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del 11 al 19 de junio

Las instituciones asumen el grueso económico de Tercera Setmana para generar un festival escénico de referencia

Generalitat, Diputación y Ayuntamiento apoya el encuentro con 200.000 euros, casi el 75% del total, de un evento que nace con hasta 28 estrenos

12/05/2016 - 

VALENCIA. "Lo nuevo necesita amigos". Con esta frase de la película de animación Ratatouille el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, verbalizaba lo que fue la puesta en escena de la presentación de Tercera Setmana en Sala Russafa. Lo nuevo, la "edición cero" del festival de artes escénicas; los amigos, el alcalde de Valencia, Joan Ribó; la concejala de Acción Cultural, María Oliver; el concejal de Vía Pública, Carlos Galiana; el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona; la diputada de Teatros, Rosa Pérez; Abel Guarinos, director del Institut Valencià de Cultura, y el propio Colomer, que acudieron en bloque para presentar un proyecto que, aunque iniciado por la Associació d’Empreses d’Arts Escèniques del País Valencià (AVETID), han asumido como propio los tres niveles de la administración.

Con un planteamiento que, esperan, no sea “flor de un día”, es precisamente gracias a lar arcas públicas que sale adelante un festival que desde su primera edición quiere ser referente, con el de Avignon como ejemplo a seguir. De los 272.420 euros de inversión total 202.500 euros son aportaciones de las diferentes administraciones, que además de la ayuda directa también colaborará con la cesión de salas, personal y mupis para promocionar la cita. Por su parte, la Generalitat Valenciana aportará 50.000 euros desde Cultura, 60.000 desde Turismo y cederá el Rialto; la Diputación destinará al festival 50.000 euros y los teatros Escalante y Principal; el Ayuntamiento de Valencia destinará 20.000 euros del área de Cultura, 10.000 euros de la concejalía de Turismo, 5.000 euros de alcaldía y cede Las Naves y el Teatre El Musical mientras que la Fundación Autor cubre con 7.500 euros gastos de talleres y encuentros.

Así las cosas, las instituciones se harán cargo de aproximadamente el 75 por ciento de los gastos de Tercera Setmana, festival que han integrado en su propio proyecto y que plantean como un encuentro que se convierta en referencia para el futuro. "Desde la desaparición de Veo echábamos de menos una muestra de teatro. Recoge muchos de los retos del plan estratégico", indicó el secretario autonómico de Cultura quien, aunque todavía no se trabaja en la segunda edición, ya adelantó que tiene la "esperanza de que no sea flor de un día" y que "en 25 años sea una cita obligada". Por su parte, Joan Ribó afirmó que este festival ayudará a a Valencia a estar en el mapa "no de la corrupción o la contaminación lumínica, sino en el de las ciudades del teatro", al mismo tiempo que incidió en que debe ser un proyecto "que tiene que ser de todas las personas que trabajan en el sector teatral". Preguntado por la concesión de una ayuda directa sin concurso, para la que el Ayuntamiento condicionó a la asociación de empresarios a abrirse, el alcalde de Valencia se mostró satisfecho con el resultado aunque, añadió, "todo se puede mejorar". 

En la presentación han participado también el director artístico del festival, Salva Bolta, y la presidenta de AVETID, Mª Ángeles Fayos. Esta última ha querido zanjar los "malentendidos" con respecto a las ayudas por parte del Consistorio. "Hay buen talante entre todas las asociaciones y profesionales. Hemos sufrido la precariedad del apoyo público, somos compañeros". Si uno de los objetivos de Tercera Setmana es recuperar un encuentro de calidad en la ciudad de Valencia también lo es reivindicar la "dignidad" de la profesión. "Yo soy un profesional y cobro por mi trabajo. Todo el equipo y compañías que contratamos van a cobrar lo que tienen que cobrar", aseveró Bolta. "No funcionamos mejor a palos, tratadnos bien", dirigió a los representantes de la administración.

"Cualquier festival que dé visibilidad a las artes escénicas lo continuaremos si hay implicación política y económica", afrimó MªÁngeles Fayos. "Hay una demanda latente, Valencia tiene hambre", añadió el director artístico de Tercera Setmana, que pidió que la ciudad, entendida como "políticos, empresarios y ciudadanos", hagan suyo el festival tras años de "abandono" del sector cultural.

Los favoritos de la crítica

El festival, en el que AVETID trabaja desde hace aproximadamente tres años y cuya primera edición será un "globo sonda" que guíe las posibles futuras citas, está a un mes de hacerse realidad. Será del 11 al 19 de junio cuando Valencia acoja una programación de 28 estrenos de espectáculos de diversa índole, que ocuparán la ciudad en representaciones repartidas en el mapa urbano en más de una treintena de espacios, tanto recintos escénicos y espacios no convencionales como enclaves al aire libre de la ciudad. 

Entre la obras se encuentran primeros espadas de la escena contemporánea española, cuya calidad viene contrastada con el Premio Nacional de Teatro, caso de los gallegos Chévere y su comedia documental sobre el desarraigo y los supermercados Eroski Paraíso; el Premio Nacional de Literatura Dramática, personificado en José Ramón Fernández y su monólogo El minuto del payaso, un homenaje al circo y sus clowns protagonizado por Luis Bermejo; o con un buen puñado de premios Max, caso de Alfedo Sanzol, que expone su sorpresivo, nostálgico y semibiográfico imaginario sobre el amor en La respiración, protagonizada por Veronica Forqué, y de Miguel del Arco, que visita la ciudad con dos producciones, su lectura desgarrada de Hamlet y el monólogo de Carmen Machi en defensa de Helena de Troya Juicio a una zorra.

También veterana es la ilicitana La Ferroviaria, que presenta la historia de forenses y cadáveres abrazados Sedientos, adaptación de Paco Maciá de una de las tres obras que el libanés Wajdi Mouawad ha dedicado a la juventud. En el plano de las nuevas dramaturgias patrias, la emergente compañía gallega Voadora presenta Calypso, una metáfora sobre la fragmentación a golpe de click de nuestra sociedad actual arropada con música en vivo, ironía y movimiento. Pablo Remón al frente de La abducción opta en cambio por ahondar en la Transición y aunar en 40 años de paz tres obras en una que recorren la última etapa política y social de España. Xavier Bobés también fija la atención en la memoria, pero en los vacíos que sufrimos con la edad, en los que profundiza en Cosas que se olvidan fácilmente, una pieza fotográfica, intimista y preciosista para tandas de cinco espectadores.

Primeras veces y teatro en la calle

El festival ambiciona ser, en palabras de su director artístico, “un marco de encuentro entre el espectador y los creadores, donde dialogar y reflexionar juntos sobre vida y alma. Un proyecto que pretende instituir una cita anual en la que proponer al espectador un papel de agente activo, de intérprete vivo. El teatro de calle debe de volver a ocupar su espacio en nuestra ciudad; los ciudadanos tienen que encontrarse de tú a tú con las artes escénicas, en el lugar natural que a ellos les pertenece”.

Las propuestas de calle van a ser las que van a conminar con más ahínco el papel activo del espectador. En total hay cinco propuestas de calle: el solo de Joan Català, Pelat, inspirado en el trabajo rural y artesanal; el guiño clown a los naufragios cotidianos Náufragos, de La Industrial Teatrera; el estreno de la última obra de los villarealenses Visitants, titulada Tempus e inspirada libremente en un poema de la escritora y revolucionaria nicaragüense Gioconda Belli; Fuenteovejuna: Breve tratado sobre las ovejas domésticas, de Compañía Obskené, divertida actualización del clásico de Lope de Vega, y una colaboración con la E.S.A.D.V., que proponen una intervención de calle con dos acciones poético-escénicas en la Plaza del Patriarca, Fils del cor y En aquell cantó.

Homo Ridens. Foto: Sara Bulogni.

También es el momento de las primeras veces. Entre ellas La distancia, el primer proyecto de Bacantes Teatro; La cena del rey Baltasar, debut de [los números imaginarios] que actualiza el texto de Calderón de la Barca; y el site specific seleccionado en la convocatoria de creaciones para espacios no convencionales realizada por el festival, la primera pieza conjunta de Nafrat Collectiff. Entre las propuestas más transgresoras, la del perfomer griego Euripides Laskaridis, que se presenta en Relic como una suerte de travesti deformado, mientras que de Italia procede el colectivo de investigación teatral Sotterraneo, que invita al espectador a reflexionar sobre la risa en la performance Homo Ridens. Por su parte, las piezas para todos los públicos llegan de la mano del Circo Gran Fele, PTV Clown y L’Horta Teatre.

En su programación, además de la exhibición de los trabajos
de las compañías y creadores invitados, el festival propone en la presente edición, un coloquio sobre el oficio de escritor entre los dramaturgos José Manuel Mora, Gabi Ochoa, Antonio Rojano, Alfredo Sanzol y Sergio Martínez Vila; un taller de investigación escénica abierto a los profesionales de diversos ámbitos de la creación, que impartirá el autor y director Pablo Messiez.

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