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tribuna libre / OPINIÓN

Las viviendas turísticas no son el problema sino parte de la solución

Carta abierta a Sandra Gómez

30/04/2020 - 

Le escribo estas líneas en mi condición de presidenta de la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de la Comunidad Valenciana (Avaec) para expresarle públicamente nuestro más profundo malestar por las declaraciones que viene realizando, en su condición de Vicealcaldesa de València, en relación con este tipo de alojamientos que han mostrado, a lo largo del tiempo, su enorme contribución al mantenimiento de la actividad turística, a la dinamización del comercio local y a la creación de empleo.

Sus últimas manifestaciones, en pleno estado de alarma, destilan un odio injustificado hacia las viviendas de uso turístico (VUT) y, por ende, contra los empleados, autónomos y PYMES que, directa o indirectamente, contribuimos a la economía de la ciudad.

De forma totalmente irresponsable, usted etiqueta las VUT como un ‘problema’, una especie de mal endémico que es necesario combatir a toda costa. Aludirá, eso sí, a las ‘ilegales’, olvidando que ha sido el gobierno municipal en el que participa, y especialmente usted, desde las delegaciones de Turismo, primero, y, ahora, Urbanismo, la que ha abocado a la ilegalidad al 95% de la oferta de VUT. Sra. Gómez, usted llega incluso a presumir de que València tiene las normas más restrictivas para acabar con ellas, y alardea de ser la artífice de que, en el último año, su número se haya reducido. ¿Qué ‘problema’? ¿Contra qué ‘mal’ pretende luchar? ¿De qué guerra habla, si no es la provocada por usted misma para ocultar la ineficacia de su gobierno en materias como vivienda protegida o seguridad ciudadana?

En su particular cruzada ha sido incapaz de promover, como le es exigible a cualquier cargo de responsabilidad política, el diálogo necesario para alcanzar, entre las partes afectadas, una regulación acorde con los principios impuestos por la normativa europea de necesidad, proporcionalidad y no discriminación.

Por contra, su guerra promueve regulaciones que establecen requisitos imposibles de cumplir (como la obligación de ubicarse en primera planta o planta baja y no colindar con vecinos) para la mayoría de las VUT de València –que cumplieron rigurosamente con la legislación vigente cuando iniciaron su andadura–, sin calcular las consecuencias económicas y personales sobre el turismo, que en estos momentos sufre su mayor crisis. ¿Cree justo convertir en enemigos a quienes usted misma les cambió las reglas del juego en mitad de la partida? Sra. Gómez, como sabe, también existe una limitación a la implantación de determinados usos terciarios (oficinas, clínicas, etc.), en cuanto a su ubicación en edificios residenciales, que no se persigue.

Sra. Gómez, miente deliberadamente. Culpa a las VUT de vaciar de residentes los barrios, de provocar más molestias a los vecinos que los residentes habituales y de destruir el comercio local, cuando los datos, que usted muy bien conoce, demuestran lo contrario.

Sabe que el aumento del precio de las viviendas no tiene su origen en las VUT sino en una falta de oferta de vivienda acrecentada tras años de parálisis del sector inmobiliario. El Ayuntamiento de València es propietario de solares, ya urbanizados y aptos para edificar y albergar al menos 1.000 viviendas, lo que le convierte en el mayor fondo inmobiliario. ¿Cuántas viviendas protegidas y asequibles han puesto a disposición de las familias que más las necesitaban durante los seis años que llevan gobernando? Ninguna.

Usted, en la prensa acusa a las VUT de afectar a la convivencia vecinal pero en los Plenos reconoce que las cifras no lo indican así. Medios para poder corregir posibles molestias ya existían y existen, lo que pone en duda la proporcionalidad y necesidad de las medidas restrictivas que imponen a través del planeamiento urbanístico.

Foto: KIKE TABERNER

También ha querido enfrentar a las VUT con los comerciantes pese a quedar demostrada la aportación económica a la ciudad de quienes se alojan en este tipo de alojamiento. El último informe de la Oficina PATECO-Comercio y Territorio del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana indica que los turistas alojados en pisos turísticos realizaron, en 2019, el 63,2% del gasto turístico total (básicamente productos de alimentación y consumo diario).

Como cualquier sector económico, hemos tratado de tender puentes con los representantes políticos y consideramos que nuestra voz tiene que ser escuchada en cualquier foro en el que se aborden decisiones relacionas con el turismo. Pese a ello, su ansia por acabar con nuestro sector le llevó a excluirnos del Consell Municipal de Turisme y del Observatorio de Ocio y Turismo. El diálogo es fundamental en política, pero esto es algo que usted parece desconocer.

Esa ha sido nuestra actitud siempre y también ahora, ante la crisis generada por el coronavirus, en momentos muy difíciles para nosotros, enfrentándonos al duro golpe económico sufrido por causa de la declarada pandemia, que, en tan solo un mes, ha supuesto unas pérdidas de 18 millones de euros de ingresos medios directos dejados de percibir, un impacto sobre proveedores de servicios de 2 millones de euros y unas pérdidas sobre el comercio, hostelería, transportes urbanos, etc., de 36 millones de euros. A estos datos, ha de sumarse el impacto en el empleo, que afecta a 2.000 personas de modo directo, sin contar el empleo indirecto que generan las VUT.

Sra. Gómez, como sabe, nuestra asociación ofreció al Ayuntamiento de València y a la Generalitat su predisposición a acoger gratuitamente a mujeres en riesgo de maltrato para evitar que cumplieran el confinamiento conviviendo con su potencial maltratador durante el periodo en que se mantuviera el estado de alerta. Sabíamos que otros ofrecimientos, como acoger a personal de servicios esenciales, podrían haber generado malestar en los vecinos de los inmuebles por el riesgo de contraer la enfermedad. Lo que no esperábamos es que, haciendo gala de su oportunismo, iba a aprovechar nuestra oferta para aumentar su ego político y, rápidamente, la anunciaría en rueda de prensa, ampliándola a otros colectivos y para un periodo que superaba el del estado de alarma, sin haberla cerrado antes con nosotros.

Sra. Gómez, la propia Generalitat, en el anuario Oferta Turística Municipal y Comarcal de la Comunitat Valenciana 2019, señala que, tras acumular 5 años de ‘destacado crecimiento’, las VUT experimentaron un incremento interanual del 10,1% sobre 2018, lo que ‘indica que se trata de un segmento en desarrollo’. Qué curioso que los datos de este anuario revelan que el caso de la ciudad de València es totalmente atípico en relación con el resto de la Comunidad Valenciana. Aquí, tras el incremento de años anteriores en la oferta de este tipo de alojamiento, se produjo un descenso del 0,9% -debido a la regulación restrictiva del Ayuntamiento y la falta de emisión de los informes de compatibilidad urbanística- al tiempo que la oferta hotelera experimentó el mayor crecimiento (3,4%).

Mientras mayoritariamente las VUT se han convertido en la opción elegida por muchos consumidores y son consideradas como una tendencia imparable en todo el mundo, usted,  Sra. Gómez, se pone la medalla de querer acabar con ellas. ¿Acabar con un sector representativo en la actividad turística es motivo para vanagloriarse? ¿Ha calculado lo que supone el cierre del 95% de las VUT de la ciudad en términos económicos y de empleo?

Sra. Gómez, su insensibilidad no tiene límites. Porque, como se podrá imaginar, detrás de las VUT, hay personas y hay familias. Hay personas que, ante la crisis económica de 2008 y la pérdida de su empleo, vieron en esta opción del mercado una tabla de salvación para superar la situación, una oportunidad como fuente de ingresos muy importante y, en ocasiones, esencial para su supervivencia. Hablamos de personas que, cumpliendo la legislación, hicieron una inversión para acondicionar y rehabilitar viviendas y se convirtieron en anfitriones cercanos para quienes nos visitan, personificando la hospitalidad que constituye la esencia misma de la Ley Valenciana de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunitat Valenciana.

Mientras otras voces de la administración –estatal y autonómica- claman ante la necesidad de reactivar el turismo, incluso como ‘una cuestión de Estado’, y de trabajar todos juntos en la misma dirección, usted se dedica a tirar piedras a quienes, con gran esfuerzo, y desde sus posibilidades, han contribuido siempre a reforzar esta actividad y lo hace jactándose, además, con una actitud destructiva e irresponsable, sin calcular el daño.

Sra. Gómez, la gravedad de la crisis económica generada por el estado de alarma del coronavirus, requiere acciones urgentes en las que se tenga en cuenta a todo el tejido que contribuye al mantenimiento del turismo, que es, el principal pilar económico de nuestro país, nuestra Comunidad y nuestra ciudad. Necesitamos recuperar el músculo que en poco más de un mes hemos perdido.

No quiero acabar esta carta sin ofrecerle de nuevo nuestra colaboración para la necesaria reconstrucción, sin discriminación, de lo que tanto esfuerzo ha supuesto, porque todos tenemos mucho que aportar para superar esta crisis económica sin precedentes.

Por favor, Sra. Gómez, deje, de una vez, de considerarnos como un problema. Porque somos parte de la solución.

Pilar Giner es presidenta de la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de la Comunidad Valenciana (Avaec)

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