El ámbito público se encuentra con algunos actores del sector, que piden que se potencie la dedicación de los ayuntamientos
VALÈNCIA. València Turisme ha puesto recientemente en marcha la web de Film València, una iniciativa que pretende servir para atraer rodajes nacionales e internacionales a la provincia. El proyecto, que surge desde la administración pública, se ha presentado y debatido con profesionales de distintos perfiles del sector en un desayuno informativo organizado por València Turisme y Valencia Plaza. Todos ellos comparten tener un papel importante en el fenómeno cinematográfico actual. En este sentido, Pilar Moncho, Diputada Delegada de Turismo en la Diputación de Valencia, ha destacado que este desayuno ha servido “para poder escuchar a especialistas y poder así hacer un ejercicio de autocrítica”.
Por parte de las instituciones públicas, han asistido la ya citada Pilar Moncho, Evarist Caselles, director del Patronat de València; Ann Hernández, International Project Manager y gestora de Film València; Albert Llueca, responsable de la Film Office del Ayuntamiento de Sagunto; y Balbina Sendra, directora del Palau Ducal del Borja en Gandía. La parte profesional ha sido representada por Beatriz Olcina, productora de Universal Arts; José Jaime Linares, director de producción y presidente de la Asociación de Profesionales de la Producción Audiovisual; Ismael Herrerias, director del grupo Tu Apartamento en València; y Fernando Sánchez, CEO de la empresa Cuchara de Palo Catering. Han moderado el debate Javier Alfonso, director de Valencia Plaza, y Miguel Miró, director financiero de Ediciones Plaza.
Según ha empezado explicando Pilar Moncho: “Film València ha querido ser en estos primeros años una semilla para generar interés por rodar en las comarcas de Valencia, y ya se verá el fruto de la iniciativa”. Evarist Caselles ha resumido los dos años de vida de la iniciativa como un impulso a la promoción del territorio que se ha hecho a través “de ordenar elementos que ya existían en la Comunitat para que tengan una mejor funcionalidad” y ha señalado que el futuro del organismo dependerá de los movimientos que haga la Generalitat con la Diputación de Valencia. De paso, ha señalado que el mundo audiovisual “es uno de los mejores reclamos que un destino puede tener”.
Por su parte, Beatriz Olcina ha querido poner en valor las funcionalidades de la página web, pero ha querido poner el foco en la gente que falta en el catálogo de profesionales con el que cuenta: “Quizás haya que promocionar el proyecto más entre el sector local ya que, seguramente por desconocimiento, no aparezca gente en un sitio donde todo el mundo debería estar”.
Una parte importante del desayuno se ha invertido en analizar la importancia que puede llegar a tener una gestión continua de rodajes en un territorio. La misma Pilar Moncho ha comentado que hay un beneficio económico doble: “por una parte, una dinamización económica directa por los gastos de producción que se quedan en las localizaciones; pero por otra, la curiosidad turística que puede generar a la gente conocer escenarios donde se han rodado películas”. Ismael Herrerias ha añadido, desde la experiencia de acoger a los equipos de El Desentierro y El silencio del pantano, que contar con un gran rodaje “realmente supone un importante dinamizador de los negocios locales”.
Ann Hernández ha puesto un ejemplo internacional y ha contado como Notting Hill sigue generando, más de veinte años después de su estreno, interés turístico por el barrio de Londres del mismo nombre. En este sentido, durante las dos horas de conversación se puso en valor el potencial fílmico que tiene una ciudad en la que hay mar y montaña a pocos minutos de distancia y meses de luz y buen clima, además de presentar el resto de posibilidades que puede haber disponibles en el resto de la provincia. Albert Llueca, poniendo el ejemplo de Sagunto, relató cómo algunos rodajes que tenían pensado una única localización en la localidad, cambiaban de planes al descubrir que otros lugares podían servirles sin movilizarse a otros pueblos.
Pero más allá de lo puramente turístico, los profesionales aprovecharon el encuentro para hacer algunas de sus reivindicaciones hacia las administraciones. La idea que trasladaron fue la que Film València no fuera únicamente un catálogo de sitios, sino que facilite realmente los rodajes que quieran realizarse en la provincia.
En este sentido, José Jaime Linares señaló “que la burocracia le importa muy poco a los cineastas” y que lo que realmente importa “es que una administración se desviva para que las cosas salgan bien en un proceso tan complejo como es el de un rodaje”. Además, ha recordado que las productoras son empresas privadas, y por tanto, se produce un choque entre la inmediatez que necesitan estas y la cultura de “instancias y ventanillas” presentes en algunos organismos.
De paso, ha recordado que hay legislaciones que ponen al mismo nivel ocupar la vía para montar una churrería que para rodar una película, por lo que es normal que el sector haya perdido cierta confianza sobre la administración. Para recuperarla, Linares propone que la Admistración centrada en dar “seguridad y apoyo” a las producciones que recalen en la provincia.
En este sentido, Evarist Caselles ha explicado que la misma Film València ha dado cursos a técnicos de diferentes ayuntamientos para que entiendan esa misma demanda, pero señala dos limitaciones: por una parte, la del propio carisma y actitud facilitadora de cada responsable local; y segundo, la limitación de competencias con las que se puede encontrar la Diputación de València o el propio ayuntamiento para facilitar el proceso de grabación.
Además, Fernando Sánchez ha querido proponer que también la oficina actúe como algunas empresas privadas y le otorgue importancia a la idea de hacer seguimiento del cliente y ha hablado en especial del sector de la publicidad, que es un tipo de producción que no se suele alargar muchos días pero que está desestacionalizado y que “no tiene ningún problema en gastarse más dinero, porque son caprichosos y no tienen tiempo”.
Sin embargo, Film València se ha encargado también de hacer una evaluación de qué cabe y qué no en este plan para acoger rodajes: “Queremos crecer de una manera segura, y eso significa que ahora mismo no queremos grandes rodajes como un Terminator. Tenemos que ser consecuentes con lo que ofrecemos: si prometemos unas condiciones para una superproducción que luego podamos no cumplir, perderemos la confianza de los productores”, reflexionó Ann Hernández. Esta situación viene provocada, según Beatriz Olcina, porque los rodajes de un tamaño considerable son demasiado ocasionales: “Como no hay un volumen de trabajo garantizado, no se hacen inversiones para poder responder al mismo”.
Por otro lado, también hay un conflicto público-privado en el que Film València tiene un papel capital: mediar para el uso de lugares con un alto valor patrimonial. El ejemplo o ha puesto Balbina Sendra con los rodajes que se han llevado a cabo en el Palau dels Borja en Gandía y que “ha sido una negocación continua para poder facilitarles las instalaciones y responder a sus necesidades sin alterar el funcionamiento y el valor patrimonial de las instalaciones”. Y es que, también por parte del sector público se puede tender a un proteccionismo excesivo (así lo ha apuntado José Jaime Linares), y se ha de comprender que si la producción necesita lanzar una bola de fuego en la Lonja de València, se ha de asegurar de que se ha haga con las precauciones necesarias a la vez que entender que los profesionales del cine están altamente cualificados para llevar esas situaciones de manera controlada.
Los asistentes destacaron lo positivo que supuso este encuentro para conocer la situación desde el punto de vista púbico y privado y poder así hacer las respectivas autocríticas. Pero más allá del cómo, el encuentro sirvió para quedar de acuerdo (como mínimo) en algo: València quiere más cine.