "El elemento diferenciador en este caso ha sido el trabajo conjunto y el apoyo unánime por parte de las instituciones, que ha permitido sacarlo adelante. Esperemos que siga así", añade. 

También el hecho de potenciar un enclave físico. En 2016 se celebra el 20ª aniversario de la Declaración de la Lonja como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, mientras que el Colegio del Arte Mayor de la Seda cumple 35 años de su nombramiento como Monumento Histórico Artístico Nacional. Tal aniversario coincidirá con la finalización de su rehabilitación integral, realizada por iniciativa de la Fundación Hortensia Herrero y su inauguración como Museo de la Seda en el Cap i Casal.

¿Y qué hay del comercio?

La parada más complicada de esta ruta son las aplicaciones comerciales, evidentes, pero siempre difíciles de concretar. Más allá del beneficio económico que pueda contraer un mayor prestigio cultural y volumen de turismo, cabe pensar que el reconocimiento de Valencia estrechará las relaciones con otros países de la red Unesco. En concreto, uno de los mercados más interesantes será el de China, país para el que la seda es un elemento de diplomacia cultural. Pero las costuras de la seda no son simples.

Se dan condiciones para para poner en marcha acuerdos, sinergias y retornos entre áreas dispares, así como potenciar el networking y los puntos de encuentro (los famosos focal points) entre los países colaboradores, en muchos casos potencias mundiales. Si antaño Valencia fue principio y fin de los recorridos de la seda, ahora puede volver a enredarse en ella para avanzar hacia el futuro.

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